domingo, 11 de enero de 2015

Alerta ante los "lobos solitarios" y los veteranos de Siria

El Ministerio del Interior eleva el nivel de alerta hasta la categoría 3-baja. La amenaza la protagonizan los llamados 'lobos solitarios', menos peligrosos que el terrorismo encuadrado en organizaciones, aunque un fenómeno predominante en los últimos años

Carlos Penedo. Artículo publicado originalmente en Estrella Digital.

No existe la seguridad absoluta, ni objetiva ni subjetiva. El riesgo de atentado terrorista en España existe (y ahora está catalogado como "muy probable", Nivel 3-bajo) y contra esa amenaza trabajan los servicios de inteligencia y las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.
En la última década todo ha progresado en España en la lucha contra el terrorismo salafista. Con los atentados del 11-M y el fin de la actividad armada de ETA en 2011, los medios públicos dedicados a la seguridad se han multiplicado y centrado en la amenaza yihadista.
El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) ha vivido en los últimos años una transformación completa: en medios, hoy 3.500 profesionales y 223 millones de euros de presupuesto, con un crecimiento espectaculardesde los 2.000 empleados públicos y 200 millones que había en 2004 con Aznar; y actividad, un proceso de transformación que parte de los atentados del 11 de marzo y la obsesión de la lucha contra ETA, a la situación actual, cumplidos tres años del fin de ETA y con el terrorismo salafista y la inteligencia económica como prioridades. Desde diciembre de 2011 el CNI está adscrito al Ministerio de Presidencia.
El secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, ha anunciado en repetidas ocasiones como inminente la aprobación por parte del Consejo de Ministros de un plan estratégico de actuaciones contra la radicalización violenta en España, con medidas especialmente dirigidas a jóvenes, y con un apartado especial que contempla la radicalización en las cárceles. El Ministerio persigue cortar esos procesos, muchos de ellos en internet, y también endurecer la legislación antiterrorista para que incluya nuevas figuras delictivas que permitan perseguir el adoctrinamiento pasivo, los lobos solitarios y ampare la actuación de agentes encubiertos.

Actividad terrorista escasa

Aunque vigoroso en alarma social y peligroso, lo cierto es que las fuerzas de seguridad solo detuvieron a 40 personas vinculadas al terrorismo yihadista en 2014. Los números cuentan que en todo el año 2013 se detuvo a una veintena de personas (y sólo nueve en 2012), que contrasta con 60 en 2006 y 138 en 2004.
Las cifras de detenidos y condenados por pertenencia a ETA en esta legislatura, incluso en el estado de descomposición y abandono de la actividad armada de los últimos años, superan ampliamente las del terrorismo yihadista.

Nivel de amenaza

El Ministerio del Interior elevó este miércoles el nivel de alerta hasta la categoría 3-baja, un escalón más que el nivel 2-alto al que subió a comienzos de septiembre. España establece sus niveles de alerta antiterrorista en cinco: el Nivel de Normalidad (sin riesgo de atentado), el Nivel 1 (riesgo medio de atentado), Nivel 2 (riesgo alto de atentado), Nivel 3 (riesgo muy alto de atentado), Nivel 4 (riesgo extremo de atentado). Dentro de cada nivel hay dos grados de intensidad: baja y alta.  
Uno de los heridos tras el ataque contra Charli Hedbo. | GTRES
Es a partir del Nivel 3 cuando las fuerzas de Seguridad ya comienzan a desplegar sus efectivos, especialmente las unidades de intervención policial. El último precedente de este escenario fue con la reciente proclamación del Rey Felipe VI, cuando se estableció este Nivel 3 con intensidad alta durante unos días por precaución. En esas fechas fue evidente a ojos de los ciudadanos un incremento de la presencia policial en los espacios públicos.
El inicio del nivel creciente de alerta antiterrorista en Europa se estableció el 24 de mayo de 2014, a raíz de un incidente ocurrido en Bruselas. Un individuo aparcó un coche en las afueras del Museo Judío (en el centro de Bruselas) y comenzó a disparar indiscriminadamente causando la muerte a cuatro personas.
Una semana después fue detenido un terrorista francés de 29 años llamado Mehdi Nemmouche por su relación con los hechos. Se trataba de lo que se denomina un 'foreign fighter', es decir, un retornado de la guerra de Siria que se había radicalizado en la cárcel en Francia donde pasó un total de siete años por robos y otros delitos comunes.


¿Normativa suficiente?

La reforma del pasado mes de marzo de la Ley Orgánica del Poder Judicial, que introduce nuevos límites para que los jueces españoles puedan juzgar, bajo el principio de la justicia universal, crímenes de especial gravedad cometidos fuera de nuestras fronteras, ha sido contraproducente en la lucha contra el terrorismo yihadista. Así opina la fiscal coordinadora contra el terrorismo yihadista en la Audiencia Nacional, Dolores Delgado, que no comparte la necesidad de una próxima reforma del código penal, como anuncia el Gobierno, y considera incluso que la limitación de la justicia universal complica un elemento imprescindible en la lucha contra el terrorismo, la cooperación internacional.
"La colaboración ciudadana no tiene los cauces necesarios", defiende la fiscal en referencia a la protección de testigos. Es partidaria además de mejorar la capacitación de jueces, fiscales, cuerpos de seguridad en este nuevo tipo de terrorismo que utiliza naturalmente medios tecnológicos y redes sociales. Un campo que considera prioritario es facilitar la infiltración de agentes encubiertos, muy complicado en esos círculos pero esencial para conseguir pruebas.
"El terrorismo yihadista no tiene fronteras, es un terrorismo de ida y vuelta, lo vimos con los que fueron a Bosnia o Afganistán y volvieron, no conocen fronteras y nosotros sí". En ese punto reconoce la estrecha colaboración con Marruecos, pero que existen dificultades en las comisiones rogatorias a otros países que complica esa cooperación.
El Gobierno pretende a corto plazo endurecer al código penal para incrementar las sanciones a sospechosos de radicalización terrorista por redes sociales e internet y formar parte de redes de captación de combatientes.

