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martes, 3 de abril de 2018

Lo que el comercio de armas ha unido...

Columna de opinión publicada también en Estrella Digital.
Entre las muchas crisis vividas en la última década hubo una llamada de deuda, los países no tenían credibilidad ante los mercados financieros, y en aquella situación pues el responsable de un fondo de inversiones digamos de jubilados norteamericanos se sentaba frente a un presidente del Gobierno europeo en posición de fuerza. Nunca sabremos qué pesaba más por su parte en la negociación, si eran los pensionistas, la rentabilidad de la inversión o su futuro como gestor de grandes fondos.
Segundo elemento para crear ambiente: cualquier Administración pública recibe con los brazos abiertos a unos inversores decididos a poner en marcha un proyecto empresarial supongamos de 30 millones de euros que requerirá para rentabilizarse de cien puestos de trabajo (el empleo es siempre un efecto secundario), se le concederán subvenciones hasta el límite legal y presupuestario, se facilitarán trámites urbanísticos y laborales, porque es potencialmente beneficioso, se crea empleo y actividad económica que genera impuestos.
Hasta aquí tenemos la obviedad del poder financiero y empresarial sobre el poder político, aunque es muy raro que la relación sea conflictiva sino de colaboración y de interés compartido, salvo casos extremos, quizá aquél de la deuda a comienzos de la década. La enfermedad de la relación se llama puertas giratorias, que siembra la sospecha sobre decisiones pasadas.
Por lógica lo anterior es de aplicación a un sector industrial potente como el formado por las empresas tecnológicas de defensa, aeronáutica y espacio, como se autodenominan. Y por lógica cuánto más poderosa sea la industria militar en un país pues más pesará sobre las decisiones que toman sus responsables políticos y los socios comerciales que eligen, pensemos en EEUU.
Concretando, España es el séptimo exportador mundial de armamento, en datos de los últimos cinco años acumulados en los informes del think tank sueco Sipri. Siguiendo esta fuente, el comercio internacional de armamento se ha incrementado entre 2013 y 2017 un 10%; en el mismo periodo, las exportaciones españolas han crecido un 12%, principalmente a Australia, Turquía y Arabia Saudí.
España, que es la 14 economía del mundo en tamaño, adelanta en venta de armamento a países que nos superan en PIB como Japón, India, Brasil, Italia, Canadá, Corea del Sur o Australia.
Un lugar muy honroso el séptimo, que como todo tiene matices, porque los países no exportan sino que lo hacen empresas, y en el caso español esas empresas, las principales, o son públicas (Navantia), están participadas por el Estado (Indra) o son un consorcio europeo con participación pública (Airbus). Otras empresas privadas dependen en su exitosa trayectoria de programas públicos, porque el mundo de la defensa se juega más en los pasillos de los ministerios que en la opinión ciudadana, de ahí el limitado interés que muestran por la comunicación convencional o que se anuncien 10.000 millones en programas de armamento con los jubilados en la calle de manifestación.
Lo de las empresas públicas merecería un capítulo propio, suelen ocupar una zona gris donde los gestores más avispados sobreviven a cambios de Gobierno, son ajenos a las consecuencias de errores gigantescos de gestión (submarino S80; también hay aciertos, como los tanqueros que Airbus fabrica en España), viven lo mejor de los dos mundos público y privado sin compromiso con ninguno.
Concretando más, España vende al extranjero sobre todo plataformas navales y plataformas aéreas (pocos países pueden fabricar barcos y aviones), que integran luego tecnología de otros orígenes, también española, pero mucha norteamericana y del resto de Europa (entre ella del Reino Unido, ¿tendrá aranceles en un par de años?).
A nivel mundial, ¿quién vende?
Un tercio de las exportaciones mundiales de armamento proceden de EEUU, con un espectacular crecimiento del 25% en el último lustro, y de esa nacionalidad son siete de las diez primera empresas en este sector por ventas, encabezadas por Lockheed Martin, Boeing y Raytheon. EEUU vende a Arabia Saudí, Emiratos Árabes y Austria, que encabezan una larga relación de 98 Estados con los que hizo negocio en ese periodo.
EEUU exporta el doble de armamento que el segundo clasificado, Rusia, con tasas negativas en el último lustro, que vende a India, China y Viet Nam.
Siguiendo con la clasificación de principales vendedores y sus clientes primeros, Francia es el tercer exportador mundial de armamento que se dirige a Egipto, China e India; sigue Alemania, que tiene como clientes más potentes a Corea del Sur, Grecia e Israel; China vende mucho a Pakistán, Bangladesh y Argelia; y Reino Unido a Arabia Saudí, Omán e Indonesia. Y luego España, séptima, con matrimonios comerciales muy estables.
¿Quién compra?
Aún más ilustrativo de cómo está el mundo es quién compra armamento, y destacan dos áreas que destinan ingentes recursos a estas mercancías, el subcontinente indio y Oriente Próximo.
India es el primer comprador mundial de armamento y Pakistán el noveno; Arabia Saudí es el segundo importador planetario, seguido de Egipto (ambos han triplicado su compra de armas en un lustro) y Emiratos. Fin de la cita.
El peso de la industria de defensa se percibe en decisiones de política industrial, innovación y desarrollo tecnológico, empleo, político exterior y despliegues militares, también sobre equipamiento de las Fuerzas Armadas. No es el único elemento en juego, pero cuanto menor criterio propio o fuerza tenga el responsable político, mayor éxito tendrán los que defienden intereses privados o corporativos. Las simbiosis raramente benefician por igual a las dos partes.
Como sucede con las hipotecas y las parejas de humanos, las relaciones que genera el comercio de armamento son mucho más fuertes que cualquier alianza civil o religiosa. Sólo así se explica que Grecia haya seguido comprando armamento a Alemania en los últimos años de crisis, por ejemplo; y en este contexto si las mujeres saudíes conducen hoy o el año que viene, si lo hicieron hasta 1978 o lo harán en 2078, pues nada tiene que ver con las relaciones comerciales. Universos paralelos.
Algún especialista sugiere que las redes de poder que nos parecen censurables hay que intentar desactivarlas, y crear otras alternativas.

Sugerencias

  • El heredero saudí firmará en Madrid la compra de cinco corbetas por 2.000 millones (El País.com, 5-4-2018).
  • La Armada se enreda, con relativo éxito (Blog Contextos, 24-10-2016).



lunes, 29 de febrero de 2016

Mientras el mundo gira, se venden y compran armas

Columna de opinión publicada originalmente en Estrella Digital.
Desbrocemos la columna: el planeta seguirá girando independientemente de quién consiga formar el próximo Gobierno, incluso si no es del PP, lo sé porque me quedé sin padres y el mundo físico no pestañeó, los semáforos continuaron cambiando de color cada 30 segundos como si nada hubiera ocurrido.
Más broza: no existe una España sin guerra civil, que tenga el espíritu nacional de la Albania de Enver Hoxha o de EEUU; no existe una España centralizada sin CCAA (aunque se descalifique el sistema y una cuarta parte de la población ya se declare favorable a un imposible centralismo simplificador). Si respetamos las peculiaridades británicas en la UE, respetemos las domésticas.
Y no existe un mundo sin comercio de armas. Un primer acercamiento al asunto es conocerlo, luego se verá qué hacemos con él, y prestar atención al detalle.

