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lunes, 24 de octubre de 2016

La Armada se enreda, con relativo éxito

Columna de opinión publicada también en Estrella Digital.
En esta modernidad que los sociólogos califican de líquida, la Armada navega razonablemente bien; con luces y también algunas sombras.
En los primeros días de enero de 2017 España enviará su buque de guerra más avanzado y moderno, la fragata F-105 Cristóbal Colón, nada menos que a las antípodas, donde permanecerá hasta agosto alquilada a la marina australiana, incluidos sus 200 tripulantes, en un acuerdo entre armadas del que poco sabemos ni ha sido autorizado por el Parlamento ya que no se trata de una participación militar en el exterior al uso. Al parecer, el presupuesto australiano pagará el gasoil, que en expresión del almirantazgo es "mantener su operatividad a coste cero".
La fragata entró en servicio en la Armada en octubre de 2012 tras cinco años de trabajos en los astilleros de Navantia en Ferrol, con un coste de construcción de 800 millones de euros, y cuenta con el sistema de armas Aegis, fabricado por la norteamericana Lockheed Martin, tan avanzado que casi es capaz de integrarse en el escudo antimisiles de EEUU con base en Rota, lo sería en caso de necesidad.
El despliegue de la fragata en Australia, fuera de casa durante ocho meses, no es una novedad absoluta. Durante todo el año 2013 el Ministerio de Defensa permitió o bendijo que la Armada desplegara en el mismo país el buque de aprovisionamieno de combate Cantabria: se trata de un tremendo buque logístico, 170 metros de largo, puede almacenar en su interior líquidos equivalente en volumen a 10 piscinas olímpicas, construido en los astilleros de Navantia en Puerto Real (Cádiz), entró en servicio en 2010 y costó 300 millones de euros.
Un tercer ejemplo de lo que ya es una costumbre se refiere al Patiño, buque antecessor del Cantabria, que estuvo desplegado en Canadá a comienzos de año y en septiembre ha vuelto para allá para integrarse en la Marina Real Canadiense hasta fin de año.
Junto a aquello de mantener la operatividad (la crisis ha reducido días de mar y maniobras), sobrevuela en estos casos los intereses comerciales de Navantia en esos dos países, con concursos en marcha para modernizar su flota.
Una primera interpretación de los casos anteriores ofrece una imagen nada favorable para la Armada, las Fuerzas Armadas en general y el Ministerio de Defensa que las dirige: despilfarro en equipamiento no necesario para nuestra defensa, connivencia entre medios públicos e industria (pública y privada), utilización del equipamiento militar con objetivos de promoción comercial, claro agujero en el planeamiento militar de las capacidades que permite la ausencia durante un año de su principal buque logístico y ocho meses su más moderna fragata, con lo que se deduce que no eran necesarios o que se desprotege la seguridad nacional.
La segunda interpretación suele ser mucho más fina y más benévola.
La modernidad es líquida y el poder se distribuye en redes.
En este sentido hay que recocer la habilidad de la Armada durante las últimas décadas para lograr integrarse, forma parte y aportar valor a dos redes mundiales de influencia.
La primera de ellas es política: la alianza anglosajona, que espía y combate unida. Como ejemplo, los pilotos de caza de la Armada se forman durante dos años en EEUU, no en Talavera la Real (Badajoz), como los pilotos de caza del Ejército del Aire.
La segunda de las redes en la que la Armada forma un nodo importante es la industrial.
Tradicionalmente los tres ejércitos de nuestras Fuerzas Armadas han tenido una relación simbiótica con una empresa pública: la Armada con Navantia, el ejército de Tierra con Santa Bárbara y el Aire con CASA, que sólo se mantiene en el primer caso, tras la privatización de Santa Bárbara y su venta a la norteamericana General Dynamics y la integración de CASA en la multinacional europea Airbus.
La asociación industrial de la Armada con Navantia lo es también con industria norteamericana que integra los equipos de mayor valor añadido de los buques salidos de astilleros españoles. La venta por Navantia de fragatas a Noruega o Australia extiende la red y potencia el nodo español del que forma parte la Armada.
Esta orientación anglobáltica de la parte naval de las Fuerzas Armadas podría explicar incluso el divorcio de Navantia de su pareja francesa DCNS para poner en marcha el proyecto fallido de submarino S-80, con graves fallos de diseño, enorme desfase económico, programa aparentemente reflotado gracias a una asistencia técnica norteamericana.
La Armada mira y se relaciona estrechamente con EEUU, sus aliados anglos y también con la OTAN, alianza principalmente marítima que lleva la A del Atlántico donde estaban llamadas a operar las cinco fragatas antisubmarinos soviéticos con los que contamos; que hoy se integran naturalmente en agrupaciones navales de la OTAN en el cuerno de África, donde ya no hay piratas; en el Mediterráneo, donde son mal instrumento para atender el flujo de refugiados; en el conflictivo mar Negro (que baña Crimea y Ucrania) y hasta en el crecientemente peligroso mar del Norte, donde navega en este momento la F-102 que ha tomado al relevo a la F-104 tras cuatro meses en esas aguas fronterizas con Rusia; todo lo anterior sin autorización del Parlamento, requisito no obligatorio aunque afecte durante meses a cientos de militares españoles en el exterior.
Como contraste, el referente tanto político como industrial para el ejército del Aire es Europa, aunque la Airbus de clara influencia francesa y alemana supone una relación más débil que la de la Armada con Navantia.
La autonomía estratégica de la Armada con su inclusión en dos redes de poder internacionales ha sido una decisión mantenida en el tiempo y beneficiosa para la defensa de sus intereses. La pregunta es si su apuesta internacional e industrial es complementaria con la del resto de las Fuerzas Armadas y el Ministerio de Defensa o independiente.
Reconocida la capacidad de influir, también surge la cuestión de si se considera prioritario extender la voluntad de trabajarse una tercera red, la que comunica lo militar con el ciudadano, fuente este último de toda legitimidad y hasta en ocasiones de legalidad.
El poder y el ciudadano no pueden ya vivir en mundos paralelos, comunicados en red y con la capacidad creciente de emitir mensajes por parte de quien antes solo los recibía.
El poder moderno se ejerce en los medios de comunicación, es su terreno de juego.

