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viernes, 26 de diciembre de 2014

España reduce la ayuda humanitaria en un 90%

  • Se ha pasado en cuatro años de encabezar la ayuda humanitaria a hundirse con los mayores recortes de todas las políticas del Gobierno
  • A nivel internacional crecen los fondos, que aún así resultan insuficientes para atender las últimas crisis
  • Informe de IECAH y Médicos sin fronteras

Carlos Penedo. Artículo publicado originalmente en Estrella Digital.
Refugiados centroafricanos en Camerún. | MSF
El presupuesto español de Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) destinado a ayuda humanitaria continuó experimentando una significativa reducción durante el año 2013. Se han imputado como gastos de acción humanitaria 38 millones de euros, casi un 90% menos que en 2010.
España es el país que más ha reducido sus fondos de ayuda humanitaria desde entonces, con recortes incluso mayores que en otras políticas sociales: de los 356 millones de euros de aquel año, a 216 millones en 2011 y 72 millones en 2012. Si comparamos las cifras de 2013 y 2012 se observa que, en tan sólo un año, la ayuda humanitaria española se ha reducido en un 47%. Esto supone que, a día de hoy, el porcentaje que representa la ayuda humanitaria respecto al total de la AOD española apenas supera el 2,17 %, cifra muy por debajo de la media internacional. El hecho de que el componente humanitario de la ayuda española esté siendo el que más esté sufriendo los recortes hace que la capacidad para responder a muchas de las crisis se vea totalmente condicionada a la disponibilidad de fondos.
Según el informe 'La acción humanitaria en 2013-2014: una respuesta tardía', elaborado por el Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH) con la colaboración de Médicos Sin Fronteras (MSF), y presentado este miércoles en Madrid, los recortes en la ayuda humanitaria española impiden una respuesta mínimamente digna.
"Más allá de la buena voluntad de muchos de los responsables de la ayuda española y de la Oficina de Acción Humanitaria de la AECID, la falta de fondos ha hecho que deban solicitarse créditos extraordinarios de modo urgente para poder responder a la crisis siria o al ébola", señala Francisco Rey, codirector del IECAH. "Parecería razonable que, en lugar de utilizar este tipo de mecanismos que hacen tardía la respuesta, se aumentaran los presupuestos, pues, aunque no sepamos dónde o cuándo, está claro que se van a producir nuevas crisis con graves consecuencias humanitarias", añade.
Los grandes recortes de la ayuda humanitaria española (el componente de la cooperación que más ha disminuido) están limitando la capacidad de España para responder a las crisis. Solo a través de créditos extraordinarios, y de modo insuficiente y tardío, se han podido sumar algunos fondos en las crisis de los Territorios Palestinos Ocupados, Siria o del ébola.
Denuncia Jesús A. Núñez, codirector del IECAH, que "encerrados en una visión cortoplacista que solo puntualmente activa limitados parches allí donde se identifiquen riesgos para los intereses propios, se ha optado por una mera gestión de los problemas heredados del pasado, sin afán alguno por resolverlos realmente, en la medida en que eso último obligaría a articular un esfuerzo sostenido, multidisciplinar y multidimensional para el que muy escasos actores están actualmente dispuestos".
En palabras de Joan Tubau, director general de Médicos Sin Fronteras, "la crisis del ébola ilustra la dificultad que tiene el sistema humanitario en responder rápida y eficazmente a nuevos retos y a emergencias complejas. Cuando por fin algunas de las promesas llegan al terreno, sólo se traducen en dinero y en capacidad logística, pero no en las suficientes manos para enfrentarse a la enorme tarea que tenemos ante nosotros. España, que podría haber desempeñado un papel importante en la respuesta global a la epidemia, ha optado por quedarse al margen, limitándose a realizar una escasa contribución económica y dejando patente la tremenda desigualdad entre lo que se gasta en hacer frente a unos pocos casos importados dentro de nuestras fronteras y lo que aporta para combatir la epidemia en su foco, donde realmente está el problema. Un país como el nuestro, que hace apenas cuatro años era uno de los referentes en la respuesta a emergencias, ni siquiera está hoy ubicado entre los 20 que más aportaciones han hecho al fondo internacional contra el ébola".