Quién vende

Y en esto del comercio de armas hay gente que informa con rigor, entre ellos un instituto sueco que responde a las siglas de SIPRI.
Según información difundida este mes de febrero (comercio) y este diciembre (empresas), el SIPRI nos dice, por ejemplo, que España fue el séptimo exportador mundial de armamento en el lustro 2011-15.
Entre las empresas nacionales, Navantia ha desaparecido del listado de los 100 principales fabricantes mundiales de armas. Hace un par de años fue Indra quien se cayó de la lista.
Hay que tener en cuenta que las estadísticas recogen ahora contratos firmados hace una década. La tendencia es a la baja en construcción naval, que ha encabezado el volumen de ventas en los últimos años, y al alza en el sector aeronáutico. La presencia hispana en tan ilustre clasificación hay que buscarla en Airbus, donde España va perdiendo poder corporativo con sólo el 4% de las acciones y sorprendentemente mantiene una carga de trabajo que triplica aquel porcentaje.
Subiendo por países exportadores, por encima de España se sitúan Reino Unido, Alemania, Francia y el podio es para China (escalando posiciones), en tercer lugar, Rusia medalla de plata (la cuarta parte de las ventas mundiales de armamento) y oro para Estados Unidos (concentra el 33% de las exportaciones mundiales de armas).
Lo anterior es consecuencia de la nacionalidad de los principales fabricantes, encabezados por Lockheed Martin y Boeing (EEUU), la británica BAE System en tercer lugar; Raytheon, Northrop Grumman y General Dynamics (las tres de EEUU) y Grupo Airbus en séptima posición (consorcio europeo).

Quién compra

Empezando por casa, el destino del armamento fabricado en España fue en el último lustro principalmente Australia (por Navantia), Arabia Saudí y Turquía.
A nivel global se pueden destacar algunas zonas cuya demanda de armamento goza de muy buena salud. En primer lugar el subcontinente indio, con India como primer importador de armas del planeta (con Rusia como el suministrador mayoritario), Pakistán el séptimo (compra a China y EEUU).
Otra región donde este negocio florece es Oriente Próximo, con un crecimiento del 61% en los últimos cinco años, con Arabia Saudí como segundo país importador de armas del mundo (principalmente de EEUU y Reino Unido), Emiratos (cuarto lugar planetario, de EEUU y Francia) y Turquía como sexto mayor comprador (de EEUU).
Qátar ha triplicado sus compras en el último lustro, Egipto sigue importando armas y sorprende algo, no mucho, encontrar a Irak como comprador de armamento a Estados Unidos.
China, Vietnam y Corea del Sur muestran también gran actividad importadora.
Gifs tomados de un anuncio de
The New York Times.

Matices

La compraventa de armamento da pistas sobre zonas conflictivas, sobre presupuestos destinados a este fin sin relación con el tamaño de cada PIB, sobre capacidad exportadora, suministradores y suministrados.
Existen embargos internacionales de armas que se respetan y luego zonas difusas donde todo es discutible, no ilegal. No es lo mismo venderle una fragata a Noruega que misiles con uranio enriquecido a Corea del Norte.
En esto de las armas quienes las fabrican las denominan tecnologías y material de defensa, y enfatizan con razón que se encuentran a medio camino del mundo civil y militar.
La empresa española que fabrica motores los coloca en un caza, en un jet privado y en un avión de pasajeros. El mundo de los videojuegos y los simuladores militares son primos hermanos. La ciberseguridad interesa a militares y civiles.
La industria de defensa no crea mucho empleo, aunque dicen que es de calidad; tiene buena prensa donde hay fábricas (Cádiz, Sevilla, Ferrol, Getafe, Albacete) y regular en el resto, aunque a las empresas no les preocupa en exceso la opinión pública, los contratos se ganan en los pasillos de los ministerios.
Una de las realidades no menor de la próxima legislatura será un mayor protagonismo del Parlamento. Junto a esto, en programas y pactos viene apareciendo la necesidad de consensuar algún mecanismo plurianual que estabilice en el presupuesto los programas de adquisiciones. Lo ideal es fusionar las dos últimas frases (= transparencia parlamentaria de la compra de armamento).
Para conspiranoicos: se dice que acabar con el hambre en el mundo es una tarea realmente complicada, no así dar de comer a un niño que lo necesite, más real y al alcance de la mano. Pues eso, centrémonos en el detalle. Lo más útil puede ser poner el foco en empresas, intermediarios y operaciones concretas, me dice la intuición periodística.

Sugerencias


miércoles, 24 de junio de 2015

Aprobados nuevos programas de armas por 263 millones

CONSEJO DE MINISTROS
Arrancan dos programas especiales para Defensa, financiados por el Ministerio de Industria con fondos de I+D: la próxima fragata para la Armada y el blindado medio de ruedas 8x8 para el Ejército de Tierra. La inversión triplica las previsiones


Carlos Penedo. Artículo publicado originalmente en Estrella Digital.
Blindado Medio de Ruedas -BMR-, que será sustituido por el futuro 8x8. 
En la imagen, unidades utilizadas por el Ejército en las operaciones en Bosnia.
El Consejo de Ministros del pasado viernes 19 de junio ha aprobado dos nuevos programas de armamento, muy esperados tanto por las Fuerzas Armadas como por la industria. Se trata de la nueva fragata F100 para la Armada, que supone un balón de oxígeno para los astilleros públicos Navantia; y el blindado medio de ruedas 8x8 que debe sustituir a los veteranos BMR con que cuenta el Ejército de Tierra. El acuerdo del Gobierno tiene también una sorpresa: el presupuesto inicial de estos programas se triplica, pasando de 78 millones de euros que tenía como previsión Defensa a comienzos de año hasta 263 millones aprobados este viernes.
En los presupuestos del Ministerio de Defensa para este 2015 figuraban una primera inversión para arrancar dos programas, el futuro vehículo terrestre 8x8, con 41 millones de euros, que se eleva ahora hasta 89 millones; y los primeros proyectos de I+D de la futura fragata F-110 para la Armada con 37 millones, que suben hasta 174 millones. Lo anterior se une a una partida de 161 millones de euros del Ministerio de Industria para prefinanciar el desarrollo de nuevos Buques de Acción Marítima.
El acuerdo del pasado viernes modifica los límites establecidos en el Acuerdo del 18 de julio de 2014 para adquirir compromisos de gasto con cargo a ejercicios futuros, a fin de posibilitar al Ministerio de Defensa la reprogramación de las anualidades de los Programas Especiales de Modernización de las Fuerzas Armadas, como consecuencia de dos nuevos programas tecnológicos de I+D para la Fragata F-110 y para el Vehículo de Combate sobre Ruedas VCR 8x8, así como por la reasignación de anualidades del programa relativo al Helicóptero NH-90.
"Los citados Programas Especiales tienen unas características de financiación particulares que suponen la realización de continuas adaptaciones durante su desarrollo", argumenta el Gobierno. En la actualidad, se van a iniciar dos nuevos Programas Especiales (Fragatas F-110 y VCR 8x8) y se reajustan los importes de las anualidades del programa de Helicópteros NH-90, que implican variaciones en las cuantías de los compromisos autorizados por el Consejo de Ministros en el año 2014.