Sugerencias



martes, 21 de julio de 2015

Hasta 250 militares para abordar pateras

INMIGRACIÓN
  • El Gobierno aprueba enviar hasta 250 militares para abordar pateras en el Mediterráneo
  • Remite al Congreso para su ratificación la participación militar española en la misión de la UE ideada para luchar contra las mafias de la inmigración
  • Las medidas más duras requerirían una resolución de la ONU o la autorización de una Libia hoy con dos gobiernos. Hasta entonces, la operación se limitará a captar información, España desde un avión de vigilancia marítima

Carlos Penedo. Artículo publicado originalmente en Estrella Digital.
Mapa con los militares españoles desplegados en operaciones
en el exterior difundido por el Estado Mayor de la Defensa en Twitter. | PND
El Consejo de Ministros aprobó este viernes 10 de julio un acuerdo por el que se solicita la autorización del Congreso de los Diputados para el despliegue y la participación de las Fuerzas Armadas en la operación militar de la Unión Europea en el Mediterráneo Central Meridional (EUNAVFOR MED).
La participación española en la operación consistirá en el despliegue en el cuartel general de la operación en Roma y en el cuartel general de la fuerza hasta un máximo de doce efectivos y la participación inicial de un avión de vigilancia marítima y sus unidades de apoyo, con un máximo de cincuenta efectivos, que tendrá su base en Sigonela (Italia).
Dependiendo de la evolución de la situación y el posible avance a las sucesivas fases de la operación, la participación española podría incluir la contribución con medios marítimos, de apoyo o aéreos hasta un máximo de 250 efectivos. El empleo de estos medios está condicionado a una autorización que hoy no se tiene.
La duración de la misión será de un año desde que alcance su capacidad operativa plena.
Esta misión se plantea como objetivo último el interrumpir el modelo de negocio de las redes de tráfico ilícito y trata de personas en el Mediterráneo central y meridional, "mediante esfuerzos sistemáticos para identificar, capturar y eliminar embarcaciones y medios utilizados o que se sospeche son utilizados por los traficantes, de conformidad con el Derecho Internacional", señala el Gobierno.
En una primera fase se apoyará la detección y seguimiento de las redes de migración a través de la recopilación de información y las patrullas en alta mar.
En otra segunda fase, a su vez dividida en dos, se procedería, por un lado, al abordaje, registro, incautación y desvío en alta mar de las embarcaciones sospechosas de ser utilizadas para el tráfico ilícito de personas conforme al derecho internacional; y, por otro lado, de conformidad con una Resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas o el consentimiento del Estado ribereño concernido (léase, Libia), a abordar, registrar y desviar en alta mar, mar territorial o aguas interiores del mencionado Estado las embarcaciones sospechosas.
Por último, se adoptarían todas las medidas necesarias contra una embarcación sospechosa y los medios relacionados, incluso para deshacerse de ellos o inutilizarlos, de conformidad con una Resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas o el consentimiento del Estado ribereño en su territorio, requisitos hoy muy difíciles de alcanzar.

Más de 2.500 militares en el exterior

Según los últimos datos difundidos por el Estado Mayor de la Defensa a través de Twitter, actualmente las Fuerzas Armadas tienen 2.547 militares desplegados en 16 operaciones en el exterior.
La misión con mayor presencia militar española se sitúa en el sur de Líbano, la única bajo bandera de Naciones Unidas, donde se encuentran 587 uniformados españoles. Le sigue Afganistán, con 437 militares bajo una operación de la OTAN.
La tercera misión por importancia numérica (356 marinos) se localiza en el mismo Mediterráneo donde operaría la nueva operación de la UE, se trata de Active Endeavour, bajo bandera OTAN, nacida tras los atentados del 11-S en Estados Unidos y destinada en principio a la lucha contra el terrorismo, aunque sus efectivos embarcados se desplazan también hasta el mar Negro que baña las costas de Ucrania y Rusia.
También tiene importancia numérica y duración en el tiempo la presencia militar española en el cuerno de África, la operación Atalanta en aguas de Somalia y otras contribuciones menores en Yibuti y la capital somalí, que suman 355 personas.
Las Fuerzas Armadas se desplegaron asimismo a comienzos de este 2015 en Irak, en una coalición internacional liderada por Estados Unidos donde trabajan 316 militares españoles.
España mantiene además durante todo este año, como operación de la Alianza Atlántica, una batería de misiles Patriot con 153 militares en la frontera turca con Siria, sistema que se está actualizando en las últimas semanas con equipos adquiridos de segunda mano a Alemania.
Con importancia creciente se encuentran diversas misiones en el Sahel y el centro de África, con 166 militares españoles en Malí y otros 54 dando apoyo aéreo a Francia en ese país desde Senegal; 22 militares en la República Centroafricana y otros 48 dando apoyo aéreo a Francia desde Gabón. El mapa facilitado por Defensa incluye también 21 militares en Cabo Verde, presumiblemente especialistas en operaciones especiales.

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miércoles, 24 de junio de 2015

Aprobados nuevos programas de armas por 263 millones

CONSEJO DE MINISTROS
Arrancan dos programas especiales para Defensa, financiados por el Ministerio de Industria con fondos de I+D: la próxima fragata para la Armada y el blindado medio de ruedas 8x8 para el Ejército de Tierra. La inversión triplica las previsiones


Carlos Penedo. Artículo publicado originalmente en Estrella Digital.
Blindado Medio de Ruedas -BMR-, que será sustituido por el futuro 8x8. 
En la imagen, unidades utilizadas por el Ejército en las operaciones en Bosnia.
El Consejo de Ministros del pasado viernes 19 de junio ha aprobado dos nuevos programas de armamento, muy esperados tanto por las Fuerzas Armadas como por la industria. Se trata de la nueva fragata F100 para la Armada, que supone un balón de oxígeno para los astilleros públicos Navantia; y el blindado medio de ruedas 8x8 que debe sustituir a los veteranos BMR con que cuenta el Ejército de Tierra. El acuerdo del Gobierno tiene también una sorpresa: el presupuesto inicial de estos programas se triplica, pasando de 78 millones de euros que tenía como previsión Defensa a comienzos de año hasta 263 millones aprobados este viernes.
En los presupuestos del Ministerio de Defensa para este 2015 figuraban una primera inversión para arrancar dos programas, el futuro vehículo terrestre 8x8, con 41 millones de euros, que se eleva ahora hasta 89 millones; y los primeros proyectos de I+D de la futura fragata F-110 para la Armada con 37 millones, que suben hasta 174 millones. Lo anterior se une a una partida de 161 millones de euros del Ministerio de Industria para prefinanciar el desarrollo de nuevos Buques de Acción Marítima.
El acuerdo del pasado viernes modifica los límites establecidos en el Acuerdo del 18 de julio de 2014 para adquirir compromisos de gasto con cargo a ejercicios futuros, a fin de posibilitar al Ministerio de Defensa la reprogramación de las anualidades de los Programas Especiales de Modernización de las Fuerzas Armadas, como consecuencia de dos nuevos programas tecnológicos de I+D para la Fragata F-110 y para el Vehículo de Combate sobre Ruedas VCR 8x8, así como por la reasignación de anualidades del programa relativo al Helicóptero NH-90.
"Los citados Programas Especiales tienen unas características de financiación particulares que suponen la realización de continuas adaptaciones durante su desarrollo", argumenta el Gobierno. En la actualidad, se van a iniciar dos nuevos Programas Especiales (Fragatas F-110 y VCR 8x8) y se reajustan los importes de las anualidades del programa de Helicópteros NH-90, que implican variaciones en las cuantías de los compromisos autorizados por el Consejo de Ministros en el año 2014.

