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viernes, 26 de diciembre de 2014

España reduce la ayuda humanitaria en un 90%

  • Se ha pasado en cuatro años de encabezar la ayuda humanitaria a hundirse con los mayores recortes de todas las políticas del Gobierno
  • A nivel internacional crecen los fondos, que aún así resultan insuficientes para atender las últimas crisis
  • Informe de IECAH y Médicos sin fronteras

Carlos Penedo. Artículo publicado originalmente en Estrella Digital.
Refugiados centroafricanos en Camerún. | MSF
El presupuesto español de Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) destinado a ayuda humanitaria continuó experimentando una significativa reducción durante el año 2013. Se han imputado como gastos de acción humanitaria 38 millones de euros, casi un 90% menos que en 2010.
España es el país que más ha reducido sus fondos de ayuda humanitaria desde entonces, con recortes incluso mayores que en otras políticas sociales: de los 356 millones de euros de aquel año, a 216 millones en 2011 y 72 millones en 2012. Si comparamos las cifras de 2013 y 2012 se observa que, en tan sólo un año, la ayuda humanitaria española se ha reducido en un 47%. Esto supone que, a día de hoy, el porcentaje que representa la ayuda humanitaria respecto al total de la AOD española apenas supera el 2,17 %, cifra muy por debajo de la media internacional. El hecho de que el componente humanitario de la ayuda española esté siendo el que más esté sufriendo los recortes hace que la capacidad para responder a muchas de las crisis se vea totalmente condicionada a la disponibilidad de fondos.
Según el informe 'La acción humanitaria en 2013-2014: una respuesta tardía', elaborado por el Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH) con la colaboración de Médicos Sin Fronteras (MSF), y presentado este miércoles en Madrid, los recortes en la ayuda humanitaria española impiden una respuesta mínimamente digna.
"Más allá de la buena voluntad de muchos de los responsables de la ayuda española y de la Oficina de Acción Humanitaria de la AECID, la falta de fondos ha hecho que deban solicitarse créditos extraordinarios de modo urgente para poder responder a la crisis siria o al ébola", señala Francisco Rey, codirector del IECAH. "Parecería razonable que, en lugar de utilizar este tipo de mecanismos que hacen tardía la respuesta, se aumentaran los presupuestos, pues, aunque no sepamos dónde o cuándo, está claro que se van a producir nuevas crisis con graves consecuencias humanitarias", añade.
Los grandes recortes de la ayuda humanitaria española (el componente de la cooperación que más ha disminuido) están limitando la capacidad de España para responder a las crisis. Solo a través de créditos extraordinarios, y de modo insuficiente y tardío, se han podido sumar algunos fondos en las crisis de los Territorios Palestinos Ocupados, Siria o del ébola.
Denuncia Jesús A. Núñez, codirector del IECAH, que "encerrados en una visión cortoplacista que solo puntualmente activa limitados parches allí donde se identifiquen riesgos para los intereses propios, se ha optado por una mera gestión de los problemas heredados del pasado, sin afán alguno por resolverlos realmente, en la medida en que eso último obligaría a articular un esfuerzo sostenido, multidisciplinar y multidimensional para el que muy escasos actores están actualmente dispuestos".
En palabras de Joan Tubau, director general de Médicos Sin Fronteras, "la crisis del ébola ilustra la dificultad que tiene el sistema humanitario en responder rápida y eficazmente a nuevos retos y a emergencias complejas. Cuando por fin algunas de las promesas llegan al terreno, sólo se traducen en dinero y en capacidad logística, pero no en las suficientes manos para enfrentarse a la enorme tarea que tenemos ante nosotros. España, que podría haber desempeñado un papel importante en la respuesta global a la epidemia, ha optado por quedarse al margen, limitándose a realizar una escasa contribución económica y dejando patente la tremenda desigualdad entre lo que se gasta en hacer frente a unos pocos casos importados dentro de nuestras fronteras y lo que aporta para combatir la epidemia en su foco, donde realmente está el problema. Un país como el nuestro, que hace apenas cuatro años era uno de los referentes en la respuesta a emergencias, ni siquiera está hoy ubicado entre los 20 que más aportaciones han hecho al fondo internacional contra el ébola".