Nueva fragata de Navantia para la Armada

"El proceso de instrucción de una fragata es largo y complejo", señala la nota de Moncloa, con una duración estimada de diez años desde su concepción inicial hasta la construcción del primer buque, estimándose una vida operativa de 35 años. "Este largo ciclo de vida obliga a incorporar nuevas tecnologías en sus sistemas para evitar obsolescencias tempranas", añade.
Fragata Canarias, de la serie Santa María -F80-. | Armada
Se propone la realización, vía I+D, de una serie de prototipos tecnológicos que permitan incorporar nuevos sistemas y equipos de origen nacional en futuras plataformas con un grado de madurez técnica adecuado. Para este programa se prevén unas necesidades de financiación de 174.364.424 euros, IVA incluido, cuyo pago se realizará por parte del Ministerio de Defensa en el año 2021. Hasta esa fecha financia el Ministerio de Industria.
La Armada tiene entre sus previsiones adquirir cinco unidades de la nueva serie de fragatas F-110 para sustituir a las fragatas clase "Santa María" denominadas F-80, seis buques construidos a mitad de la década de los 80 estacionados en la base naval de Rota (Cádiz).

Vehículos de combate sobre ruedas VCR 8x8

Como paso previo a la adquisición de las plataformas que compondrán la familia de vehículos blindados 8x8, se ha previsto iniciar la ejecución de un conjunto de programas tecnológicos para analizar la viabilidad de las nuevas tecnologías, incorporar las capacidades estratégicas de la industria nacional y alcanzar el grado de madurez necesario para posibilitar su integración en la plataforma VCR 8x8.
El VCR 8x8 es un sistema de combate clave que permitirá dotar a las Brigadas Orgánicas Polivalentes del Ejército de Tierra de la capacidad de adaptarse rápidamente a cualquier escenario de actuación futuro. Este vehículo de combate debe proporcionar a las unidades la potencia de fuego, movilidad, protección y proyección necesarios para todo tipo de escenarios, ya sea de alta, media o baja intensidad. Cuando entren en servicio sustituirán a los blindados actuales BMR y Vamtac.
La valoración económica de estos programas tecnológicos se eleva a 89.298.000 euros y será financiada por el Ministerio de Defensa en el año 2018.
El Gobierno añade que en el caso del programa del Helicóptero NH-90, en el ejercicio 2015 se ha puesto de manifiesto una menor necesidad por importe de 29.608.847 euros, que es necesario reprogramar al año 2018, manteniendo el coste total del programa.

Bruselas avisa de sanciones por los contratos de Defensa

Por otra parte, la Comisión Europea ha amenazado con la posibilidad de llevar a España ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TUE) si el Ministerio de Defensa que dirige Pedro Morenés no garantiza en un plazo de dos meses el cumplimiento de las normas sobre contratación pública.
Bruselas acusa al ministerio español de haber favorecido a determinadas compañías a la hora de adquirir artículos de vestimenta por valor de 190 millones de euros, incluidos uniformes para el Ejército, al haberles facilitado información de antemano para preparar las licitaciones antes de su publicación oficial.
También cuestiona la orden administrativa interna adoptada por el Ministerio de Defensa que permite la adquisición de determinados artículos, tales como uniformes, sin necesidad de aplicar la directiva europea sobre contratación pública 2004/18/EC.
El Ejecutivo comunitario envió el pasado jueves jueves a las autoridades españoles un dictamen motivado --el segundo paso de un procedimiento de infracción y último antes de llevar a un país ante la justicia europea-- y le ha dado un plazo de dos meses para notificarle las medidas para cumplir las normas de contratación pública de manera transparente, eficaz y profesional.

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jueves, 18 de diciembre de 2014

Navantia se desploma entre los fabricantes mundiales de armas

Ligera tendencia internacional a la baja en las ventas, mercado copado por EEUU con algunas empresas europeas y crecimiento desde Rusia y otros países emergentes. España pierde posiciones

Artículo publicado originalmente en Estrella Digital.
Publicidad de la empresa norteamericana Armalite.
Los astilleros públicos Navantia son la única empresa española presente en la clasificación mundial de fabricantes de armamento, donde ocupa el puesto 83, con una fuerte caída desde el puesto 65 del año anterior, según la información del think tank sueco SIPRI que analiza los resultados de las principales compañías de este sector durante el año 2013.
Navantia facturó en 2013 un total de 900 millones de dólares en productos de Defensa, frente a los 1.130 millones de 2012, y da trabajo directo a 5.620 personas. En su cuenta de resultados y en esta clasificación influye la entrega de pedidos a la baja con el cumplimiento de grandes contratos firmados en la última década con Noruega, Venezuela y Australia. El mejor resultado de Navantia en esta clasificación lo alcanzó en 2010, ocupando el puesto 48 del Top 100, con una facturación superior a los 2.000 millones de dólares.
Rastreando la presencia española se encuentra también en el consorcio europeo EADS (denominado Airbus desde este año), donde se integró el fabricante público de productos aeronáuticos CASA en 2000. Esta empresa cuenta con una participación del Estado español del 4%, alrededor de 6.000 empleos directos en España e importantes centros de producción en Getafe (Madrid), Sevilla, Cádiz, Illescas (Toledo) y Albacete. La tecnológica Indra despareció del listado en 2012.
Navantia ha pasado en un año del puesto 65 al 83
A nivel mundial, Estados Unidos copa seis de los 10 primeros puestos. El Top 100 lo encabezan las norteamericanas Lockheed Martin (35.000 millones de dólares en ventas, 115.000 trabajadores) y Boeing (30.000 millones y 168.000 empleos), el tercer puesto es para la británica BAE System, seguida de otras tres compañías de Estados Unidos, Raytheon, Northrop Grumman y General Dynamics (propietaria de la española Santa Bárbara). El grupo europeo EADS (hoy Airbus) ocupa la séptima posición, con ventas totales por valor de 15.740 millones de dólares y 144.000 empleos; el octavo puesto es para la norteamericana United Technologies (UTC), seguida de Finmeccanica (Italia) y Thales (Francia).
En síntesis, dos tercios de las empresas del Top 100 y el 84% de las ventas mundiales de armas corresponden a compañías con sede en Estados Unidos y Europa.
Las ventas de armas y de servicios militares por parte de las principales empresas productoras de armas —las SIPRI Top 100— llegaron a los 402.000 millones de dólares en 2013 según los nuevos datos sobre producción internacional de armas hechos públicos este lunes por el Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI).
Este es el tercer año consecutivo en el que baja el total de las ventas de los 100 principales productores de armas y de servicios militares. Con un descenso de las ventas de un 2% en términos reales, comparado con el 3,9% del 2012, el ritmo de la reducción ha disminuido ligeramente. Esto se puede atribuir, en parte, a los incrementos significativos de las ventas de armas por parte de empresas rusas y otros suministradores emergentes.
De las 10 primeras, seis son de EEUU y cuatro de Europa
Las ventas de las empresas con sede en los Estados Unidos y en Canadá continuaron disminuyendo moderadamente, mientras que las ventas de las empresas con sede en Rusia aumentaron un 20% el 2013. Europa occidental tuvo unos resultados más variados: las empresas francesas aumentaron sus ventas (DCNS y Dassault registran incrementos por encima del 20%), las compañías británicas se mantuvieron estables, y las ventas de las empresas de Italia y de España continuaron bajando.
"La cuota de venta global de armas por parte de las empresas que no son norteamericanas ni de Europa occidental, ha ido creciendo desde 2005", afirma Aude Fleurant, director del Programa de Armas y Gasto Militar del SIPRI. "El 2013, esta cuota se sitúa en el 15,5% de las ventas de armas de las Top 100, el porcentaje más alto en la historia de esta lista del SIPRI, que no incluye a las empresas con sede en China por falta de datos fiables".