Nueva fragata de Navantia para la Armada

"El proceso de instrucción de una fragata es largo y complejo", señala la nota de Moncloa, con una duración estimada de diez años desde su concepción inicial hasta la construcción del primer buque, estimándose una vida operativa de 35 años. "Este largo ciclo de vida obliga a incorporar nuevas tecnologías en sus sistemas para evitar obsolescencias tempranas", añade.
Fragata Canarias, de la serie Santa María -F80-. | Armada
Se propone la realización, vía I+D, de una serie de prototipos tecnológicos que permitan incorporar nuevos sistemas y equipos de origen nacional en futuras plataformas con un grado de madurez técnica adecuado. Para este programa se prevén unas necesidades de financiación de 174.364.424 euros, IVA incluido, cuyo pago se realizará por parte del Ministerio de Defensa en el año 2021. Hasta esa fecha financia el Ministerio de Industria.
La Armada tiene entre sus previsiones adquirir cinco unidades de la nueva serie de fragatas F-110 para sustituir a las fragatas clase "Santa María" denominadas F-80, seis buques construidos a mitad de la década de los 80 estacionados en la base naval de Rota (Cádiz).

Vehículos de combate sobre ruedas VCR 8x8

Como paso previo a la adquisición de las plataformas que compondrán la familia de vehículos blindados 8x8, se ha previsto iniciar la ejecución de un conjunto de programas tecnológicos para analizar la viabilidad de las nuevas tecnologías, incorporar las capacidades estratégicas de la industria nacional y alcanzar el grado de madurez necesario para posibilitar su integración en la plataforma VCR 8x8.
El VCR 8x8 es un sistema de combate clave que permitirá dotar a las Brigadas Orgánicas Polivalentes del Ejército de Tierra de la capacidad de adaptarse rápidamente a cualquier escenario de actuación futuro. Este vehículo de combate debe proporcionar a las unidades la potencia de fuego, movilidad, protección y proyección necesarios para todo tipo de escenarios, ya sea de alta, media o baja intensidad. Cuando entren en servicio sustituirán a los blindados actuales BMR y Vamtac.
La valoración económica de estos programas tecnológicos se eleva a 89.298.000 euros y será financiada por el Ministerio de Defensa en el año 2018.
El Gobierno añade que en el caso del programa del Helicóptero NH-90, en el ejercicio 2015 se ha puesto de manifiesto una menor necesidad por importe de 29.608.847 euros, que es necesario reprogramar al año 2018, manteniendo el coste total del programa.

Bruselas avisa de sanciones por los contratos de Defensa

Por otra parte, la Comisión Europea ha amenazado con la posibilidad de llevar a España ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TUE) si el Ministerio de Defensa que dirige Pedro Morenés no garantiza en un plazo de dos meses el cumplimiento de las normas sobre contratación pública.
Bruselas acusa al ministerio español de haber favorecido a determinadas compañías a la hora de adquirir artículos de vestimenta por valor de 190 millones de euros, incluidos uniformes para el Ejército, al haberles facilitado información de antemano para preparar las licitaciones antes de su publicación oficial.
También cuestiona la orden administrativa interna adoptada por el Ministerio de Defensa que permite la adquisición de determinados artículos, tales como uniformes, sin necesidad de aplicar la directiva europea sobre contratación pública 2004/18/EC.
El Ejecutivo comunitario envió el pasado jueves jueves a las autoridades españoles un dictamen motivado --el segundo paso de un procedimiento de infracción y último antes de llevar a un país ante la justicia europea-- y le ha dado un plazo de dos meses para notificarle las medidas para cumplir las normas de contratación pública de manera transparente, eficaz y profesional.

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jueves, 4 de diciembre de 2014

El nuevo submarino de la Armada acumula un sobrecoste de 1.000 millonesde euros

El programa de armamento más complicado de los que desarrolla Defensa acumula siete años de retraso y cientos de millones de euros de sobrecoste. Industria acaba de inyectar 759 millones de financión adicional. El desfase es proporcional al silencio de los principales afectados