España rechaza la petición de la ONU para utilizar Canarias contra el ébola

Más allás de los fondos destinados, un ejemplo que ilustra el compromiso del Gobierno español con la última gran crisis humanitaria del ébola es su rechazo a utilizar el aeropuerto de Las Palmas como puente aéreo humanitario que facilitara el traslado de cooperantes y personal médico dedicado a combatir esta enfermedad en África, como así se lo pidieron Naciones Unidas y Médicos Sin Fronteras.
Tanto el Programa Mundial de Alimentos -PMA- de Naciones Unidas, que tiene una base logística en Las Palmas, como la ONG Médicos Sin Fronteras dirigieron hace tres meses una petición formal al Gobierno que no ha tenido respuesta.
Sí se han conocido las condiciones que se han impuesto al PMA, la obligatoriedad de que cooperantes y personal sanitario que proceda de los tres países más afectados por el ébola -Liberia, Sierra Leona y Guinea- permanezcan 21 días en un tercer país libre de la enfermedad antes de ser autorizados a pisar suelo canario. Esta condición supone un rechazo frontal al uso de Gran Canaria como base de traslados de personal y, además, se trata de una decisión considerada absurda por las organizaciones afectadas, ya que no se aplica a los vuelos regulares que conectan Canarias con la zona, como Senegal, donde pueden hacer fácilmente escala quienes trabajan en los focos del ébola.
Médicos Sin Fronteras, que tienen 350 trabajadores internacionales y 3.000 locales centrados en la epidemia en suelo africano, también formuló una petición de medios de Defensa que no ha tenido respuesta, para que se utilizaran unidades y medios de las Fuerzas Armadas en la lucha contra el ébola, como sistemas de descontaminación biológica y NBQ así como medios de transporte para aeroevacuaciones.

Respuesta internacional insuficiente

La ayuda humanitaria internacional alcanzó cifras record durante el año 2013 y, sin embargo, la respuesta internacional sigue sin estar a la altura de las crecientes necesidades y de las complejas crisis a las que debe enfrentarse. La crisis siria y la tardía respuesta al ébola dejan patente una clara y grave falta de voluntad política en la resolución de conflictos armados, así como una cada vez más acuciante falta de fondos para atender las demoledoras consecuencias de las emergencias humanitarias, afirma el IECAH.
Durante los años 2013 y 2014 se han agravado algunas de las crisis humanitarias ya existentes y han surgido otras nuevas, haciendo que se declararan simultáneamente cinco emergencias nivel tres, el nivel máximo de gravedad que decreta las Naciones Unidas para las crisis humanitarias, en Siria, República Centroafricana, Sudán del Sur e Irak, a las que vino a añadirse la epidemia de ébola.
En este 2014 se vio también cómo Libia caía de nuevo en el caos, cómo la violencia asolaba Ucrania y cómo la nueva ofensiva de Israel contra Gaza dejaba tras de sí más de 2.000 muertos, de los cuales un 70% eran civiles, y decenas de miles de personas desplazadas. La escasa y tardía respuesta internacional a las mismas muestra que ciertas amenazas, si no se abordan desde su inicio, tienden a agravarse y a desembocar en graves crisis y en enormes movimientos de población. En este contexto, 2014 terminará con más de 50 millones de personas desplazadas o refugiadas, la mayor cifra desde la II Guerra Mundial.
Los fondos destinados a ayuda humanitaria internacional experimentaron en el año 2013 un significativo crecimiento, alcanzando un techo hasta ahora desconocido: 22.000 millones de dólares. Esto supuso un aumento del 27% respecto de los 17.300 millones de dólares concedidos el año anterior, y un 13% más que el récord anterior, fijado en los 19.400 millones que se desembolsaron en 2010 (en respuesta a desastres de gran escala, como el terremoto de Haití o las inundaciones de Pakistán). Este incremento tiene también su parte menos positiva, ya que más de un tercio de las necesidades existentes en 2013 quedaron sin cubrir. Esto ocurre en un escenario de polarización y extrema tensión en el Consejo de Seguridad de la ONU, que pone de relieve la ineficacia de la maquinaria humanitaria ante crisis altamente politizadas como, por ejemplo, las de Oriente Medio y Ucrania.
Los casos analizados en el Informe denotan que la mayoría de organismos internacionales y gobiernos donantes no están siendo capaces de garantizar presencia humanitaria en los escenarios más complejos, o responder de modo oportuno a nuevas crisis como la epidemia de ébola. Para estas ONG, no hay voluntad política ni financiera para reaccionar con vigor a las emergencias derivadas de conflictos o desastres, que más sufrimiento causan. Sólo en 2013, se registraron 330 desastres naturales, que afectaron a 96,5 millones de personas y 35 conflictos armados.
El décimo informe del Observatorio de la Acción Humanitaria ha sido elaborado por el IECAH en colaboración con MSF y con la participación de Development Initiatives. Analiza la evolución de la financiación humanitaria internacional y española y dedica un capítulo al conflicto de Siria y otro a la epidemia de ébola, que aborda desde las perspectivas política, de seguridad y humanitaria; asimismo, incluye una cronología de acontecimientos internacionales.