España rechaza la petición de la ONU para utilizar Canarias contra el ébola

Más allás de los fondos destinados, un ejemplo que ilustra el compromiso del Gobierno español con la última gran crisis humanitaria del ébola es su rechazo a utilizar el aeropuerto de Las Palmas como puente aéreo humanitario que facilitara el traslado de cooperantes y personal médico dedicado a combatir esta enfermedad en África, como así se lo pidieron Naciones Unidas y Médicos Sin Fronteras.
Tanto el Programa Mundial de Alimentos -PMA- de Naciones Unidas, que tiene una base logística en Las Palmas, como la ONG Médicos Sin Fronteras dirigieron hace tres meses una petición formal al Gobierno que no ha tenido respuesta.
Sí se han conocido las condiciones que se han impuesto al PMA, la obligatoriedad de que cooperantes y personal sanitario que proceda de los tres países más afectados por el ébola -Liberia, Sierra Leona y Guinea- permanezcan 21 días en un tercer país libre de la enfermedad antes de ser autorizados a pisar suelo canario. Esta condición supone un rechazo frontal al uso de Gran Canaria como base de traslados de personal y, además, se trata de una decisión considerada absurda por las organizaciones afectadas, ya que no se aplica a los vuelos regulares que conectan Canarias con la zona, como Senegal, donde pueden hacer fácilmente escala quienes trabajan en los focos del ébola.
Médicos Sin Fronteras, que tienen 350 trabajadores internacionales y 3.000 locales centrados en la epidemia en suelo africano, también formuló una petición de medios de Defensa que no ha tenido respuesta, para que se utilizaran unidades y medios de las Fuerzas Armadas en la lucha contra el ébola, como sistemas de descontaminación biológica y NBQ así como medios de transporte para aeroevacuaciones.

Respuesta internacional insuficiente

La ayuda humanitaria internacional alcanzó cifras record durante el año 2013 y, sin embargo, la respuesta internacional sigue sin estar a la altura de las crecientes necesidades y de las complejas crisis a las que debe enfrentarse. La crisis siria y la tardía respuesta al ébola dejan patente una clara y grave falta de voluntad política en la resolución de conflictos armados, así como una cada vez más acuciante falta de fondos para atender las demoledoras consecuencias de las emergencias humanitarias, afirma el IECAH.
Durante los años 2013 y 2014 se han agravado algunas de las crisis humanitarias ya existentes y han surgido otras nuevas, haciendo que se declararan simultáneamente cinco emergencias nivel tres, el nivel máximo de gravedad que decreta las Naciones Unidas para las crisis humanitarias, en Siria, República Centroafricana, Sudán del Sur e Irak, a las que vino a añadirse la epidemia de ébola.
En este 2014 se vio también cómo Libia caía de nuevo en el caos, cómo la violencia asolaba Ucrania y cómo la nueva ofensiva de Israel contra Gaza dejaba tras de sí más de 2.000 muertos, de los cuales un 70% eran civiles, y decenas de miles de personas desplazadas. La escasa y tardía respuesta internacional a las mismas muestra que ciertas amenazas, si no se abordan desde su inicio, tienden a agravarse y a desembocar en graves crisis y en enormes movimientos de población. En este contexto, 2014 terminará con más de 50 millones de personas desplazadas o refugiadas, la mayor cifra desde la II Guerra Mundial.
Los fondos destinados a ayuda humanitaria internacional experimentaron en el año 2013 un significativo crecimiento, alcanzando un techo hasta ahora desconocido: 22.000 millones de dólares. Esto supuso un aumento del 27% respecto de los 17.300 millones de dólares concedidos el año anterior, y un 13% más que el récord anterior, fijado en los 19.400 millones que se desembolsaron en 2010 (en respuesta a desastres de gran escala, como el terremoto de Haití o las inundaciones de Pakistán). Este incremento tiene también su parte menos positiva, ya que más de un tercio de las necesidades existentes en 2013 quedaron sin cubrir. Esto ocurre en un escenario de polarización y extrema tensión en el Consejo de Seguridad de la ONU, que pone de relieve la ineficacia de la maquinaria humanitaria ante crisis altamente politizadas como, por ejemplo, las de Oriente Medio y Ucrania.
Los casos analizados en el Informe denotan que la mayoría de organismos internacionales y gobiernos donantes no están siendo capaces de garantizar presencia humanitaria en los escenarios más complejos, o responder de modo oportuno a nuevas crisis como la epidemia de ébola. Para estas ONG, no hay voluntad política ni financiera para reaccionar con vigor a las emergencias derivadas de conflictos o desastres, que más sufrimiento causan. Sólo en 2013, se registraron 330 desastres naturales, que afectaron a 96,5 millones de personas y 35 conflictos armados.
El décimo informe del Observatorio de la Acción Humanitaria ha sido elaborado por el IECAH en colaboración con MSF y con la participación de Development Initiatives. Analiza la evolución de la financiación humanitaria internacional y española y dedica un capítulo al conflicto de Siria y otro a la epidemia de ébola, que aborda desde las perspectivas política, de seguridad y humanitaria; asimismo, incluye una cronología de acontecimientos internacionales.