Carlos Penedo. Artículo publicado originalmente en Estrella Digital.
Imagen de la construcción del primer submarino S80. | Navantia
La innovación tiene un riesgo; y marchar en solitario también. A lo anterior se suma la gestión empresarial y política de un programa industrial de defensa pilotado por una empresa pública. Todo lo anterior se junta en el programa del Ministerio de Defensa de los nuevos submarinos S-80 desarrollado por los astilleros públicos Navantia. La pregunta es cuánto riesgo puede asumir una empresa o el presupuesto público.
El programa nació en 2003 con un coste de 1.700 millones de euros y hoy suma 2.100 millones, 400 millones de sobrecoste al menos, ya que ni Navantia ni los ministerios de Industria ni Defensa han respondido a las solicitudes de información de este periódico. La entrega a la Armada del primer sumergible está prevista en 2018, siete años más tarde de los planes iniciales, retraso en este caso temporal que también tiene un coste económico, ya que ha obligado a modernizar los actualmente en servicio para prolongar su vida útil: en Cartagena se está en estos momentos realizando la gran carena -reforma completa- del submarino S-70 Tramontana, por importe de 43 millones de euros.
Asimismo el primero de los cuatro submarinos S-80 no se ajustará al proyecto. Los problemas encontrados de sobrepeso de más de 100 toneladas han provocado un rediseño que ha obligado a alargar el casco siete metros cuando el proceso de producción del primer sumergible ya estaba avanzado.
Defensa ha reiterado que el coste del programa no se iba a incrementar, otra cosa era el número de submarinos, sugiriendo que pudieran ser tres. En ese caso supondría entonces un encarecimiento no confesado de un 62%, desde 438 millones de euros por submarino según los planes iniciales (cuatro submarinos y 1.755 millones de presupesto total) a 711 millones por sumergible en las circunstancias actuales (tres aparatos y 2.134 millones de coste global).
Problemas de sobrepeso y el nuevo sistema de propulsión han lastrado el programa y disparado su coste
El desfase del programa ya acumula un sobrecoste de alrededor de 450 millones de euros, entre el incremento del techo total (380 millones), la renovación de submarinos actuales que no hubiera sido necesario modernizar (43 millones) y diversas asistencias técnicas (al menos 14 millones); además de haberse perdido un submarino y que el primero ya en construcción no cumplirá con las especificaciones técnicas del programa. De construirse los cuatro submarinos inicialmente previstos, la factura superaría en 1.000 millones los costes calculados en origen.
En septiembre de 2003 el Gobierno de José María Aznar aprobó en Consejo de Ministros el inicio del programa: construcción por los astilleros públicos Navantia de un nuevo submarino tecnológicamente avanzado, con un sistema de propulsión innovador, independiente de la atmósfera, que le permitiera tiempos de inmersión prolongados. El producto se situaba  a medio camino entre las prestaciones -y precio- de un submarino nuclear y otro convencional. El proyecto además se hacía en solitario, al margen de la alianza que ligaba durante años a Navantia con la francesa DCNS en la construcción de los submarinos de la clase Scorpene.
Submarino S-80, simulación.
El programa nació con Navantia como contratista principal, además de la participación de las empresas Indra y FABA en el sistema de combate, Abengoa en el sistema de propulsión independiente de la atmósfera y SAES en el desarrollo del sonar. A los anteriores se suma Lockheed Martin con el sistema de combate Aegis, con el que cuentan las últimas fragatas de la Armada y también los destructores norteamericanos que se están instalando en Rota como parte del escudo antimisiles.
Ante el "bache tecnológico" sobrevenido en el desarrollo del programa, en palabras del secretario de Estado de Defensa, léase la imposibilidad técnica aún hoy de integrar en el submarino el sistema de propulsión AIP (Air Independent Propulsion), el Ministerio ha incorporado al programa a la empresa española Técnicas Reunidas.
El Ministerio de Defensa ha lanzado un SOS al Pentágono para salvar el programa
El secretario de Estado ha tenido que acudir al Pentágono a pedir ayuda para salvar el programa, la última vez el pasado mes de marzo, solicitud traducida en la asistencia técnica de la norteamericana Electric Boat, rama submarina de General Dynamics, con la que se firmó un contrato que ha costado 14 millones de euros para solucionar el problema de sobrepeso, en primer lugar, también ahora la propulsión.
Los técnicos del Ministerio de Defensa califican el S-80 como un programa "de alto riesgo", riesgo industrial para Navantia, riesgo financiero para el Ministerio, en resumen, el programa de armamento más complicado de cuantos ha afrontado Defensa y las Fuerzas Armadas en las últimas dos décadas.
Entre los obstáculos que ha encontrado el programa figura en primer lugar el haber prescindido del socio tecnológico francés que ha acompañado a Navantia en los submarinos S-70 actualmente en servicio, disputa que acabó en los tribunales, arbitraje internacional mediante. Se ha detectado también la insuficiente definición del proyecto, tanto desde el punto de vista financiero como tecnológico.
El programa S-80 forma parte destacada de las adquisiciones multimillonarias decididas por el último Gobierno de José María Aznar en materia de defensa. El Consejo de Ministros de 5 de septiembre de 2003 autorizó cuatro programas de armamento que sumaban entonces 4.200 millones de euros, los submarinos más helicópteros de combate, un buque de proyección estratégica y dos centenares de blindados Pizarro.
Aznar autorizó la orden de ejecución en marzo de 2004 con su Gobierno en funciones
Se argumentaba entonces que "se pretende la adquisición de cuatro submarinos con sistema de propulsión AIP ("Air Independent Propulsión") y posibilidad de contar en un futuro con misiles de acción sobre tierra, sustituyendo a otros tantos que han finalizado su vida útil. La necesidad de contar con estos submarinos viene motivada para poder sostener una patrulla permanente en el Atlántico y otra en el Mediterráneo a 1.000 millas de la base".
De sus repercusiones laborales se decía que "la construcción de los cuatro submarinos supone un total de unos ocho millones de horas directas en la empresa pública IZAR, lo que equivale a trabajo para unas 500 personas durante diez años y, al menos, otros nueve millones de horas en la industria auxiliar. En conjunto, supone aproximadamente mil personas trabajando durante diez años en actividades de alto contenido tecnológico".
En febrero de 2004 se aprobó la financiación del programa, cuya entrada en servicio del primer submarino se fechaba en 2011. La orden de ejecución a los astilleros públicos se firma en marzo de 2004, con el Gobierno de Aznar en funciones, ya celebradas las elecciones generales y pendiente la toma de posesión del nuevo Gobierno del PSOE.
Las últimas novedades del programa una década más tarde, ya en este 2014, son el reconocimiento este mes de octubre por parte del secretario de Estado de Defensa que con el presupuesto aprobado es imposible construir cuatro sumergibles, lo que plantea incrementar el coste o construir tres, opción más probable.
Por su parte, los presupuestos generales del estado de 2015 incluyen una moratoria de tres años a Navantia para que empiece a devolver la financiación recibida para desarrollar el programa.
Esa financiación, llamada "anticipos reembolsables sin intereses", procede del Ministerio de Industria, protagonista de la última decisión. El Consejo de Ministros del pasado 31 de octubre aprobó una financiación adicional a Navantia de 759 millones de euros entre este mismo 2014 y 2018. "De este modo -decía la nota de Moncloa-, se podrá finalizar el prototipo del primer submarino denominado S-81". Con esta nueva reprogramación financiera Navantia empieza en 2019 a devolver los préstamos y tiene hasta 2030 para completar el reintegro de la financiación de Industria a interés cero.
De construirse los cuatro sumergibles, el sobrecoste alcanzaría los 1.000 millones de euros
Parece existir una máxima en los programas de armamento que justifica el incremento del presupuesto inicial basado en la incertidumbre por la fuerte carga de innovación tecnológica que incluyen, y que por tanto se puede interpretar que técnicos, empresas y militares son incapaces de calcular en inicio.
Por poner un ejemplo internacional, el nuevo caza de combate norteamericano F-35, el programa más caro de toda la historia del Pentágono, desarrollado por Lockheed Martin y competidor directo del Eurofighter de EADS -a quien ha ganado ya algunos contratos-, ha duplicado su coste inicial hasta los 400.000 millones de dólares y acumula problemas técnicos que llevaron en julio a interrumpir los vuelos de prueba. La previsión de su entrada en servicio en 2015 se aplaza ahora hasta 2017.
En mayo de 2013 la ministra de Defensa de Alemania decididó cancelar el programa Euro Hawk después de haber gastado más de 500 millones de euros, programa de desarrollo de cuatro UAV de gran altitud por parte de las empresas Northrop Grumman y EADS. Ya este mes de febrero, la ministra envió una carta al personal civil y militar del Ministerio en la que reconocía que el proceso de adquisiciones para las Fuerzas Alemanas no estaba planificado y estructurado adecuadamente, los procedimientos -decía- no se realizan "ni en tiempo ni dentro de un marco financiero" y anunció una auditoría. El objetivo declarado era aumentar los controles externos, la transparencia de los programas hacia la opinión pública y mejorar el análisis de riesgos.
En España UPyD presentó una iniciativa similar en el Congreso el pasado mes de julio, que fue finalmente rechazada en la Comisión de Defensa del Congreso el pasado miércoles, con el único voto en contra del PP. La proposición no de ley presentada por UPyD pedía al Gobierno la realización de una auditoría de los programas especiales de armamento así como una renegociación con la industria que rebaje la factura de los mismos.
El Congreso ha rechazado la auditoría defendida por UPyD, PSOE, IU y CiU
La iniciativa defendida por la diputada de UPyD Irene Lozano pedía encargar "con carácter inmediato" esa auditoría para determinar "en un plazo máximo de seis meses" varios aspectos como "la utilidad real de los 19 programas en relación con las amenazas y los riesgos existentes para la defensa española" así como "la cantidad de los programas recepcionados y los que no lo han sido".
Para Lozano, "hay una opacidad absoluta" por parte del Ministerio de Defensa en lo que respecta a los programas especiales de armamento, ya que ha denunciado que este departamento no ha explicado de forma detallada el estado de los mismos así como el pago.
Además, considera que los programas deberían ser "revisados" porque, a su juicio, no se encargaron para lograr la modernización de las Fuerzas Armadas españolas, sino en beneficio de la industria de defensa.
La proposición no de ley de UPyD ha obtenido el respaldo de PSOE, la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) y CiU, que se sumaron a las críticas al Ministerio de Defensa por lo que consideran "falta de transparencia" tanto en la ejecución como en el pago de los programas especiales de armamento.