Sugerencias


viernes, 21 de marzo de 2014

Rajoy pone en marcha un 'Plan África' militar

  • Defensa traslada el despliegue español al centro de África
  • El Congreso autoriza al Gobierno a enviar 85 militares a la República Centroafricana

Carlos Penedo. Artículo publicado originalmente en Estrella Digital.
Letrero en las cercanías del aeropuerto de la capital
centroafricana (Foto: AFP).
En poco más de un año el peso de la participación militar española en operaciones en el exterior se ha trasladado de Oriente Próximo (Líbano) y Medio (Afganistán) al centro de África. Más de 600 soldados españoles (un millar contando con todo el personal embarcado) se despliegan hoy desde el Atlántico al Mar Rojo, desde Gabón a Somalia. África recupera protagonismo para la política exterior española, una atención de carácter casi exclusivamente militar hasta el momento. Desde el punto de vista operativo, las últimas misiones africanas marcan tendencia.
El pleno del Congreso de los diputados ha aprobado este jueves (con comparecencia del ministro y minidebate el miércoles) el despliegue de 85 militares en el marco de la operación de la Unión Europea en la República Centroafricana. Junto con la operación en Malí que ahora cumple un año, éste se trata del último movimiento de un cambio de foco de la política exterior y de defensa del Gobierno Rajoy, con diversas intervenciones que van conformando una especie de Plan África militar que ya cuenta con presencia uniformada española de diversa naturaleza en Senegal, Mauritania, Malí, Gabón, República Centroafricana, Uganda, Yibuti, aguas y capital de Somalia.
La Revista Española de Defensa, órgano oficial y la mejor de la veintena de publicaciones periódicas que edita el Ministerio, dedicaba precisamente su último número casi monográficamente a África, con un entusiasmo hasta ahora sólo mostrado hacia el mundo árabe-islámico y el terrorismo yihadista.
En su comparecencia en el Congreso, el ministro de Defensa ha alertado sobre “la amenaza de creación de un segundo gran cinturón de inestabilidad africana”, que pudiera incluir Sudán del Sur, la República Centroafricana y también Nigeria. El primer cinturón al que también se refiere Morenés es el Sahel, la frontera sur del Sáhara, “donde sí tenemos un peligro inminente”, área de especial interés por su potencial poder desestabilizador de nuestros vecinos del norte de África, el Mágreb, y donde ya estamos en Malí desde comienzos de 2013.
Hotel Ledger Plaza en Bangui.
El ministro Morenés insiste en su discurso que España interviene en África sin un interés material ni específico, a diferencia de otros países como Francia, aunque subyace en sus palabras un interés bien interesado que tiene su origen en temas como el suministro energético, la amenaza del terrorismo o las redes de inmigración. Como ejemplo, de Nigeria procede el 15% del petróleo y el 10% del gas que importa España.
“No podemos permanecer ciegos a un desastre humanitario de tal magnitud, ni podemos permitir que la crisis humanitaria y inestabilidad se extienda a nivel regional”, dice el ministro.
Concretando algo más, Morenés menciona cuatro objetivos: “la protección de la población, la restauración del orden público, el restablecimiento del poder del Estado, la facilitación de la ayuda humanitaria y el apoyo a la reforma del sector de la seguridad”.