El crecimiento de las empresas de armas rusas se mantiene alto

Publicidad de la empresa norteamericana Armalite.
La empresa rusa con un mayor incremento de ventas en 2103 fue Tactical Missiles Corporation, con un crecimiento del 118 por ciento, seguido de Almaz-Antey (34%) y de United Aircraft Corporation (20%). Las ventas de armas de Almaz-Antey en 2013 la convirtieron en la 12ª principal fabricante de armas (excluyendo a China) y la acercaron al top 10, que, desde finales de la guerra fría, ha sido exclusivamente integrada por productores de armas de los Estados Unidos o de Europa occidental.
En 2013 también se incorporó al SIPRI Top 100 la empresa Sozvezdie, fabricante de armas, comunicación y electrónica; la décima empresa rusa que se incorpora en esta lista.
"El destacado incremento de las ventas de las empresas rusas, tanto en 2012 como en 2013, es, en gran medida atribuible a las inversiones ininterrumpidas en contratación militar por parte del gobierno ruso durante la primera década de 2000. Estas inversiones se orientan claramente a modernizar la producción nacional de capacidades y de armas para situarla al nivel de las capacidades y tecnologías de las principales productoras de armas de los Estados Unidos y de Europa occidental", asegura Siemon Wezeman, investigador senior del Programa de Armas y Gasto Militar de SIPRI.

Ley de control presupuestario de los Estados Unidos 

A partir de 2011, la combinación de los límites sobre el gasto de defensa de los Estados Unidos impuesto por la Ley de Control Presupuestario de 2011, con la retirada de las fuerzas militares de Afganistán y de Iraq han provocado un descenso gradual en las ventas de las empresas de armas norteamericanas. La tendencia ha continuado en 2013 con una bajada del 4,5% en el total estimado de ventas de armas de empresas norteamericanas clasificadas en el SIPRI Top 100, comparadas con las ventas de 2012.
Empresas de Francia, Rusia, Brasil, Corea, India o Turquía aumentan ventas
El número de productores de los EE.UU. en la lista Top 100 también se redujo de 42 empresas en 2011 a 38 en 2013. ‘Esta es una consecuencia de la disminución de actividad de las empresas ante la sustancial bajada de la demanda, específicamente en aquellas que dependen de equipamientos y servicios relacionales con las grandes operaciones en ultramar,' afirma Fleurant.
Un buen ejemplo de lo anterior lo ilustra la empresa de ingeniería y construcción norteamericana KBR, muy ligada a los despliegues militares de EEUU en Irak o Afganistán, que ocupó en 2008 el puesto 13 del listado de principales empresas -con más de 5.700 millones de dólares de facturación- y en 2013 ha desaparecido de las 100 primeras.

Los productores emergentes del Sur Global aumentan las ventas

El SIPRI ha creado una nueva categoría para los suministradores emergentes clasificados en el SIPRI Top 100 de 2013, para poder hacer un mejor seguimiento de su evolución.
Esta nueva categoría incluye empresas de armas situadas en el Sur Global, incluyendo a Brasil, la India, la República de Corea (ROK, Corea del Sur), Singapur y Turquía.
Colectivamente, las ventas de armas de los suministradores emergentes representan una parte modesta de las ventas globales del Top 100 (alrededor del 3,6%). De todas maneras, el crecimiento, en 2013, de algunos de estos suministradores ha sido impresionante. Por ejemplo, las ventas de la Korean Aerospace Industries de Corea del Sur crecieron un 31% en 2013, mientras que la brasileña Embraer y la turca Aselsan continuaron subiendo en sus respectivas posiciones en la lista del Top 100, a partir de su primera aparición en los ranking, en 2011.
‘Estas tendencias subrayan la modesta, aunque continuada, erosión relativa de la dominación de los productores de los Estados Unidos y de Europa occidental, concluye Fleurant.

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jueves, 4 de diciembre de 2014

El nuevo submarino de la Armada acumula un sobrecoste de 1.000 millonesde euros

El programa de armamento más complicado de los que desarrolla Defensa acumula siete años de retraso y cientos de millones de euros de sobrecoste. Industria acaba de inyectar 759 millones de financión adicional. El desfase es proporcional al silencio de los principales afectados