martes, 18 de noviembre de 2014

Greenpeace acusa a la Armada de embestir sus zódiac y causar dos heridos

Inicio de las prospecciones petrolíferas de Repsol en aguas canarias. Dos heridos, momentos de alto riesgo y polémica política. Estrella Digital ofrece un vídeo grabado por la ONG. PSOE y Coalición Canaria piden la comparecencia urgente de Morenés

Carlos Penedo / EP. Artículo publicado originalmente en Estrella Digital.
Greenpeace ha acusado este sábado a la Armada de interceptar "violentamente" sus lanchas neumáticas procedentes del barco 'Arctic Sunrise' que se habían aproximado al buque de perforación 'Rowan Renaissance' para protestar "de forma pacífica" contra las prospecciones petrolíferas en aguas de Fuerteventura y Lanzarote.
Según ha denunciado el grupo ecologista en un comunicado, las embarcaciones de la Armada han "embestido en varias ocasiones" sus zódiac y, como resultado, ha caído al mar una de las activistas, que ha sufrido dos cortes y una fractura de tibia. "Otro activista también ha resultado herido y las embarcaciones de la organización también han resultado dañadas", ha agregado.
Asimismo, ha agregado que "la activista, de nacionalidad italiana y 23 años, ha sido trasladada por miembros de la Marina a su buque Relámpago y se encuentra fuera de peligro". Posteriormente ha sido trasladada a Las Palmas.
Greenpeace ha aclarado que el 'Arctic Sunrise' continúa frente al barco de Repsol, pero fuera de la zona de exclusión decretada por las autoridades, "donde permanecerá por el momento para evaluar los daños sufridos y a la espera de que lleguen más barcos procedentes de las islas para sumarse a la protesta pacífica".
Además, ha reconocido que esta madrugada el barco de Greenpeace fue conminado por parte del buque Relámpago a abandonar la zona y que su capitán, Joel Stewart, contestó: "Hemos recibido y comprendido su mensaje. Vamos a permanecer en posición. Estamos obligados a permanecer aquí, pues nuestro deber es proteger el medio ambiente y tenemos la obligación de hacerlo".
"No permitiremos estas imprudentes prospecciones petrolíferas del Rowan Renaissance en aguas profundas, ya que nosotros y los millones de personas que nos apoyan consideramos que son extremadamente temerarias. Instamos al Gobierno español a proteger el medio ambiente y a proteger a los ciudadanos de las islas Canarias en vez de proteger los beneficios privados de Repsol", aseguró Stewart.

Defensa habla de "impedir la comisión de un delito"

El Estado Mayor de la Defensa ha emitido una nota en la que señala que "el buque Relámpago, de la Armada, que se encuentra en la zona de exclusión marítima para garantizar la seguridad de las actividades de prospección autorizadas por el gobierno, ha tenido que llevar a cabo una operación para impedir la comisión de un delito como es el abordaje a un barco, cumpliendo el mandato del gobierno".
Durante la operación, según relata el órgano operativo de las Fuerzas Armadas, se ha producido un accidente fruto de una situación de tensión, tras el incumplimiento reiterado, por parte de varias lanchas de Greenpeace, de las instrucciones de no penetrar en la zona de exclusión y de no acercarse al buque. A consecuencia de las acciones de interposición y hostigamiento efectuadas, para impedir la aproximación al buque Rowan Renaissance, una activista de la organización ecologista, que no está autorizada a estar en la zona, cayó al agua, resultando herida por las hélices de una de las propias embarcaciones de Greenpeace.
La activista, de nacionalidad italiana, ha sido rescatada por un miembro de la dotación del Relámpago y, tras ser trasladada a este buque, donde se le atendió por los servicios médicos de sus heridas, fue evacuada en un helicóptero del SAR del Ejército del Aire a un hospital de las Islas Canarias, siendo acompañada por otro miembro de Greenpeace.
"La rápida y efectiva actuación de los miembros de la Armada y del Ejército del Aire ha facilitado que la activista de Greenpeace se encuentre en estos momentos fuera de peligro y esté siendo atendida en el hospital para ser tratada de sus heridas en las mejores condiciones posibles", añade la nota.
Tras el incidente el buque de Greenpeace Artic Sunrise, siguiendo instrucciones, ha abandonado la zona de exclusión, aunque se mantiene en las proximidades. "Estas instrucciones no fueron seguidas inicialmente, lo que provocó la intervención de los medios de la Armada, para evitar el hostigamiento e intento de abordaje de un buque en las aguas de la Zona Económica Exclusiva, lo que constituye un delito", continúa en su nota el EMAD.
La operación de vigilancia y seguridad en la zona de exclusión marítima llevada a cabo con los medios de las FAS están siendo conducidas desde el Mando de Operaciones en Madrid, en coordinación con el Mando de Vigilancia y Seguridad Marítima, en el marco de la estructura operativa de las FAS, responsable de la ejecución de las operaciones permanentes asignadas legalmente a las Fuerzas Armadas, para garantizar la seguridad y defensa de los intereses nacionales, concluyen.