Sugerencias


domingo, 19 de octubre de 2014

Lucha contra el ébola en África: el Gobierno no ve España como base logística

Cuando tantas veces se utiliza la geografía para no decir nada, el ébola ha traído una oportunidad: Naciones Unidas e importantes ONG quieren utilizar Canarias como base segura para proyectar medios humanos y materiales a África; EEUU ya lo hace desde Morón y Rota e informa, no pide permiso. La vicepresidenta y el ministro de Defensa dicen que se estudiará caso por caso, lo que significa que el asunto no ha entrado en el top 100 de los intereses del Gobierno

Carlos Penedo / Elsa Vejo. Artículo publicado originalmente en Estrella Digital.
El coste de repatriación de los dos religiosos infectados por ébola desde Liberia y Sierra Leona este verano, alrededor de medio millón de euros, superó la inversión española contra la enfermedad en 2013.
Más allá de la aportación económica -se han aprobado nuevos fondos recientemente- y la gestión interna de la crisis, España tiene una oportunidad para incrementar su implicación contra el ébola facilitando el transporte de personal y medios para la lucha contra el ébola en África. Tanto Naciones Unidas como ONG y Estados Unidos
habían solicitado al Gobierno poder utilizar instalaciones civiles y militares con ese objetivo, en concreto el aeropuerto de Gando y las bases de Morón y Rota.
Tras semanas de reflexión, el Consejo de Ministros de este viernes lo ha estudiado, aunque no figura en la relación de referencias, de acuerdos de la reunión, por lo que los detalles aún están por cerrar y conocer.
La vicepresidenta del Gobierno ha contestado sobre esta cuestión en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Aunque la respuesta ha sido ambigua. "España es un país solidario que ha prestado su asistencia en numerosas ocasiones. En este caso también lo haremos, con las debidas garantías que se tendrán que analizar", ha encabezado la vicepresidenta. Y a continuación ha recordado que el ministro de Defensa, Pedro Morenés, se encuentra precisamente este viernes en Washington para reunirse con su homólogo estadounidense, Chuck Hagel, con quien concretará estos aspectos del procedimiento a seguir y las garantías a tomar en las bases de Morón y Rota. Cero referencia al aeropuerto canario de Gando.
Ha sido tan poco clara su respuesta, que ha habido una segunda pregunta al respecto. En esta ocasión, sólo refiriéndose a Canarias. En este caso ha insistido en que el procedimiento es el mismo, pero sin aclarar si el Gobierno ya ha dado luz verde a esta petición. Todo lo contrario, Santamaría ha insistido en que "habrá que analizarlo muy detalladamente", porque hay que "tenerlo todo claro", ha insistido.
Es obvio que la disposición del Gobierno es favorable, pero el único mensaje que ha querido dejar claro la vicepresidenta -y más aún teniendo en cuenta las críticas que ha recibido por esta gestión- es que la prioridad del Ejecutivo es la salud de los ciudadanos. "Tenemos que tener muy claro cómo se van a desarrollar estas peticiones y qué garantías han de tenerse para combinar la solidaridad que cualquier Estado debe prestar en una crisis como esta con las debidas garantías a los ciudadanos", ha zanjado Santamaría, evidenciando que el proceso aún está en análisis.
Concretamente, las bases de Morón y Rota serán utilizadas por el Ejército estadounidense para el repostaje de sus aeronaves y descanso de sus tripulaciones en los vuelos que tengan que realizar para trasladar el material necesario al continente africano en la operación para frenar la epidemia de ébola y que movilizará a alrededor de 3.000 militares.
Por su parte, Naciones Unidas ha cursado otra petición al Gobierno para que le permita usar el aeropuerto de Las Palmas para el traslado de personal humanitario que se dirija o regrese de los países africanos afectados por el brote.
En ambos casos, tanto Estados Unidos como la ONU han asegurado que sus operaciones excluirán la repatriación de personas afectadas con esta enfermedad.