República Centroafricana

La República Centroafricana ocupaba antes de la última crisis el puesto 180 sobre 188 países en el índice de desarrollo humano de Naciones Unidas. Aunque los últimos conflictos proceden de un golpe de Estado hace justamente un año, la situación de inestabilidad se remonta a una década y desde diciembre ha saltado por los aires. “Es imprescindible que comencemos por imponer la paz”, dice Morenés, como primer paso de un trabajo ingente que debe empezar por garantizar la seguridad.
Con una superficie mayor que España, la mitad de sus cinco millones de habitantes necesita ayuda humanitaria, el conflicto civil ha generado 600.000 desplazados internos y cerca de 300.000 refugiados en países vecinos. Se puede decir que el Estado no existe.
Lo que ha hecho el Congreso este jueves es ratificar la decisión del Consejo de Ministros del pasado 7 de marzo, que aprobó el despliegue y la participación de una Fuerza de Operaciones Especiales de 50 efectivos, una sección de la Guardia Civil hasta un máximo de 25 agentes (“bajo el mando del JEMAD”, quiso dejar claro Morenés) y diversos oficiales para los Cuarteles Generales de la operación militar de la Unión Europea en la República Centroafricana. En principio la UE monta esta operación por un plazo de seis meses y con un número total de 900 militares, a la espera de una próxima operación de Naciones Unidas.
Infografía en la revista del Ministerio de Defensa.
El país no tiene ejército, sus 8.500 integrantes lo han abandonado, y únicamente permanece un tercio de las fuerzas policiales, por lo que la seguridad del país la mantiene hoy las tropas francesas (2.000), que iniciaron el pasado 6 de diciembre la operación Sangaris; y la misión de la Unión Africana MISCA (alrededor de 6.000 uniformados), en proceso de transformarse en una operación de paz de NN.UU., que a duras penas consiguen mantener cierto control sobre la capital. El resto del país está fuera de control.
El despliegue español ahora autorizado no es el primero para la República Centroafricana. Desde hace tres meses opera un avión de transporte Hércules C-130 (con los 50 militares necesarios) dedicado a apoyar la operación francesa. A partir de finales de marzo este avión operará desde bases francesas en el vecino Gabón.
En el breve debate celebrado el miércoles en el Congreso todos los grupos parlamentarios mostraron su apoyo a la misión, excepto la Izquierda Plural, que criticó este tipo de operaciones por su fracaso hasta el momento para estabilizar o democratizar los países donde actúan y por encubrir la avaricia occidental por controlar los recursos naturales. El diputado Centella recordó que en el presupuesto del Ministerio de Asuntos Exteriores para 2014 no aparece ni un euro destinado a la República Centroafricana, “la ayuda humanitaria se reduce y se aumenta la participación militar”, criticó.
El portavoz del PP, Vicente Ferrer, trató de responder preguntándose por el “fabuloso El Dorado que vamos a saquear en Líbano, Afganistán, Malí o Yibuti, lo único que hay en esos países son grandes cantidades de arena, alimañas ponzoñosas y balas”, afirmó.
El portavoz del Grupo Socialista, Luis Tudanca, mostró un apoyo crítico a la operación y recordó que “la solución al conflicto no está ni estará únicamente en estas misiones”, sino en una “estrategia de apoyo sostenida, de cooperación, de prevención de conflictos”, y en este contexto señaló que España ha reducido en tres años a la mitad la ayuda al desarrollo y en un 75% la ayuda humanitaria.

Malí, un año

Soldado francés en la República Centroafricana
el pasado mes de enero (Foto: AFP).
España participa desde hace poco más de un año con un contingente de 110 militares en la operación de la Unión Europea en Malí, que ha finalizado la formación de cuatro batallones malienses. Por las instalaciones de EUTM habrán pasado un total de 2.900 militares malienses, siendo todos ellos desplegados en el norte del país.
La misión está basada en dos pilares, por un lado el entrenamiento de los batallones malienses, que se lleva a cabo en el campo de Koulikoro, a unos 60 kilómetros al noreste de Bamako, la capital maliense, y por otro, el pilar de asesoramiento para la reforma global de sus Fuerzas Armadas, que se lleva a cabo mayoritariamente en la capital.
La participación española comenzó también poniendo a disposición francesa –operación Serval- un avión de transporte C-295 que opera desde Dakar (Senegal), con un contingente de medio centenar de militares. Desde el inicio del despliegue en enero de 2013, se han desarrollado 166 misiones, con un total de 407 vuelos, transportando más de 3.000 pasajeros y 625.000 kilos de carga.
Cruzando el continente, España mantiene un protagonismo indiscutible y creciente en aguas de Somalia. Además de la participación en la operación Atalanta contra la piratería con un Buque de Acción Marítima y otros medios aéreos que suman más de 200 efectivos, una fragata F-100 de la Armada se encuentra actualmente al mando en la operación Ocean Shield de la OTAN en el cuerno de África (otros 250 militares de tripulación).
En este contexto cabría mencionar también que la UE aprobó este 17 de marzo una estrategia para el Golfo de Guinea, con el objetivo de luchar contra la inseguridad marítima y el crimen organizado, posible avance de alguna actuación militar sobre el terreno, o sobre el agua.