Carlos Penedo. Artículo publicado originalmente en Estrella Digital.
Imagen de la construcción del primer submarino S80. | Navantia
La innovación tiene un riesgo; y marchar en solitario también. A lo anterior se suma la gestión empresarial y política de un programa industrial de defensa pilotado por una empresa pública. Todo lo anterior se junta en el programa del Ministerio de Defensa de los nuevos submarinos S-80 desarrollado por los astilleros públicos Navantia. La pregunta es cuánto riesgo puede asumir una empresa o el presupuesto público.
El programa nació en 2003 con un coste de 1.700 millones de euros y hoy suma 2.100 millones, 400 millones de sobrecoste al menos, ya que ni Navantia ni los ministerios de Industria ni Defensa han respondido a las solicitudes de información de este periódico. La entrega a la Armada del primer sumergible está prevista en 2018, siete años más tarde de los planes iniciales, retraso en este caso temporal que también tiene un coste económico, ya que ha obligado a modernizar los actualmente en servicio para prolongar su vida útil: en Cartagena se está en estos momentos realizando la gran carena -reforma completa- del submarino S-70 Tramontana, por importe de 43 millones de euros.
Asimismo el primero de los cuatro submarinos S-80 no se ajustará al proyecto. Los problemas encontrados de sobrepeso de más de 100 toneladas han provocado un rediseño que ha obligado a alargar el casco siete metros cuando el proceso de producción del primer sumergible ya estaba avanzado.
Defensa ha reiterado que el coste del programa no se iba a incrementar, otra cosa era el número de submarinos, sugiriendo que pudieran ser tres. En ese caso supondría entonces un encarecimiento no confesado de un 62%, desde 438 millones de euros por submarino según los planes iniciales (cuatro submarinos y 1.755 millones de presupesto total) a 711 millones por sumergible en las circunstancias actuales (tres aparatos y 2.134 millones de coste global).
Problemas de sobrepeso y el nuevo sistema de propulsión han lastrado el programa y disparado su coste
El desfase del programa ya acumula un sobrecoste de alrededor de 450 millones de euros, entre el incremento del techo total (380 millones), la renovación de submarinos actuales que no hubiera sido necesario modernizar (43 millones) y diversas asistencias técnicas (al menos 14 millones); además de haberse perdido un submarino y que el primero ya en construcción no cumplirá con las especificaciones técnicas del programa. De construirse los cuatro submarinos inicialmente previstos, la factura superaría en 1.000 millones los costes calculados en origen.
En septiembre de 2003 el Gobierno de José María Aznar aprobó en Consejo de Ministros el inicio del programa: construcción por los astilleros públicos Navantia de un nuevo submarino tecnológicamente avanzado, con un sistema de propulsión innovador, independiente de la atmósfera, que le permitiera tiempos de inmersión prolongados. El producto se situaba  a medio camino entre las prestaciones -y precio- de un submarino nuclear y otro convencional. El proyecto además se hacía en solitario, al margen de la alianza que ligaba durante años a Navantia con la francesa DCNS en la construcción de los submarinos de la clase Scorpene.
Submarino S-80, simulación.
El programa nació con Navantia como contratista principal, además de la participación de las empresas Indra y FABA en el sistema de combate, Abengoa en el sistema de propulsión independiente de la atmósfera y SAES en el desarrollo del sonar. A los anteriores se suma Lockheed Martin con el sistema de combate Aegis, con el que cuentan las últimas fragatas de la Armada y también los destructores norteamericanos que se están instalando en Rota como parte del escudo antimisiles.
Ante el "bache tecnológico" sobrevenido en el desarrollo del programa, en palabras del secretario de Estado de Defensa, léase la imposibilidad técnica aún hoy de integrar en el submarino el sistema de propulsión AIP (Air Independent Propulsion), el Ministerio ha incorporado al programa a la empresa española Técnicas Reunidas.
El Ministerio de Defensa ha lanzado un SOS al Pentágono para salvar el programa
El secretario de Estado ha tenido que acudir al Pentágono a pedir ayuda para salvar el programa, la última vez el pasado mes de marzo, solicitud traducida en la asistencia técnica de la norteamericana Electric Boat, rama submarina de General Dynamics, con la que se firmó un contrato que ha costado 14 millones de euros para solucionar el problema de sobrepeso, en primer lugar, también ahora la propulsión.
Los técnicos del Ministerio de Defensa califican el S-80 como un programa "de alto riesgo", riesgo industrial para Navantia, riesgo financiero para el Ministerio, en resumen, el programa de armamento más complicado de cuantos ha afrontado Defensa y las Fuerzas Armadas en las últimas dos décadas.
Entre los obstáculos que ha encontrado el programa figura en primer lugar el haber prescindido del socio tecnológico francés que ha acompañado a Navantia en los submarinos S-70 actualmente en servicio, disputa que acabó en los tribunales, arbitraje internacional mediante. Se ha detectado también la insuficiente definición del proyecto, tanto desde el punto de vista financiero como tecnológico.
El programa S-80 forma parte destacada de las adquisiciones multimillonarias decididas por el último Gobierno de José María Aznar en materia de defensa. El Consejo de Ministros de 5 de septiembre de 2003 autorizó cuatro programas de armamento que sumaban entonces 4.200 millones de euros, los submarinos más helicópteros de combate, un buque de proyección estratégica y dos centenares de blindados Pizarro.
Aznar autorizó la orden de ejecución en marzo de 2004 con su Gobierno en funciones
Se argumentaba entonces que "se pretende la adquisición de cuatro submarinos con sistema de propulsión AIP ("Air Independent Propulsión") y posibilidad de contar en un futuro con misiles de acción sobre tierra, sustituyendo a otros tantos que han finalizado su vida útil. La necesidad de contar con estos submarinos viene motivada para poder sostener una patrulla permanente en el Atlántico y otra en el Mediterráneo a 1.000 millas de la base".
De sus repercusiones laborales se decía que "la construcción de los cuatro submarinos supone un total de unos ocho millones de horas directas en la empresa pública IZAR, lo que equivale a trabajo para unas 500 personas durante diez años y, al menos, otros nueve millones de horas en la industria auxiliar. En conjunto, supone aproximadamente mil personas trabajando durante diez años en actividades de alto contenido tecnológico".
En febrero de 2004 se aprobó la financiación del programa, cuya entrada en servicio del primer submarino se fechaba en 2011. La orden de ejecución a los astilleros públicos se firma en marzo de 2004, con el Gobierno de Aznar en funciones, ya celebradas las elecciones generales y pendiente la toma de posesión del nuevo Gobierno del PSOE.
Las últimas novedades del programa una década más tarde, ya en este 2014, son el reconocimiento este mes de octubre por parte del secretario de Estado de Defensa que con el presupuesto aprobado es imposible construir cuatro sumergibles, lo que plantea incrementar el coste o construir tres, opción más probable.
Por su parte, los presupuestos generales del estado de 2015 incluyen una moratoria de tres años a Navantia para que empiece a devolver la financiación recibida para desarrollar el programa.
Esa financiación, llamada "anticipos reembolsables sin intereses", procede del Ministerio de Industria, protagonista de la última decisión. El Consejo de Ministros del pasado 31 de octubre aprobó una financiación adicional a Navantia de 759 millones de euros entre este mismo 2014 y 2018. "De este modo -decía la nota de Moncloa-, se podrá finalizar el prototipo del primer submarino denominado S-81". Con esta nueva reprogramación financiera Navantia empieza en 2019 a devolver los préstamos y tiene hasta 2030 para completar el reintegro de la financiación de Industria a interés cero.
De construirse los cuatro sumergibles, el sobrecoste alcanzaría los 1.000 millones de euros
Parece existir una máxima en los programas de armamento que justifica el incremento del presupuesto inicial basado en la incertidumbre por la fuerte carga de innovación tecnológica que incluyen, y que por tanto se puede interpretar que técnicos, empresas y militares son incapaces de calcular en inicio.
Por poner un ejemplo internacional, el nuevo caza de combate norteamericano F-35, el programa más caro de toda la historia del Pentágono, desarrollado por Lockheed Martin y competidor directo del Eurofighter de EADS -a quien ha ganado ya algunos contratos-, ha duplicado su coste inicial hasta los 400.000 millones de dólares y acumula problemas técnicos que llevaron en julio a interrumpir los vuelos de prueba. La previsión de su entrada en servicio en 2015 se aplaza ahora hasta 2017.
En mayo de 2013 la ministra de Defensa de Alemania decididó cancelar el programa Euro Hawk después de haber gastado más de 500 millones de euros, programa de desarrollo de cuatro UAV de gran altitud por parte de las empresas Northrop Grumman y EADS. Ya este mes de febrero, la ministra envió una carta al personal civil y militar del Ministerio en la que reconocía que el proceso de adquisiciones para las Fuerzas Alemanas no estaba planificado y estructurado adecuadamente, los procedimientos -decía- no se realizan "ni en tiempo ni dentro de un marco financiero" y anunció una auditoría. El objetivo declarado era aumentar los controles externos, la transparencia de los programas hacia la opinión pública y mejorar el análisis de riesgos.
En España UPyD presentó una iniciativa similar en el Congreso el pasado mes de julio, que fue finalmente rechazada en la Comisión de Defensa del Congreso el pasado miércoles, con el único voto en contra del PP. La proposición no de ley presentada por UPyD pedía al Gobierno la realización de una auditoría de los programas especiales de armamento así como una renegociación con la industria que rebaje la factura de los mismos.
El Congreso ha rechazado la auditoría defendida por UPyD, PSOE, IU y CiU
La iniciativa defendida por la diputada de UPyD Irene Lozano pedía encargar "con carácter inmediato" esa auditoría para determinar "en un plazo máximo de seis meses" varios aspectos como "la utilidad real de los 19 programas en relación con las amenazas y los riesgos existentes para la defensa española" así como "la cantidad de los programas recepcionados y los que no lo han sido".
Para Lozano, "hay una opacidad absoluta" por parte del Ministerio de Defensa en lo que respecta a los programas especiales de armamento, ya que ha denunciado que este departamento no ha explicado de forma detallada el estado de los mismos así como el pago.
Además, considera que los programas deberían ser "revisados" porque, a su juicio, no se encargaron para lograr la modernización de las Fuerzas Armadas españolas, sino en beneficio de la industria de defensa.
La proposición no de ley de UPyD ha obtenido el respaldo de PSOE, la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) y CiU, que se sumaron a las críticas al Ministerio de Defensa por lo que consideran "falta de transparencia" tanto en la ejecución como en el pago de los programas especiales de armamento.

sábado, 2 de agosto de 2014

El Gobierno incrementa en 914 millones el presupuesto de Defensa

El Gobierno aprovecha el Consejo de Ministros del 1 de agosto para tomar decisiones clave. Defensa dispone cada año de un 30% más de recursos de lo aprobado por el Parlamento