PSOE y CC piden la comparecencia de Morenés

El ministro de Industria, Energía y Turismo, y presidente regional del PP de Canarias, José Manuel Soria, ha afirmado que la Armada seguirá "preservando la libertad de actividad" en la zona de las prospecciones en busca de hidrocarburos en aguas cercanas a Canarias donde esta mañana se tuvo que rescatar a una activista de Greenpeace herida.
"La Armada Española tiene una base naval en Canarias --en Las Palmas de Gran Canaria-- y tiene, entre otras misiones, la de preservar la libertad de navegación y de actividad a todos aquellos barcos que tienen autorización para ello", dijo este sábado en declaraciones a los medios de comunicación.
Aquí, el ministro hizo especial hincapié en que la Armada "tiene que preservar ese orden". "Eso es lo que está haciendo y eso es lo que hará", concluyó.
Por su parte, el PSOE pedirá la comparecencia urgente del ministro de Defensa, Pedro Morenés, en el Congreso después de que la Armada haya interceptado tres lanchas de Greenpeace que se encontraban próximas al buque de perforación 'Rowan Renaissance' para protestar contra las prospecciones petrolíferas en aguas de Fuerteventura y Lanzarote, según han informado a Europa Press fuentes socialistas.
En el mismo sentido, Coalición Canaria pedirá la comparecencia urgente del ministro de Defensa, Pedro Morenés, "para que justifique la desmesurada intervención de la Armada española" con Greenpeace en la zona donde se están llevando a cabo los sondeos en busca de hidrocarburos.
Según explica la formación nacionalista, será el senador de CC-AHI, Narvay Quintero, el que formalice este lunes petición de comparecencia por una actuación que dejó una activista italiana de 23 años herida.
CC solicitará así que justifique el despliegue que ha llevado a cabo para garantizar la protección de una embarcación contratada por una multinacional petrolera y, por otra parte, "que aclare el desmedido protocolo aplicado por las embarcaciones de la Armada española".
"Las embarcaciones de la Armada --añadió el partido-- han embestido en varias ocasiones a los activistas de Greenpeace, y como resultado se ha producido la caída al mar de una de las activistas, que ha recibido dos cortes y ha sufrido una fractura, y las embarcaciones de la organización han resultado dañadas".
Con todo, los nacionalistas canarios consideran que el Gobierno del Estado "ha ido más allá de las competencias que le corresponden" y que el despliegue autorizado a la Armada española "se circunscribe a su campaña desmesurada para blindar los intereses de una empresa multinacional y no los que exige la sociedad canaria".

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lunes, 17 de noviembre de 2014

Blas de Lezo saca al rey Juan Carlos de la Zarzuela

El rey Juan Carlos ha vuelto a participar este sábado en un acto público: la presentación de un monumento a un ilustre marino financiado por cuestación popular, sistema practicado para los homenajes en el siglo XIX

Carlos Penedo / EP. Artículo publicado originalmente en Estrella Digital.
El rey Juan Carlos en la inauguración del monumento. | Armada
El rey Juan Carlos ha presidido la inauguración del monumento, ubicado en los Jardines del Descubrimiento de la madrileña Plaza de Colón, que rinde homenaje a Blas de Lezo y Olavarrieta, primer Marqués de Ovieco, uno de los marinos más importantes de la historia española.
El Ayuntamiento de Madrid ha colaborado en esta iniciativa con la Asociación Monumento a Blas de Lezo, que ha promovido la cuestación popular con la que se ha sufragado. Para llevar a cabo el proyecto se constituyó un grupo de trabajo formado por instituciones como la Armada Española, la Real Academia Española, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, la Real Academia de la Historia, la Casa de América, el Instituto de Estudios Madrileños, la Asociación Monumento a Blas de Lezo, los Grupos Municipales del Ayuntamiento de Madrid; a título individual Hugo O'Donnell, Hermann Tertsch y Luis del Rivero, y las áreas de Gobierno de Movilidad y Medio Ambiente, y de las Artes, Deportes y Turismo del Ayuntamiento de Madrid.
En una nota difundida por la Casa Real se informa de que Blas de Lezo, que nació en la localidad guipuzcoana de Pasajes, fue unos de los marinos más importantes de la historia naval española. Entre las hazañas de este marino vasco -y por la que comenzó este proyecto-  se encuentra su victoria en 1741 en Cartagena de Indias ante el ataque de una flota inglesa abrumadoramente superior en efectivos, que comandaba el Almirante Vernon. Este hecho evitó que España perdiera la considerada "llave de América". Blas de Lezo era cojo, tuerto y manco desde los veinticinco años, pero su invalidez no le impidió convertirse en uno de los emblemas de la Armada en el siglo XVIII, cuando España era la mayor potencia naval.

Campaña en Change

Los promotores del monumento han puesto en marcha también una campaña en Change, una plataforma de peticiones por Internet, donde han conseguido 10.708 firmas. En su argumentación, decían que "los españoles tenemos la costumbre de avergonzarnos de nuestra historia. Por una razón o por otra repetimos machaconamente nuestras derrotas sin acordarnos nunca de las grandes gestas de nuestros conquistadores y marinos. ¿Cómo explicar que Horatio Nelson presida una de las plazas más importantes de Londres pero nuestro gran héroe, Blas de Lezo, no tenga un mísero callejón a su nombre en la capital de España?".
Se solicitaba el Ayuntamiento de Madrid la ubicación del monumento en una rotonda en la cabecera de la Cuesta de Moyano, cerca del parque del Retiro, aunque finalmente se ha decidido colocarla en la plaza de Colón.
Siempre con el modelo del almirante Nelson en la plaza londinense de Trafalgar, se añadía en la petición en Change que "es inútil mantener la identidad de un país que se empeña en borrar la memoria de sus héroes. Recuperemos la memoria de éste".
Si bien es cierto que la Armada siempre le ha concedido el mayor privilegio posible -bautizar un barco con su nombre, en la actualidad, la fragata de la clase Álvaro de Bazán: la Blas de Lezo (F103)-, a nivel popular no se trata de un personaje muy reconocido por la mayoría de la sociedad.
Sí posee calles en ciudades como Valencia, Málaga, Fuengirola, Alicante, Las Palmas de Gran Canaria, Huelva, San Sebastián, Rentería o Pasajes (su localidad natal), y ahora también en Madrid.
El Museo Naval de Madrid le dedicó una exposición durante el año pasado y en el último lustro se han publicado algunos libros sobre su figura; como el de Alber Vázquez con 'Mediohombre. La batalla que Inglaterra ocultó al mundo', o el de Juan Pérez-Foncea, con 'El Héroe del Caribe, la Última Batalla de Blas de Lezo'.