Nuevo modelo de intervención militar

Las dos operaciones actualmente en marcha en Malí y la República Centroafricana han seguido el mismo esquema: Francia interviene, España apoya rápidamente con medios de transporte con o sin aval parlamentario, el Congreso legitima a posteriori, luego la Unión Europea o Naciones Unidas bendicen la intervención militar, España amplía su participación y la comunidad internacional trata de movilizar fuerzas africanas.
Se observa con estas operaciones una tendencia a la formación de alianzas bilaterales en Defensa (en estos casos, España persigue claramente la alianza francesa), actuaciones de pequeña envergadura (en torno a un centenar de efectivos), con horizonte temporal limitado, que combina elementos aéreos (incluso sin piloto) y fuerzas especiales, con querencia hacia la formación de fuerzas locales y la combinación de elementos militares y civiles, aunque lo militar se acaba imponiendo su mayor coste-presupuesto y número de profesionales.
Como reacción a la grave crisis migratoria de llegada de cayucos a Canarias, el Gobierno de Zapatero puso en marcha un conjunto de actuaciones a mediados de la década pasada en el continente africano –Plan África 2006-2009 y 2009-2012-, principalmente en los países de la costa occidental, que combinaba actuaciones en cooperación y seguridad. Por la vía de los hechos Rajoy parece estar conformando otro Plan África, éste exclusivamente militar, aparentemente más contundente y efectivo. A corto plazo.