La ONU quiere operar desde Canarias

Hace varias semanas, la ONU se dirigió al Ministerio español de Asuntos Exteriores y de Cooperación para solicitar autorización para usar el aeropuerto de Gran Canaria para el traslado de personal humanitario que se dirija o regrese de los países africanos afectados por el brote de Ébola.
La ONU ya tiene una base logística en Canarias
El escenario más complicado tiene que ver con la repatriación de personal humanitario que se hubiese infectado del virus. El delegado del Programa Mundial de Alimentos de la ONU en Las Palmas, Pablo Yuste, ha dicho comprender la preocupación existente en España por el contagio de la auxiliar de enfermería Teresa Romero pero ha recordado que se trata de una enfermedad de difícil transmisión. "Entiendo que es un miedo atávico, pero es totalmente irracional porque el ébola es muy peligroso por su impacto pero su tasa de transmisión es muy baja", ha señalado.
El Programa Mundial de Alimentos cuenta con una base logística en el puerto de Las Palmas, inaugurada el pasado mes de julio, que emplea para el envío de alimentos a África. La ONU busca ahora extender esta cooperación al uso temporal del aeropuerto de Gran Canaria para el traslado del personal humanitario enviado a combatir el brote de ébola en África occidental.
En la actualidad, el servicio aéreo de Naciones Unidas está usando el aeropuerto de Dakar (Senegal) como base para el traslado del personal de las agencias del sistema de la ONU y de ONG destacadas en el terreno.

CCAA y ayuntamientos piden información

En relación con el pasillo humanitario solicitado por la ONU al Gobierno de España, la consejera de Sanidad del Gobierno canario ha explicado esta semana que “nos hemos enterado por los medios. Es una petición al Gobierno de España, que es de quien dependen puertos y aeropuertos y hasta que no tengamos la información (de la que aún nadie nos ha comunicado nada), no haremos una valoración. Sea cual sea la decisión que el Gobierno de España tome, tendrá que garantizar de forma absoluta la total seguridad, la máxima seguridad, para todos los canarios".
Los Gobiernos canario y andaluz carecen de información
El Ejecutivo canario acaba de constituir un Comité Científico Asesor de Epidemias y ha explicado los pasos dados desde que en abril se produjeron los primeros casos de ébola en Guinea Conakry, entre los que figuran protocolos para profesionales (tanto de atención primaria como de especializada y centros públicos o concertados y colegios profesionales), formación a profesionales sanitarios o la designación de hospitales de referencia para atender posibles casos (Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín y Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria en Tenerife).
La misma falta de información por parte del Gobierno central ha sido destacada también este viernes por la presidenta andaluza, Susana Díaz, en relación con la tercera de las solicitudes recibida por el Gobierno de Rajoy, la utilización intensiva por parte de Estados Unidos de las bases de uso conjunto de Morón y Rota.