¿Es posible otro 11-M?

La amenaza la protagonizan hoy los llamados 'lobos solitarios', menos peligrosos que el terrorismo encuadrado en organizaciones. Por tanto, se combinan la amenaza a la baja y la alerta alta, a veces puro alarmismo.
Siguiendo al analista Javier Jordán, profesor titular de Ciencia Política en la Universidad de Granada y miembro del Grupo de Estudios en Seguridad Internacional, a lo largo de la década de los 80 se sucedieron en España, de manera aislada, diversas operaciones policiales, complot y atentados por parte de grupos extremistas de origen árabe, que incluyeron el ataque contra un restaurante próximo a la entonces base norteamericana de Torrejón en 1985 y la desarticulación en 1989 de una célula de Hizbollah en Valencia que pretendía atentar en Europa.
“Lo primero que se aprecia al examinar este período es la vinculación de todos los individuos y grupos desarticulados con organizaciones superiores, concretamente con el GIA argelino, con su sucesor el Grupo Salafista por la Predicación y el Combate, con el Grupo Islámico Combatiente Marroquí y con Al Qaeda Central”, señala Jordán. Hasta mediados de la década de 2000 la militancia yihadista en España se articulaba exclusivamente en torno a grandes organizaciones.

Nuevo perfil de terrorista

En opinión de Javier Jordán, “las células independientes y los lobos solitarios se están convirtiendo en un fenómeno permanente, y en los últimos años predominante, en el mapa del yihadismo en España, y es probable que algún día uno de ellos logre consumar una acción terrorista, pero a pesar del peligro real que representan, los proyectos terroristas más serios y potencialmente más letales han sido obra en exclusiva de células vinculadas a una gran organización yihadista”.
Jordán ha publicado recientemente una investigación en el Real Instituto Elcano según la cual “las grandes organizaciones son las únicas que, potencialmente, pueden convertir el terrorismo yihadista en una amenaza estratégica para España”.
Este investigador señala que “en los últimos cinco años los actores no vinculados han tenido un carácter predominante. Todavía es pronto para considerar esto último como una tendencia firme, pero en caso de que así fuera, ello supondría una reducción significativa de la amenaza ya que su capacidad terrorista suele ser sustancialmente menor a la de las células vinculadas a grandes organizaciones”.

Inmigración musulmana. España cuenta hoy con millón y medio de musulmanes, donde destacan dos nacionalidades, la marroquí y la española. Analistas y fuentes policiales destacan que el colectivo inmigrante en España es reciente. en muchos casos de primera generación y de motivación económica, muy distinto a las comunidades de origen inmigrante del resto de Europa.
Dos terceras partes de los detenidos en España acusados de vinculación con el terrorismo yihadista están relacionados con Ceuta y Melilla. La mayor amenaza para España procede por tanto de redes o terroristas radicados en Marruecos, con vinculaciones en las dos ciudades autónomas; y del norte de Europa, que se pueden trasladar fácilmente a nuestro país sin fronteras que los detengan.

Operaciones militares de España en el exterior. Nuestro país en estos momentos está presente en el mayor número de escenarios internacionales de las últimas décadas, entre ellos en media docena de países árabes e islámicos: con 2015 España ha renovado su operación militar en Afganistán, contínua en Líbano y en Somalia, en esta Legislatura ha comenzado una misión en Malí, en estos momentos se trasladan hacia Irak 300 militares y una batería de misiles Patriot hacia la frontera entre Turquía y Siria.
El riesgo de atentado es claramente mayor entre los contingentes militares de España en esos países, que por lógica viven una situación conflictiva, que en territorio nacional. La experiencia de los últimos años indica que el escenario más peligroso es Afganistán, donde los talibanes acaban de renovar su declaración hostil hacia la presencia militar extranjera.

Presencia de EEUU en España. Las bases andaluzas de Rota y Morón se han convertido en los tres últimos años en la cabeza de puente de la actuación militar de Estados Unidos en África, que se suma a su papel tradicional de escala de medios y tropas norteamericanas camino de Oriente Próximo. El estrecho de Gibraltar es otro área de potencial peligrosidad para la comisión de un atentado, aún más teniendo en cuenta el tránsito de dos millones de magrebíes al año.

Al Ándalus. Analistas y responsables políticos, en mucha menor medida especialistas policiales, suelen comentar alarmados la referencia a Al Ándalus de organizaciones terroristas. El autoproclamado califato universal del grupo Estado Islámico difundió en 2014 un mapa que abarcaba desde la India hasta la península ibérica, Al Ándalus en la Edad Media
(entre 711 y 1492). Esta referencia es simbólica y difícilmente puede traducirse en una amenaza cierta sobre España.

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