Para la Armada, se salda una deuda histórica

Por su parte, la Armada informa de que el marino ha pasado a la historia con el sobrenombre de mediohombre, en referencia a sus múltiples heridas en combate que le dejaron cojo, manco y tuerto. El acto militar concluyó con un homenaje a los que dieron su vida por España y la interpretación del himno de la Armada.
El rey Juan Carlos estuvo acompañado por la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, el almirante Jefe de Estado Mayor de la Armada, Jaime Muñoz-Delgado, el presidente de la Asamblea de Madrid, José Ignacio Echeverría, el secretario de Estado de Cultura, José María Lasalle, el embajador de Colombia en España, Fernando Carrillo y el presidente de la Asociación Monumento a Blas de Lezo, Íñigo Paredes Camuñas.
El almirante Jefe de Estado Mayor de la Armada, en el discurso pronunciado durante el acto de inauguración, ha destacado que esta jornada supone “un día muy importante para la Armada” ya que, con el levantamiento del monumento a Blas de Lezo, se ve “alcanzada una de las grandes ilusiones de todo militar, que es el ver que el reconocimiento y homenaje a los héroes que forjaron nuestra historia se traslada a toda la sociedad”.
“Hoy reconocemos la figura de un gran español, un marino que venció en todas las batallas en las que participó, que desde el Mediterráneo hasta el Pacífico engrandeció el nombre de España”, aseguró el almirante Muñoz-Delgado, quien añadió que "con sólo seis buques y un puñado de hombres alcanzó su máxima hazaña histórica en 1741, durante la defensa de Cartagena de Indias”
Para la Armada, la inauguración de este monumento "supone el saldo de una deuda histórica con la figura de Blas de Lezo que, pese a ser uno de los marinos más importantes de la historia naval española, no contaba con un espacio dedicado en la capital".
La financiación de la escultura, obra del creador madrileño Salvador Amaya, se ha hecho por suscripción popular y a iniciativa de la Asociación Monumento a Blas de Lezo, tal y como fueron concebidas otras ilustres estatuas de la capital, como la del Rey Alfonso XII, Colón o Espartero.
La suscripción popular estuvo en boga especialmente durante el siglo XIX y gracias a esta modalidad de financiación hoy en día la capital cuenta con homenajes como los dedicados a Emilio Castelar, en la glorieta del mismo nombre, al general Espartero en la calle Alcalá o a Alfonso XII en el Retiro.
El almirante Blas de Lezo (1689- 1741) es considerado uno de los mejores estrategas de la historia de la Armada española. Entre sus hazañas destaca el ataque de 195 navíos de la flota inglesa con apenas seis barcos españoles, lo que acabó impidiendo la conquista de Cartagena de Indias por los ingleses y que "hizo que en el continente americano se siguiera hablando español", dice la Armada. El marino murió pocos días después de esa batalla y fue enterrado en una tumba de la que todavía hoy se desconoce su emplazamiento.

Ana Botella asegura la "continuidad histórica" de España

Para la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, el acto es el último triunfo de Blas de Lezo. "Su triunfo sobre quienes pretenden imponer el silencio, o negar la contribución generosa y leal de todos los pueblos de España a su historia común".
A su juicio, la escultura financiada por suscripción popular, "hace verdadera justicia a la figura de este español ejemplar, su inteligencia, astucia y valentía, convierten a don Blas de Lezo en el héroe que cualquier nación habría querido honrar y admirar. Además, ha reconocido que Madrid "honra hoy a un héroe español con quien la Nación española mantiene una deuda de reconocimiento no satisfecha".
Ana Botella ha agradecido su colaboración en la realización del monumento al Ayuntamiento de Madrid, la Armada Española, las Reales Academias de la Historia y Bellas Artes, la Casa de América, el Instituto de Estudios Madrileños y a la sociedad española. "Debemos este monumento a la aportación, doblemente generosa en tiempos de crisis, de miles de ciudadanos de toda España e Iberoamérica", gracias a la cual Madrid alberga desde hoy esta "extraordinaria escultura".
La alcaldesa de Madrid ha finalizado el acto asegurando que el triunfo de Blas de Lezo en la batalla de Cartagena de Indias "ha continuado sobre quienes pretenden dar por caducada una gran nación como es España, cuya continuidad histórica estará siempre garantizada, precisamente, por la fortaleza y riqueza que representa ser una y diversa".

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miércoles, 22 de octubre de 2014

Defensa lamina el poder de los jefes de los ejércitos

Luces y sombras sobre la nueva organización de las Fuerzas Armadas que acaba de aprobar el Gobierno Rajoy. Los cambios deben pasar del BOE a la realidad

Carlos Penedo. Artículo publicado originalmente en Estrella Digital.
Defensa acaba de fortalecer aún más el poder del mando operativo de las Fuerzas Armadas , el jefe de Estado Mayor de la Defensa –JEMAD-, a costa de los mandos de los tres ejércitos, los conocidos como JEME –jefes de Estado Mayor de Tierra, Aire y Armada-.
España ha tenido tres ministerios militares, uno por cada ejército, hasta 1977, y en muchos aspectos la organización militar ha seguido -y sigue- funcionando de manera autónoma al Ministerio de Defensa, para muchos una superestructura civil no siempre capaz de imponer su autoridad y control sobre los ejércitos.
Los palacios y edificios representativos que albergan en Madrid los cuarteles generales de los tres ejércitos -en Cibeles, Moncloa y Paseo de Recoletos- ilustran su pasado y su presente.
Aunque su creación es anterior, la figura reforzada de un único mando militar operativo tuvo que esperar hasta 2005, cuando nació su mando de operaciones, con fuertes resistencias desde dentro de la organización militar.
El Boletín Oficial del Estado del pasado viernes 17 de octubre publicaba el Real Decreto 872/2014 por el que se establece la organización básica de las Fuerzas Armadas, aprobado una semana antes en Consejo de Ministros. Los objetivos declarados son simplificar la organización, racionalizar las estructuras y potenciar la operatividad.
El nuevo Real Decreto pretende simplificar estructuras y mejorar la operatividad de las FAS, a costa de los JEME
En palabras de la vicepresidenta, Sáenz de Santamaría, se trata de “simplificar estructuras, eliminar la dispersión normativa actual, facilitar el cumplimiento de las misiones, reforzar las funciones operativas mediante su centralización en el Estado Mayor de la Defensa, organizar la logística común y la adquisición de recursos, homogeneizar la organización de los Ejércitos y unificar los servicios que no sean exclusivos”.
En la rueda de prensa del Consejo de Ministros, el titular de Defensa, Pedro Morenés, añadía lo que consideraba un “punto relevante”, en concreto “la subordinación directa de todos aquellos mandos operativos al jefe del Estado Mayor de la Defensa. Se ha eliminado cualquier referencia a misiones específicas permanentes que pudiesen estar bajo la responsabilidad de los jefes de Estado Mayor de los Ejércitos, pasando directamente a estar bajo el jefe de Estado Mayor y, fundamentalmente, del Mando de Operaciones dentro de la estructura del Estado Mayor”.
A partir de ahora, el Estado Mayor de la Defensa estará compuesto por el Mando de Operaciones (del que cuelga el Mando Conjunto de Operaciones Especiales) el Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas, el Mando Conjunto de Ciberdefensa, el Centro de Estudios de la Defensa Nacional y organizaciones operativas permanentes: el Mando de Vigilancia y Seguridad Marítima, el Mando de Defensa de Operaciones Aéreas y la Unidad Militar de Emergencias, que aclara su dependencia directa del JEMAD.
Sobre el papel, el Gobierno ha creado en la figura del jefe de Estado Mayor de la Defensa -JEMAD- un mando indiscutible de todas las operaciones de las Fuerzas Armadas, más allá de las misiones en el exterior que tenía hasta ahora; al que acompaña una estructura de mandos en parte novedosa y más completa.
La reforma hay que unirla a otro paso previo del Ministerio tomado antes del verano, que juntos suponen “una revisión global de toda su estructura”. Se trata del Real Decreto de junio que desarrollaba la estructura básica del Ministerio de Defensa, que afectaba fundamentalmente a la Secretaría de Estado de Defensa, “con la centralización de los programas de obtención, de modernización, de sostenimiento común, el apoyo a la internacionalización de la industria de defensa y la gestión económica”.
El Ministerio ha creado dos zares con amplios poderes de decisión en recursos y operaciones militares en una época con presupuesto escaso
El resultado es que el Ministerio de Defensa cuenta hoy con dos viceministros con amplias competencias sobre recursos y sobre las Fuerzas Armadas, el SEDEF y el JEMAD, que si ya son reconocidos ambos titulares como secretarios de Estado ahora ven reforzadas sus competencias en el BOE. El reforzamiento de estos dos altos cargos debiera suponer también una mayor responsabilidad y rendición de cuentas de sus actuaciones. A la contra rema la actual escasez de presupuesto y recortes de fondos que limita una capacidad de actuación elevada sólo sobre el papel: tanto la contratación de equipamiento como la operatividad se han visto reducidas al mínimo en los últimos años.
Si alguien gana poder, alguien lo pierde. Los ejércitos han cedido en este 2014 importantes competencias en programas de armamento y misiones permanentes, y el nuevo Real Decreto insiste en una función casi exclusivamente “asesora”, en contraste con las funciones ejecutivas del JEMAD. Dichas misiones -vigilancia y seguridad en los espacios aéreo y marítimo y presencia militar en territorios de soberanía española, decía la norma de 2007-  son asumidas por dos organizaciones operativas permanentes: el Mando de Vigilancia y Seguridad Marítima, y el Mando de Defensa y Operaciones Aéreas, ambos subordinados al JEMAD.
Los JEME no obstante conservan, bajo la autoridad del ministro, “el mando de su respectivo ejército” y funciones de adiestramiento, instrucción y administración de su personal.