EEUU ya utiliza Morón y Rota

Estados Unidos ha puesto en marcha una ambiciosa operación de lucha contra el ébola en África, y ya está utilizando las bases de Morón y Rota con ese objetivo, aunque espera la autorización del Gobierno español para ampliarla.
El general responsable del mando militar norteamericano para África -Africom-, David Rodríguez, informaba esta semana en la sede del Pentágono de la operación:  el Gobierno norteamericano ha movilizado a 4.000 militares y una inversión de 750 millones de dólares en seis meses.
El general quiso tranquilizar a la opinión pública estadounidense asegurando que sus militares, que ya han instalado tres laboratorios en Liberia y pretenden construir 17 centros de tratamiento hasta finales de noviembre, extreman en cualquier caso las medidas de prevención.
Soldados de EEUU: cuarentena en Senegal y área de aislamiento en Morón
Sobre esta actividad, el embajador de Estados Unidos en España, James Costos, ha explicado que los vuelos de la operación militar norteamericana contra el ébola que pasen por España, serán de "cuestiones técnicas" y no incluirán a gente que esté "implicada en el cuidado de los enfermos".
"Estados Unidos tiene la capacidad de usar España como un punto de tránsito, pero como aclaración, esas misiones van a ser de cuestiones técnicas, de entrenamiento, de ingeniería. La gente que viaje en esos aviones no estará implicada en el cuidado de los enfermos", ha aclarado.
Curiosamente, mayor detalle ha ofrecido el comité de empresa de la base de Morón, el viernes en Madrid para tratar con el Ministerio de Defensa la reducción del personal civil español trabajador en la base y también estos temas sanitarios.
El comité de empresa de 'Vinnell-Brown & Root Spain' (VBR), la sociedad que gestiona los servicios civiles de la base aérea de Morón de la Frontera (Sevilla) para las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos en Europa, han recibido la información de que las bases principalmente serán utilizadas para el repostaje de las aeronaves de transporte y el descanso de sus tripulaciones en los vuelos de traslado de material. VBR, no obstante, ha comunicado "verbalmente" a los representantes de los trabajadores que todos los efectivos u operarios desplazados hasta África Occidental, antes de volar hacia España, pasarán "un mes de cuarentena" en Senegal, un país ajeno a "la influencia" del virus, al objeto de obtener garantías sobre la ausencia de contagio.
En caso de que durante alguno de los vuelos hacia España algún pasajero mostrase algún "síntoma" susceptible de ser relacionado con el virus del ébola, la base de Morón dispondrá de una "zona de aislamiento" para hacer frente a esta situación, según la información trasladada por VBR a los trabajadores.

Oxfam pide al Gobierno apoyo médico y militar

Por su parte, Oxfam ha pedido también al Gobierno español que posibilite un puente aéreo para llevar equipos y material, y apoyo militar tanto médico como logístico en la zona hasta que la epidemia se controle. En concreto, esta ONG ha dirigido su solicitud al presidente Rajoy y al ministro de Asuntos Exteriores, y han sido convocados la próxima semana para tratar el asunto.
La responsable de relaciones institucionales de Oxfam Intermón, Lara Contreras, afirma que "la prioridad es frenar la propagación", ya que en su opinión la situación está descontrolada. "Aunque la organización no es partidaria de que los militares realicen labores humanitarias salvo como último recurso, y bajo coordinación civil (en este caso de la OMS), la gravedad del ébola lo hace necesario". Señala que "los servicios de salud de estos países son extremadamente débiles y la extraordinaria labor de muchas organizaciones está desbordada, sin poder atender a los miles de personas infectadas. En este contexto, la única forma de acabar con la epidemia es procurando que disminuya la tasa de contagio. Para  ello es clave contar con suficientes equipos y centros médicos, como con medidas de prevención”, añade.
Para Oxfam, la situación en África está descontrolada
En paralelo, Oxfam ha pedido al Gobierno español que incremente urgentemente a 60 millones de euros las partidas destinadas a ayuda humanitaria en los Presupuesto Generales del Estado de 2015. “Nuestro país tiene que incrementar su aportación a esta lucha de la comunidad internacional contra la epidemia. Los Presupuestos Generales del Estado para 2015 que se están debatiendo en el Congreso, sólo destinan 17 millones de euros a emergencias y acción humanitaria. Esta cifra es ridícula para hacer frente a desafíos como el del ébola o las crisis de Siria, Gaza o Sudán del Sur”, concluye Contreras.
La importancia del puente aéreo radica, entre otros motivos, en que varios países han cancelado sus vuelos a los países afectados por el brote de ébola para intentar frenar la pandemia, por lo se complica el envío desde suelo africano de ayuda humanitaria internacional.
Esta ONG ha instado al Ejecutivo a "poner el foco" en contener el ébola en África y ha advertido de que si no se establecen medidas urgente, como "más dinero, equipos médicos especializados y apoyo militar médico y logístico, la enfermedad llegará a ser "incontrolable en tres meses".
A la petición de Oxfam Intermon al Gobierno español se han sumado otras ONG que trabajan en la zona.