Sugerencias

lunes, 7 de octubre de 2013

España quiere poder en Naciones Unidas

Siria y el olor de la muerte química, inmigrantes desesperados saltando una valla de cinco metros con pinchos, Gibraltar más rocoso que nunca, bases militares de utilización compartida con una actividad desconocida en una década, Rajoy en el G20 ocultando su firma en una declaración de guerra, fragata española bajo bandera OTAN rumbo a Oriente… El final de agosto-principio de septiembre estaba cargado, tenso, si bien tranquilizó que el Gobierno celebrara la primera reunión ordinaria del nuevo Consejo de Seguridad Nacional y despachara todos esos asuntos en una horilla -45 minutos descontando los saludos-; de todos esos asuntos y también de los incendios forestales trató la reunión.
Así es la política, la actualidad y sus quiebros (“eres experta con la liebre en regatear”, decía Nacha Pop), así transcurren los acontecimientos.
Hay aguas que desaparecen, como el Guadiana y sus ojos: nada sabemos de Malí, poco de Egipto, Irak pasó a la historia, nada de Mauritania. Un consejo de ministros de septiembre aprobó 40 medidas 40 para la regeneración democrática que se evaporaron sin dejar huella.
Hay corrientes subterráneas que se resisten a asomar la cabeza, como el pulso ahora mismo de los Estados de la UE con la Comisión para proteger su industria de Defensa, es decir, para evitar la competencia real en un mercado sin competencia real. Las empresas se reúnen discretamente con el Ministerio, se entregan papeles y nada trasciende, ni las prioridades del país o de sus empresas ni las gestiones realizadas. Si nada sabemos del proceso, se juzgarán los resultados.
Imágenes del documento promocional de la candidatura de España al Consejo de Seguridad de la ONU.
Hay corrientes que cambian su trayectoria, como la que parecía inminente intervención militar sobre Siria. El vértigo que debió sentir Obama al mirarse en el espejo y ver al homo antecessor, la diplomacia rusa, el nuevo presidente iraní y su voluntad de negociar con EE.UU., la clara oposición de opiniones públicas de izquierdas y derechas, y parlamentos, a una intervención… han cambiado muy considerablemente el panorama de esta crisis.
Y hay corrientes extrañas. Como el desvío del río Jarama para la construcción de la Terminal 4 de Barajas; si hay que cambiar su curso, se cambia. España quiere sentarse en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en el bienio 2015-2016, y el Gobierno está en campaña. Nada criticable, aunque quedan muy lejos y más ridículas hoy aún que entonces aquellas bromas sobre los vestidos africanos de la vicepresidenta del Gobierno, las críticas a la financiación española de la sede en Ginebra de NNUU, de los importantes fondos destinados a cooperación, el buenismo y otras zarandajas repetidas muy es serio por gente muy seria en escenarios muy serios hasta antarantonte (en gallego, el día antes de antesdeayer, hace tres días, anteontem en portugués).
Despreciada o alabada, vuelve Naciones Unidas porque es el único y principal foro de legalidad y legitimidad internacional; vuelve con una resolución que obliga a Siria a eliminar sus armas químicas, y lo que hace también es dar tiempo a la política y a la diplomacia para resolver el conflicto; vuelve la cooperación como balance imprescindible de la actuación militar-civil de España en una provincia de Afganistán durante ocho años.
El Gobierno quiere esa silla en el Consejo de Seguridad de la ONU y como en cualquier competición olímpica hay que conseguir apoyos, convencer, buscar argumentos y difundirlos.
Palabra de Rajoy en reciente discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas:
  • “Esta Asamblea es el eje del sistema internacional (…). Aquí las decisiones que adoptamos generan un acervo ante la opinión pública internacional difícilmente rebatible: ésta es la cámara deliberativa de la legitimidad global”.
  • “España confía en las Naciones Unidas y apuesta decididamente por esta Organización, porque comparte plenamente los propósitos y principios que encarna. Nuestro compromiso con las Naciones Unidas no es mera retórica: España es el sexto contribuyente al sistema de las Naciones Unidas”.
  • Foto: web Moncloa.
  • “Porque España cree firmemente en la tríada de paz, seguridad y desarrollo, más de 130.000 soldados españoles han servido en Operaciones de Mantenimiento de la Paz y misiones de ayuda humanitaria en todas las regiones del mundo desde 1989”.
  • “Mi país es firme defensor del diálogo y del uso de medios pacíficos para la solución de controversias. Creemos que la prevención de los conflictos es uno de los principales instrumentos para garantizar la paz y seguridad internacionales. Por eso, hemos participado en la Comisión para la Consolidación de la Paz, en el lanzamiento de la Alianza de Civilizaciones y en la creación, junto a Austria y Arabia Saudí, del Centro Internacional Rey Abdullah para el diálogo interreligioso”.
  • “En 2007 España creó, junto al PNUD, el Fondo para el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, que ha tenido un impacto real en las vidas de veinte millones de personas, a través de más de 130 programas en cincuenta países por valor de casi mil millones de dólares”.
  • “La actitud solidaria de mi país se ha trasladado también a la ayuda humanitaria, que sitúa a España como el octavo donante del mundo”.
  • “Nuestro propósito es uno: la defensa de la dignidad de la persona. Hacia ese objetivo caminan todos nuestros esfuerzos por la paz, la libertad, la democracia, la justicia, los derechos humanos y el desarrollo sostenible. España sabe que nuestra defensa de la dignidad de la persona será más eficaz a través de las Naciones Unidas, al igual que esta Asamblea General de Naciones Unidas sabe que en este empeño puede contar con España”.
Documento Diálogo, solidaridad, compromiso. España 2015-2016. Candidata al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas:
  • “España está firmemente comprometida con la igualdad de género. Según la OCDE, la promoción y el compromiso con la igualdad es uno de los sectores en que España goza de mayor ventaja comparativa. Entre 2004 y 2011, hemos destinado más de 500 millones de dólares de nuestra Ayuda Oficial al Desarrollo al sector género a través de organismos multilaterales de desarrollo”.
  • “Destaca especialmente la contribución a ONU Mujeres, con quien España tiene un compromiso firme y del que es el primer donante en cifras acumuladas desde 2010. España es también el mayor contribuyente al Fondo de Igualdad de Género desde su creación en 2009, con  una aportación de 65 millones de dólares.  Hasta la fecha, el Fondo ha puesto en  marcha 93 proyectos en 69 países,  beneficiando directamente a 8,5 millones  de mujeres en los cinco continentes”.
  • “España ha participado activamente en la respuesta a las crisis humanitarias de la última década y ha incrementado de manera sustancial los fondos dedicados a la acción humanitaria. Entre 2007 y 2012, ha destinado a este capítulo más de 1.300 millones de dólares”.
Impecable el presidente Rajoy y el documento promocional. No hubiera sobrado tampoco una referencia a la base de comunicaciones que nuestro país ha financiado a Naciones Unidas en Quart de Poblet, inaugurada en 2010; o alguna alusión a la Organización Mundial del Turismo, la única agencia de Naciones Unidas con sede en España.
Si para convencer a quienes deciden una sede olímpica no conviene hablar de crisis, también es acertado que ni Rajoy ni el documento hablen del hundimiento en los últimos tres años de la ayuda española al desarrollo y de los fondos de cooperación.
Acabó agosto con tambores de guerra y acaba septiembre con Naciones Unidas, por Siria y por interés patrio. Y Rajoy en Palomares-Fukushima, sin bermudas pero con floripondio en la solapa. El mensaje es el mismo: somos aliados fiables.