El parlamento, ausente

Analistas civiles y militares con experiencia directa de gestión en el Ministerio observan luces y sombras en la nueva organización.
Entre lo positivo, el Real Decreto continúa el camino establecido por la Ley de Defensa de 2005, que considera las FAS como una entidad única e integradora.
A lo anterior se añade, como recordaba el ministro, que las intervenciones actuales de las Fuerzas Armadas tienen un carácter conjunto. La realidad militar hoy es conjunta, medios de los tres ejércitos actuan muy a menudo juntos.
En cuanto a las sombras, la reorganización completa del Ministerio no ha tenido hasta el momento una presentación parlamentaria o un debate en el Congreso, a donde acuden con gusto los responsables políticos y militares cuando desean presentar una actuación relevante. En 2012 el Grupo Socialista presentó una proposición no de ley relacionada con la organización del Ministerio que fue rechazada por la mayoría del Grupo Popular.
Asimismo los reales decretos de los últimos tres meses se topan con los límites de la Ley Orgánica de Defensa de 2005, norma de mayor rango a la que no pueden enmendar.
Por otra parte se ha producido una reforma del ámbito civil del Ministerio y ahora del ámbito militar, pero no se avanza en la integración de ambos, que aparecen como dos mundos que coexisten.
En este sentido, mientras que la Ley de Defensa de 2005 habla de las "Fuerzas Armadas, integradas en el Ministerio de Defensa", establece que la organización militar forma parte del Ministerio, en el Real Decreto de junio se decía que la parte militar "se rige por su regulación específica", ahora publicada.
Se corre el riesgo de crear nuevas estructuras sin adelgazar las antiguas
En la actual legislatura han sido creados en el seno de las Fuerzas Armadas nuevos mandos de vigilancia marítima y operaciones aéreas, en 2012, y un nuevo mando conjunto de ciberdefensa, en 2013. Algunas críticas se dirigen a la aparición de nuevas estructuras sin la dotación de recursos económicos y personales necesaria, lo que se une además a que su creación no viene acompañada de un adelgazamiento de la estructura de cada uno de los ejércitos.
En este punto se sitúa el riesgo de la aparición de nuevos organismos y organigramas paralelos,  en contra del espíritu de la norma de simplificar la organización.
De estos cambios en profundidad de la organización del Ministerio de Defensa tampoco se deduce una nueva estructura de las Fuerzas Armadas en lo relativo al personal, que se está viendo reducido en los últimos años (10.000 militares de tropa menos desde 2010) como consecuencia de cortar las incorporaciones y la no reposición de las bajas, en lugar de responder a un nuevo diseño o un plan establecido.
Ni luces ni sombras, en la penumbra, colocan algunos que gran parte del contenido del Real Decreto ya está recogido en normativa dispersa, por tanto, pocas novedades.
La nueva normativa destaca también un aspecto difícil de valorar: “se establece un nuevo concepto de empleo de las Fuerzas Armadas, la Fuerza Conjunta, que se define como aquella constituida por todos los elementos integrantes de la Fuerza de los Ejércitos, además de los elementos de los mandos subordinados al JEMAD que se determinen”.
Este concepto de la fuerza conjunta habría que adjudicárselo al actual JEMAD, Fernando García Sánchez, que dio a conocer sus planes al respecto a comienzos de año, un nuevo diseño de la organización militar que tiene como eje una fuerza de acción conjunta compuesta en su núcleo por 15.000 militares realmente operativos y desplegables por el Gobierno a un escenario determinado en caso de necesidad, 10.000 de ellos para operaciones combinadas con países aliados o en el marco de organizaciones internacionales, y otros 5.000 en principio destinados a responder a operaciones en las que España debiera actuar militarmente en solitario. El almirante anunció para este verano la plena operatividad de esa fuerza conjunta, que no existe físicamente, se forma para cada misión y carece de mandos o estructura propia. En las últimas semanas y meses no se ha dado mayor detalle.
En Defensa la normativa suele ir por delante de la realidad, dice un teniente general
El contraste con la realidad de los nuevos zares del Ministerio de Defensa en recursos y en estrategia militar se puede ejemplificar con un caso como los drones, las aeronaves sin piloto embarcado que protagonizan la actuación de los ejércitos en todo el mundo. En el caso español, el Ministerio de Defensa ha renunciado a corto plazo a participar en algún programa internacional o bilateral de envergadura, y no figuran los drones como prioridad inmediata de las adquisiciones de la Secretaría de Estado de Defensa, donde sí se incluye en sus fases muy iniciales nuevos programas como un vehículo 8x8 para Tierra y el diseño de una nueva fragata para al Armada. La ausencia de drones en la planificación convive con las iniciativas de cada uno de los ejércitos por su cuenta con pequeños pasos para cubrir esa capacidad.
Un teniente general buen conocedor de las Fuerzas Armadas y su organización, hoy sin ocupar cargos de responsabilidad, señala que en Defensa la legislación suele ir por delante de la realidad, al contrario que en otros campos donde el BOE llega tarde a bendecir lo que ya existe. Al Real Decreto de este viernes le queda entonces que se aplique.

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