Carlos Penedo. Artículo publicado originalmente en Estrella Digital.
Entre las referencias del Consejo de Ministros de este 1 de agosto, colgadas en la web de La Moncloa a media tarde, se encontraba una sorpresa que supone incrementar un 16% el presupuesto aprobado por el Parlamento al Ministerio de Defensa para 2014.
La decisión se adjudica al Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas y aparece camuflada entre dos acuerdos menores que afectan a temas como vacunaciones infantiles por Exteriores y gestión de purines por Agricultura. Con esa compañía el Gobierno informa de la aprobación de un Real Decreto Ley por el que se conceden créditos extraordinarios y suplementos de crédito en el presupuesto del Ministerio de Defensa que suman 914 millones 215 mil 368 euros y 60 céntimos de euro.
El objetivo del crédito extraordinario es “atender al pago de obligaciones correspondientes a programas especiales de armamento, por importe de 883.655.368,60 euros, y, por otra parte, se conceden suplementos de crédito para financiar gastos relativos a adiestramiento y alistamiento de la Fuerza Conjunta, por importe de 30.560.000 euros”.
Dice la nota del Consejo de Ministros que con estos fondos “se pretende satisfacer las necesidades de las Fuerzas Armadas Españolas, dotándolas de los mejores sistemas de armas, equipos e infraestructuras de apoyo para el cumplimiento de sus misiones, así como evitar que se resientan los planes de adiestramiento, mantenimiento y renovación de las unidades de las Fuerzas Armadas no desplegadas por limitaciones de presupuesto, ya que en el momento actual las dotaciones presupuestarias solo permiten atender el alistamiento de aquellas unidades que van a ser desplegadas en operaciones”.
Añade el Gobierno que “el suplemento de crédito atiende la deuda acumulada con proveedores como consecuencia de inversiones y planes industriales de alcance nacional e internacional en los que han participado los Ministerios de Industria y de Defensa”.
La interpretación de lo anterior es que el Gobierno de Rajoy ha elegido en los últimos tres años la fórmula de aprobar un crédito extraordinario a mitad de ejercicio para responder a los compromisos de pago de los programas especiales de armamento aprobados desde  mediados de los 90. Los programas especiales de armamento recibieron también de fuera del Ministerio de Defensa un crédito extraordinario de 1.782 millones en 2012 y de 877 millones en 2013; además de otras cantidades extraordinarias procedentes del Ministerio de Industria o de la venta de propiedades inmobiliarias.
La causa hay que buscarla en que el sistema ideado por el propio Pedro Morenés, hoy ministro, cuando ocupó la responsabilidad de secretario de Estado de Defensa a finales de los 90, ha crujido. En síntesis, los pagos en los primeros años eran bajos y correspondían al Ministerio de Industria, y ahora son cada año más elevados y se adjudican a Defensa, que no tiene presupuesto para afrontarlos y necesita transfusiones de Hacienda normalmente alrededor del mes de agosto para intentar que pase desapercibido.
El secretario de Estado de Defensa, Pedro Argüelles, sobre los compromisos financieros de las grandes programas de armamento, ha insistido en sede parlamentaria que se deje ya de hablar de los reiterados 30.000 millones de euros. Señala que Defensa ya ha pagado 7.000 millones, que el Ministerio de Industria ha adelantado a las empresas 15.000 millones y entonces el problema financiero pendiente son 8.000 millones de euros que Defensa debe abonar en una década –a unos 800 millones anuales vía crédito extraordinario-.
Estas decisiones convierten en una ficción los presupuestos que cada otoño se debaten en Congreso y Senado para el Ministerio de Defensa, porque a los créditos extraordinarios para programas de armamento se suman el pago del despliegue exterior de las Fuerzas Armadas en operaciones como Afganistán, Líbano, Somalia, Malí o la República Centroafricana, escenarios actuales, que tampoco se recoge en el presupuesto inicial de Morenés.
En 2013 los gastos de las operaciones militares en el exterior sumaron 784 millones de euros, procedentes de un fondo de contingencia del Ministerio de Hacienda. En 2014 la cifra puede ser inferior por el repliegue prácticamente total del contingente en Afganistán, aunque el coste de repatriación del material ha sido muy elevado y sin duda afectará también al presente ejercicio.
La segunda decisión del Consejo de Ministros de ayer afecta a la nueva Fuerza Conjunta diseñada por el Jefe de Estado Mayor de la Defensa a la que se le conceden 30,5 millones extras de financiación para financiar gastos relativos a adiestramiento y alistamiento.
El jefe de Estado Mayor de la Defensa, mando operativo de las Fuerzas Armadas, Fernando García Sánchez, hizo público a comienzos de año el nuevo diseño de la organización militar que tiene como eje una fuerza de acción conjunta compuesta en su núcleo por 15.000 militares realmente operativos y desplegables por el Gobierno a un escenario determinado en caso de necesidad, 10.000 de ellos para operaciones combinadas con países aliados o en el marco de organizaciones internacionales, y otros 5.000 en principio destinados a responder a operaciones en las que España debiera actuar militarmente en solitario.
El Ministerio de Defensa ha estado especialmente activo en este final del curso político por los temas aprobados en el Consejo de Ministros.
El Gobierno autorizó ayer también la celebración del contrato de orden de ejecución para la construcción por la empresa pública Navantia de dos Buques de Acción Marítima oceánicos. La construcción se llevará a cabo entre los años 2014 a 2019 con un coste estimado de 166 millones de euros por unidad.
Otro acuerdo tomado en el primer día de agosto está relacionado con la venta de patrimonio inmobiliario de Defensa. El Consejo de Ministros ha autorizado al Instituto de Vivienda, Infraestructura y Equipamiento de la Defensa a enajenar el Taller de Precisión y Centro Electrotécnico de Artillería, situado en la calle Raimundo Fernández Villaverde, en Madrid, inmueble tasado y valorado en 90 millones de euros y ya a disposición de cualquier inversor interesado.
En el celebrado el 25 julio, el Consejo de Ministros acordó asignar al Ministerio de Defensa la responsabilidad de la planificación, dirección, control y ejecución de las políticas necesarias para el fortalecimiento y consolidación del sector industrial de la defensa. Se puede traducir lo anterior en que Morenés ha quitado a Montoro, De Guindos y Soria el control sobre la industria de defensa pública o participada por el Estado, donde se encuentran los astilleros de Navantia pero también el 4% del gigante Airbus o el 20% público de la tecnológica Indra.
Como ocasión extraordinaria, la rueda de prensa del Consejo de Ministros del 1 de agosto no correspondió como es habitual a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, acompañada de algún titular de un Ministerio con temas importantes, sino al propio presidente del Gobierno. Mariano Rajoy no dijo una palabra sobre los dineros de Defensa.