jueves, 9 de octubre de 2014

Crisis del ébola: Defensa, en tercer plano

Tranquilidad aparente. El Ministerio de Defensa, con potentes instrumentos de protección NBQ, no ha sido activado. Dejan la crisis en manos de Sanidad

Carlos Penedo. Artículo publicado originalmente en Estrella Digital.
Ante emergencias, el Ministerio de Defensa tiene medios y profesionales especializados en riesgos químicos y bactereológicos que no han sido activados. Tanto desde el órgano central del Ministerio como desde el Estado Mayor de la Defensa trasladan tranquilidad y, ante todo, que la crisis del ébola se encuentra en manos de las autoridades civiles, del Ministerio de Sanidad que no ha requerido su ayuda. En la recámara se quedan tanto la Unidad Militar de Emergencias -UME- como uno de los laboratorios más avanzados de España, así como los medios hospitalarios desplegables y el propio Hospital Central de la Defensa en Madrid.
En la mañana de este martes, el jefe de Estado Mayor de la Defensa, Fernando García Sánchez, situaba la crisis fuera del Ministerio ("es Sanidad
el que controla la situación") y aseguraba que el personal y tripulaciones que participaron en la repatriación de los dos religiosos españoles desde Sierra Leona y Liberia, finalmente fallecidos, han seguidos los protocolos de prevención, análisis y las "medidas profilácticas" establecidas, sin ofrecer mayores detalles.
No se espera por tanto la activación a corto plazo de la Unidad Militar de Emergencias, cuerpo especializado para actuar ante crisis de especial gravedad. Precisamente en este final de 2014 la UME tiene previsto alcanzar la operatividad completa por los avances en la última de las capacidades pendientes, conocida como NRBQ –nuclear, radiológico, biológico y químico-. El personal ya está formado -afirman- y únicamente queda por recibir algo del material que especializa la UME también en la respuesta ante emergencias en este tipo de riesgos.
Por otra parte, del Ministerio de Defensa depende también el Instituto Tenológico de La Marañosa, que cuenta con un laboratorio acreditado internacionalmente para la defensa, vigilancia y protección contra agentes considerados de alto riesgo. En concreto se trata del LAVEMA (Laboratorio de Verificación de 'La Marañosa'), uno de los 16 laboratorios que en todo el mundo ha designado la OPAQ (Organización para la Prohibición de Armas Químicas) dependiente de la ONU para inspeccionar y detectar de forma “inequívoca” la presencia de armas químicas.
Defensa tiene uno de los 16 laboratorios más avanzados del mundo para armas químicas
A lo anterior se suma la capacidad sanitaria y hospitalaria de las Fuerzas Armadas. Entre ellas se encuentra un avanzado hospital de campaña, que gestiona una de las unidades más jóvenes del Ejército y alcanzó su total operatividad en julio de 2013. La unidad tiene la capacidad para ser proyectada, en un breve espacio de tiempo, a cualquier lugar del mundo, y capacidad de organizar una estructura sanitaria con posibilidad de apoyar a una población de 40.000 habitantes. Puede atender hasta 80 bajas por día, con una capacidad máxima de 15 intervenciones quirúrgicas gracias a sus cuatro mesas de quirófano. La capacidad de hospitalización es de 100 camas. Recientemente ha sido evaluada con los más estrictos criterios de la OTAN, para ponerla a disposición de la Alianza Atlántica y otras organizaciones de Defensa multinacionales con ocasión de operaciones para el mantenimiento de la paz. La existencia de este hospital desplegable es especialmente relevante pues especialistas médicos han criticado la repatriación a España de los enfermos por ébola, en lugar de trasladar medios a los países donde enfermaron.