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Han pasado unos 200 días desde que conocimos por El País que militares españoles torturaron en Irak. Esas personas o siguen dentro de las Fuerzas Armadas o andan tranquilamente por la calle. Los tiempos de la responsabilidad política, de la reputación de una organización, nada tienen que ver con los judiciales.

Sugerencias

viernes, 4 de octubre de 2013

Cooperación en Afganistán: los españoles invisibles

  • Por cada euro destinado a cooperación, se han gastado ocho en seguridad
  • Sanidad, educación o infraestructuras han registrado un avance notable en la provincia bajo responsabilidad española

Artículo publicado originalmente en Estrella Digital.
Hospital de Qala i Nau (Foto: Miguel Lizana/AECID).
España ha realizado una valiosa labor de cooperación al desarrollo en Afganistán durante los últimos ocho años, oculta informativa y también políticamente bajo la presencia militar, la insurgencia, el terrorismo, los atentados y las víctimas mortales propias y locales. La reconstrucción del país es el mandato de Naciones Unidas y objetivo último de la fuerza internacional ISAF: en escenarios como el Afganistán de la última década, la cooperación sin seguridad es directamente imposible. Difícil escapar por tanto a una aparente paradoja: por cada euro destinado a cooperación -alrededor de 400 millones de euros-, ha sido necesario invertir ocho en seguridad -3.200 millones-, en mantener un importante contingente militar que hiciera posible la primera labor.
Escuela secundaria (Foto: M.L./AECID).
A la cola en desarrollo
El país al que llegan los militares españoles a comienzos de 2002 y los trabajadores de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo –AECID- desde 2005, cuando nuestro país se hace responsable del equipo de reconstrucción provincial –PRT- de Badghis, se encuentra entre los últimos puestos del planeta: 10.000 millones de dólares de PIB (la centésima parte de la economía española), 1.000 dólares de renta per cápita (España, 30.000), puesto 175 de 187 países en el Índice de Desarrollo Humano. Otros datos: esperanza de vida en 49 años; uno de cada cinco niños nacido vivo muere antes de los cinco años.
El marco político de la cooperación española en Afganistán lo establece la cumbre de Londres de 2006, con dos acuerdos, el denominado Afganistán Compact y la Estrategia Nacional de Desarrollo Afgana, donde se fijan las prioridades en reconstrucción, desarrollo y seguridad del país; y la Conferencia de Bonn de diciembre de 2011, que acuerda un plan de reconciliación, mitigar los efectos de la retirada internacional del país y establecer mecanismos multilaterales de financiación.
Sanidad, educación e infraestructuras
España ha invertido en cooperación en Afganistán alrededor de 460 millones de euros, computando todas las administraciones y organismos, de los que aproximadamente la mitad han sido ejecutados directamente por la AECID en proyectos de desarrollo acoplados a la planificación de las autoridades afganas.
Hospital de Qala i Nau (Foto: Miguel Lizana/AECID).
Un primer capítulo de efecto directo sobre la vida de los 400.000 habitantes de la provincia ha sido el de la salud pública (alrededor de 12 millones de euros): la AECID ha rehabilitado, ampliado y equipado el hospital provincial de Qala i Nau (la capital, 40.000 habitantes), con una capacidad de 106 camas y donde se atienden 60.000 pacientes al año. En él se ha construido un nuevo pabellón materno-infantil y una unidad de atención a niños malnutridos. Además, se han construido siete clínicas rurales que ofrecen atención primaria a más de 140.000 personas; y se han creado una escuela de Matronas y otra de Enfermería.
Un segundo grupo de actuaciones ha incidido directamente en la educación pública (alrededor de seis millones de euros), con la construcción de tres institutos de educación secundaria y seis escuelas primarias en zonas rurales, más 428 módulos de escolaridad temporales, en los que estudian 12.000 afganos, alrededor de un 40% de ellos niñas. Se ha construido en la capital un centro de formación multiusos donde se han formado cerca de 400 profesores de ambos sexos.
Centro de formadores (Foto: Miguel Lizana/AECID).