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jueves, 3 de abril de 2014

La UE quiere más Industria por medio de la Defensa

Defensa ultima la concentración de los programas de armamento. La Comisión Europea reorienta los fondos estructurales hacia la innovación, en busca de mayor peso de la Industria en su economía. Y la industria de Seguridad y Defensa es clave

Carlos Penedo. Artículo publicado originalmente en Estrella Digital.
Tiempos de presupuestos públicos a la baja, lo que afecta directamente a quien tiene al Estado como cliente único o principal. La industria de defensa capea la crisis buscando mercados exteriores, demandando nuevos programas de armamento, nacionales o comunitarios; mayor inversión en I+D y rastreando las señales de humo que lanza el Ejecutivo comunitario. Entre las más esperanzadoras, la reorientación de los fondos estructurales hacia la financiación de la innovación. El peligro de perder el tren del futuro frente a Estados Unidos y los países emergentes, junto con la crisis de Ucrania, pueden impulsar la política común de seguridad de los 28.
La Comisión Europea se ha propuesto en el plazo de seis años –en 2020- incrementar la participación del sector industrial desde el actual 15% de la economía comunitaria hasta el 20%. Europa quiere reindustrializarse y uno de los sectores considerados prioritarios es el de la seguridad y defensa, según ha declarado este miércoles en Madrid el director general de Empresa e Industria de la Comisión Europea, Daniel Calleja. El marco de sus mensajes ha sido una jornada organizada por el Club Diálogos para la Democracia que ha reunido a responsables políticos del sector industrial y representantes de cuatro de las principales empresas del sector de la defensa, Airbus, Indra, Navantia y SENER.
“La defensa es un elemento esencial de la nueva política industrial de la Comisión”, ha señalado Calleja, que ha detallado las distintas acciones sobre las que la UE está trabajando, entre ellas incrementar la competencia en un mercado como defensa donde el 75% de las compras públicas son todavía nacionales, apoyar a las Pymes y un cambio de enfoque de los fondos estructurales y regionales, hasta ahora destinados principalmente a financiar infraestructuras, hacia la innovación y el apoyo financiero de tecnologías de uso dual, civil y militar. En concreto, el director general de la Comisión mencionó el programa Horizonte 2020, que financia proyectos de investigación e innovación, contando con 80.000 millones de euros para el periodo 2014-2020.
Con esos fondos la UE pretende impulsar además proyectos dentro de las cuatro objetivos estratégicos apuntados por la reunión de jefes de Estado del pasado diciembre que trató temas de defensa: ciberseguridad, aviones no tripulados, seguridad naval y sector espacial.
Calleja informó de que la Comisión tiene previsto abordar este mismo mes de abril el tema de la integración de los drones en el espacio aéreo civil, vacío normativo que tapona en este momento el desarrollo de los aparatos no tripulados.
Otro ámbito de actuación y desarrollo actual ha sido el de los satélites, con el programa Galileo, sistema de navegación por satélite con un presupuesto de 7.000 millones de euros, que ya cuenta con cuatro aparatos en el espacio y tiene previsto lanzar otros cuatro a lo largo de 2014; y el programa Copérnico de observación de la Tierra, cuyo primer satélite de una serie de siete será lanzado este mismo viernes desde las instalaciones de la Agencia Europea del Espacio en la Guayana francesa.
El sector industrial tuvo también ocasión de escuchar al secretario de Estado de Defensa. Pedro Argüelles ha anunciado que el Gobierno aprobará próximamente un real decreto de reforma de la Dirección General de Armamento y Material para convertirla en el único organismo de adquisiciones con el que poder centralizar la compra y control de los programas de armamento, que actualmente realizan los Ejércitos de Tierra y del Aire y de la Armada, al estilo de agencias de armamento existentes en otros países vecinos como Francia.
El secretario de Estado de Defensa ha asegurado que “los acontecimientos de Ucrania han reforzado la necesidad de una mayor cooperación europea en materia de defensa” y de impulsar los acuerdos genéricos suscritos en diciembre. Argüelles ha insistido en la necesidad de salvaguardar las capacidades industriales esenciales del sector español de la defensa, “estamos definiendo las capacidades industriales estratégicas”, asunto en el que el Ministerio lleva tiempo trabajando aunque no se ha comprometido con ninguna fecha para dar a conocer los resultados. “De este estudio saldrán las capacidades ya existentes que debemos mantener y garantizar, las que son críticas y debemos reforzar, y las que tenemos que adquirir en solitario o con socios internacionales”, afirmó.
Por su parte, el director general de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa del Ministerio de Industria, Energía y Turismo,  Manuel Valle, ha destacado la importancia de la industria –“los países con más industria soportan mejor las crisis, y este sector en España está detrás del 80% de las exportaciones y del 80% de la inversión en I+D”- y, por tanto, también la de la industria de la Defensa en el conjunto de la economía española, por su aportación al PIB industrial, por sus repercusiones en la defensa y seguridad y por los efectos que tiene sobre el conjunto de la industria civil española. “El sector industrial de la defensa presenta características especiales derivadas de su alto nivel tecnológico, empleo cualificado y estable, así como su carácter exportador, por lo que el Ministerio lo califica como un sector estratégico”, ha afirmado.
El director general de Industria recordó que defensa es uno de los seis sectores estratégicos que su Ministerio apoya, y mencionó el trabajo conjunto que su departamento desarrolla con Defensa y los 14.000 millones de euros que el Ministerio de Industria ha aportado en créditos para desarrollos tecnológicos en el sector de la defensa desde 1996, 350 millones en este año 2014.
La intervención más crítica por parte de las empresas ha correspondido al vicepresidente y director de Relaciones Institucionales en España de Airbus, Jacinto García Palacios, quien ha censurado que las tremendas expectativas ante el consejo europeo de diciembre no se correspondieron con los resultados. El representante de Airbus se mostró muy crítico con la lentitud de la UE en sus actuaciones y que parece no darse cuenta de la importancia del conocimiento y de las consecuencias del actual parón en la financiación de la I+D, en contraste con el incremento de la inversión en este campo de los países emergentes.
Abogó también por una mayor definición de la política europea de defensa, pues sin ella no se pueden concretar necesidades y programas a desarrollar por la industria. García Palacios apuntó que Francia, Reino Unido y Alemania concentran el 70% del gasto europeo en defensa y tienen capacidad para marcar la pauta al resto de la Unión. Con todo defendió participar e intentar influir en la UE, y a nivel nacional animó a planificar a medio y largo plazo, invertir en I+D y corregir mediante consorcios la excesiva fragmentación del mercado y pequeño tamaño del tejido empresarial nacional. “Europa nos obligará a hacer lo que no hagamos nosotros”, señaló, “tenemos que definir las capacidades estratégicas e invertir en I+D”.
Este último aspecto fue también destacado por el director general de Indra, Carlos Suárez, quien afirmó que “estamos compitiendo con productos desarrollados en los últimos veinte años, y hoy no estamos invirtiendo en I+D para los próximos veinte”. Sobre el carácter dual de las tecnologías, Suárez recordó que Indra comenzó derivando tecnologías de origen militar hacia el mundo civil, y en la actualidad ya se está emprendiendo el camino inverso, el trasvase de tecnologías civiles al campo militar.
José Manuel Revuelta, presidente de Navantia, destacó que en España “tenemos fortalezas que exhibir en el campo de la construcción naval”, defendió la alianza estratégica que une a Navantia con el Ministerio de Defensa y con la Armada; y en alusión indirecta al hipotético proceso de concentración empresarial en el sector, señaló que la agrupación de empresas o algún tipo de asociación es planteable con un programa concreto encima de la mesa, como pudiera ser la futura fragata F-110, no sobre el vacío.
Por su parte, el vicepresidente de la tecnológica SENER, Andrés de Sendagorta, ha destacado durante su intervención que es necesario que España defina una política industrial para Defensa, y eso significa elegir qué capacidades se quieren potenciar para poder destacar en ellas y competir internacionalmente. En este sentido, ha trasladado a la Administración que la industria espera de ella claridad en sus mensajes, celeridad, sin caer en la improvisación, y continuidad, con planes sostenidos en el tiempo. “El sector”, ha comentado, “está en estado de shock, sobreviviendo gracias a programas de larga duración contratados en años anteriores, muchos de ellos internacionales”.
También ha señalado que la pérdida de capacidad tecnológica en España no es un riesgo futuro, sino que es una realidad, pues “muchos técnicos e ingenieros españoles tienen que trabajar en otros países o en otros sectores”. El vicepresidente de SENER ha apuntado que en los últimos 24 meses el 96% de la contratación global de la empresa se ha producido fuera de España y “el reto de ejecutar estos proyectos sin perder capacidad tecnológica es formidable. Para lograrlo, hace falta invertir en desarrollo tecnológico”. Andrés Sendagorta ha añadido que la crisis no afecta sólo a la industria de defensa sino también a otros sectores, como el de la construcción, que están sabiendo defenderse con éxito.
El vicepresidente de SENER ironizaba en la jornada sobre que habitualmente en estos encuentros las empresas se dedican a decirle a la Administración lo que debe de hacer, y ésta a las compañías cuál debe de ser su actuación. En su opinión, si existe demanda las empresas se organizan convenientemente.
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martes, 4 de febrero de 2014