Por último se encuentra también el Hospital Central de la Defensa, que tenía una planta especializada para tratamientos NBQ hasta que hace unos años fue desmantelada coincidiendo con el acuerdo al que llegó Defensa con la Comunidad de Madrid para que el centro atendiera a los madrileños de su área circundante.
La capacidad hospitalaria de las Fuerzas Armadas incluye un moderno hospital de campaña y el Gómez Ulla
En cualquier caso, el hospital cuenta con una Jefatura de Medicina Logística Operativa, responsable de dirigir, coordinar y evaluar las actividades relacionadas con la sanidad militar en sus aspectos de apoyo sanitario en operaciones, defensa NBQ, telemedicina, medicina hiperbárica y subacuática, reconocimientos médicos-periciales y asistencia sanitaria al personal militar.
El jefe de Estado Mayor de la Defensa sí ha informado este martes que las Fuerzas Armadas llevan seis meses preocupadas por el virus, especialmente por los miltares desplazados en África, actualmente 400 efectivos en Malí, República Centroafricana, Gabón y Senegal, además de Somalia.
Decía el Ministerio de Defensa este agosto que, a pesar de que ninguna misión de las que las Fuerzas Armadas Españolas desarrollan en África tiene lugar en países oficialmente afectados por el virus del ébola, los contingentes españoles están recibiendo información sanitaria sobre la enfermedad.
Añadía que el Instituto de Medicina Preventiva de la Defensa ha editado las “Normas de prevención y procedimientos de actuación y educación sanitaria en relación al brote de la enfermedad por virus de Ébola”.
Además, en algunos casos, como en las operaciones de apoyo a Mali y a la República Centroafricana, se ha enviado material de protección sanitaria como guantes, gafas etc. Esto es debido a que por la misión que realizan (transporte aéreo de apoyo a las operaciones) las tripulaciones de los aviones tienen que operar en aeropuertos de diferentes países africanos.
En el inicio de la crisis del ébola el Ministerio de Defensa sí tuvo un protagonismo directo, encargado de la repatriación de los dos religiosos infectados, finalmente fallecidos en Madrid.
Un avión de transporte Hércules medicalizado repatrió el pasado 22 de septiembre al religioso Manuel García Viejo desde el aeropuerto de Freetown (Sierra Leona).
La operación fue muy similar a la de los días 5 y 6 de agosto pasados en que se procedió a la evacuación desde Monrovia (Liberia) del sacerdote Miguel Pajares, también de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, y de la monja de origen guineano y pasaporte español Juliana Bonoha.
La transformación del avión, denominada medicalización, consistió básicamente en la instalación de una cámara de aislamiento proyectada para incomunicar temporalmente a enfermos contagiosos, que proporciona la máxima protección al paciente y al personal sanitario que lo trata, así como un sistema de soporte vital para la monitorización del enfermo en todo momento, según informó Defensa.
Además se cargaron otras dos cámaras de aislamiento (una segunda de reserva, ya montada, y otra más sin montar, con carácter preventivo) y material médico diverso,  con un total de 1.200 kg.
Las tripulaciones, sanitaria y de vuelo de cabina fueron protegidas con monos impermeables que cubren de los pies a la cabeza, más gafas, mascarilla, guantes y calzas, para evitar el contacto con fluidos o partículas contaminantes en el área de trabajo próxima al paciente infeccioso, que previenen el contagio.
En el avión viajaron dos tripulaciones de vuelo, integrada cada una de ellas por un piloto, un copiloto, un navegante y un auxiliar (ocho personas en total) del Ala 31 del EA, al que se les unen dos equipos médicos de la Unidad Médica de Aeroevacuación (UMAER), formados por un comandante médico, un capitán enfermero y un auxiliar de enfermería (seis en total), todos ellos, asimismo, militares.