Vacas flacas para los fabricantes de armas

  • Navantia registra el mayor descenso en facturación de una empresa europea, mientras que Indra sale del Top 100
  • Aumenta el número de empresas y ventas de países emergidos
  • La mitad de las 100 primeras empresas de armamento son de EE.UU.

Carlos Penedo. Artículo publicado originalmente en Estrella Digital.
La facturación de las 100 principales fabricantes de armas y tecnología militar en el mundo ha caído más de un 10% en dos años, por resultados negativos principalmente en Europa occidental –de forma destacada España- y EE.UU., y la salida norteamericana de Irak.
Las ventas de armas y servicios militares por parte de las principales empresas productoras en todo el mundo alcanzaron los 395.000 millones de dólares en 2012, según los últimos datos sobre la producción internacional de armas hechos públicos por el Stockholm International Peace Research Institute –SIPRI- en la Conferencia de Seguridad celebrada este fin de semana en Munich.
Esta cifra representa un 4,2% de descenso en términos reales en comparación con las ventas de las empresas del Top 100 en 2011 y continua con la tendencia de reducción del 6,6% que se produjo aquel año. Con todo, las ventas de armas del Top 100 se han incrementado un 29% en términos reales desde 2003.
El descenso en las ventas de armas en 2012 no fue uniforme: mientras que las de las empresas de Estados Unidos, de Canadá y de la mayoría de países de la Europa occidental continuaron bajando, las de las compañías rusas y de otros países emergentes o emergidos aumentaron significativamente.
El Instituto sueco destaca que en Europa la empresa con una mayor caída en la venta de armas fue Navantia, la única compañía española en la lista, que baja al número 63 del Top 100 frente a la posición 55 un año antes, con un descenso de la facturación del 27%, de 1.650 millones en 2011 a 1.130 millones de euros en 2012, año en el que aparece con una plantilla de 5.537 trabajadores.
Otra empresa española tradicionalmente presente en este listado era Indra, que abandona el club por la disminución de sus ventas el 8,8%.
Para el SIPRI, “estos descensos reflejan la gran caída del gasto militar español desde 2008”, que cifra en un 20% en términos reales, “como parte de las medidas de austeridad consecuencia de la crisis económica”, y que representan “a gran distancia los mayores descensos entre los principales países productores de armas de Europa occidental”.
Junto con Navantia, la presencia española en el Top 100 hay que rastrearla en el consorcio europeo EADS, que ocupa el séptimo lugar de la lista, con 15.400 millones de dólares de ventas en material militar y 140.000 empleados. Las factorías españolas de la antigua CASA contribuyeron al grupo EADS con 3.640 millones y 7.546 trabajadores. El Estado español, a través del holding público SEPI, es propietario hoy del 4% de EADS, tras desinvertir a lo largo de 2013 otro 1,5% del capital que ha supuesto unos ingresos de 380 millones de euros. En 2014 el grupo EADS se ha rebautizado como Airbus Group.
El Top 100 mundial de empresas de armamento elaborado por el SIPRI lo encabezan dos multinacionales de EE.UU., Lockheed Martin (36.000 millones de dólares en ventas y 120.000 empleados) y Boeing (27.610 millones de facturación en defensa y 174.000 empleados). La tercera plaza en la clasificación la ocupa la británica BAE Systems (26.950 millones de dólares en ventas y 88.000 empleados). Los tres siguientes puestos los vuelven a ocupar empresas norteamericanas, Raytheon (22.500 millones de dólares en ventas, 67.800 empleados), General Dynamics (20.940 millones, 92.200 empleados, multinacional propietaria de la española Santa Bárbara) y Northrop Grumman (19.400 millones y 68.000 empleados). La italiana Finmeccanica ocupa la novena posición mundial y la francesa Thales, la undécima.
El porcentaje de las empresas que no son de América del norte ni de Europa occidental también ha crecido desde 2005 hasta el 13,5%, el punto más alto en la historia de los Top 100, que no incluye a las empresas con sede en China por la ausencia de datos disponibles.
Las empresas rusas vieron un crecimiento particularmente grande en las ventas estimadas de armas en 2012. Las compañías de armas rusas continúan manteniendo altos niveles de exportación pero el incremento en las ventas estimadas de armas de 2012 refleja principalmente las grandes y crecientes ventas internas, como parte del Plan de Armamentos del Estado 2011 – 2020, de 700.000 millones de dólares.
“La industria de armamento rusa está re-emergiendo gradualmente de los escombros de la industria soviética”, afirma Sam Perlo-Freeman, director del Programa de Gasto Militar y Producción de Armas de SIPRI. “Aún así, la industria todavía está plagada de equipamiento desfasado, de una organización ineficiente y de una corrupción muy extendida que continuará limitando la habilidad de Rusia para competir tecnológicamente con occidente”.
Este año, por primera vez, el SIPRI Top 100 incluye datos de Ucrania, que ha consolidado la mayor parte de su industria de armas en una única compañía–holding, Ukroboronprom.
El fabricante de aviones brasileño, Embraer, entró en el Top 100 en 2010 y fue una de las empresas que más posiciones escaló en 2012, un 36% en términos reales, subiendo del lugar 83 al 66 con ventas de armas de 106.000 millones de dólares.
Por su parte, el crecimiento de la industria de Corea del Sur continuó en 2012 con un 4,2% de incremento real en ventas de armas por compañías de la Top 100. Las ventas totales de las empresas coreanas en la Top 100 se han más que duplicado en términos reales desde 2002.
Las ventas de las empresas de Estados Unidos, afectadas por la retirada de Irak
Las ventas de las 42 empresas de armas con base en Estados Unidos representaron el 58% del total del Top 100, y las 30 empresas con base en Europa occidental fueron el 28% del total. Mientras que estas empresas todavía representan el 87% de las ventas de armas, el declive de las ventas en estas regiones tradicionalmente productoras refleja el descenso del gasto militar, que empezó claramente en 2011. En particular, la retirada de las fuerzas de Estados Unidos de Irak a finales de 2011 tuvo un efecto significativo en un número importante de empresas.
La caída más grande en porcentaje en ventas de armas en el Top 100 en 2012 –del 60% en términos reales– fue de KBR, que proveía de apoyo logístico a las fuerzas de los EE.UU. en Irak y bajó sus ventas de 2.180 millones de dólares en 2011 a 880 millones en 2012. Las ventas de las empresas que proveían vehículos blindados a las fuerzas norteamericanas en Irak y en Afganistán, incluidas Navistar y AM General, también disminuyeron.

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