El apartado de infraestructuras rurales de comunicación ha requerido el mayor volumen económico (23 millones de euros) para construir la única pista de aterrizaje de la provincia, cerca de 160 kilómetros de carreteras rurales transitables todo el año y el asfaltado de ocho kilómetros de calles en la capital. Se ha cedido a las autoridades un parque provincial de maquinaria (35 máquinas para obras públicas), imprescindible para el mantenimiento de las infraestructuras. Por su parte, en agua y saneamiento público se han invertido más de siete millones de euros que han financiado una red de agua para consumo doméstico y de saneamiento público en la capital, 55 pozos comunitarios en zonas rurales y diversas actuaciones en situaciones de emergencia por inundaciones o sequías.
La cooperación española ha incidido también en la capacitación agraria mediante proyectos en el área de agricultura y desarrollo rural como la mejora de la gestión de bosques comunales de pistachos, gestión del agua, creación de unidades veterinarias locales, y la puesta en marcha del primer centro universitario de la provincia centrado en estos ámbitos.
Escuela secundaria (Foto: Miguel Lizana/AECID).
Existen dos ejes transversales en toda la actuación de la AECID en Afganistán, gobernabilidad local (formación de empleados públicos) y género, con la creación de asociaciones productivas de mujeres (huertos, avicultura, alfombras), alfabetización y campañas de sensibilización.
La actuación directa de la AECID sobre el terreno afgano ha beneficiado directamente a 300.000 habitantes de la provincia y ha supuesto la creación de 500 puestos de trabajo locales.
Sumado a lo anterior, España ha realizado contribuciones a diversos organismos internacionales dirigidos a apoyar al Gobierno afgano principalmente en educación, construcción de carreteras y agricultura y agua, canalizado fundamentalmente a través del Banco Mundial y del PNUD de Naciones Unidas, por importe que superan los 100 millones de euros.
2013 y traspaso de poderes
En un proceso similar al de la seguridad, 2013 para la cooperación española en Afganistán es un año de transición y de traspaso de la dirección de los programas y la gestión de los proyectos a las autoridades locales. Se mantienen actuaciones tanto bilaterales como multilaterales, por un importe próximo a los 30 millones de euros hasta 2015, dirigidos en parte a la desmovilización y reinserción en la vida civil de combatientes; la continuación del apoyo a proyectos como el Centro de Formación de Profesores o la Escuela de Enfermería, la capacitación de funcionarios locales y diversas iniciativas relacionadas con el hospital de Qala i Nau.
Women Training Center (Foto: Miguel Lizana/AECID).
De lo anterior se deduce que la cooperación española continuará por vía menos directa al menos dos-tres años. Atrás queda mucho y buen trabajo, en gran parte innovando en un escenario y con un modelo mixto militar-civil –PRT- del que no había precedentes. Y con una sensación de cara a la opinión pública española algo clandestina: la AECID sí ofrece información y en abundancia al periodista interesado, pero poco de Afganistán aparece en su página web, nada sobre Afganistán en el actual Plan Director de la Cooperación Española 2013-2016, poco sobre cooperación al desarrollo en Afganistán trasciende a los medios de comunicación.

Sugerencias



martes, 7 de mayo de 2013

Africom empieza en los Pirineos

El Gobierno ha eliminado el desfile militar que venía siendo el acto central del Día de las Fuerzas Armadas. Puede ser una prueba más de que la crisis financiera, luego política y económica, después crisis social y ahora todas las anteriores y también institucional, nos adormece, recordando la extrema sensibilidad del colectivo militar y allegados durante los últimos años, su carácter reivindicativo y la cascada de elogios que recibía este desfile itinerante. Eliminado. La Semana Santa de Málaga va a tener más presencia pública de las Fuerzas Armadas que el día elegido para honrarlas.
Legionarios trasladan el Cristo de la
Buena Muerte en la Semana Santa de Málaga.
En la parte positiva figura que en este domingo de primavera, de calor, alergias y Comuniones, se mantienen las puertas abiertas, que siempre vienen bien porque se orea la casa. Y que pasará mucho tiempo hasta que el Estado se invente un formato no militar para celebrar el 12 de octubre.
La falta de reacción se observa también en decisiones de mayor calado. El Consejo de Ministros acaba de autorizar a EE.UU. la instalación en Morón de una fuerza de reacción rápida de marines con 500 militares, tropas de combate listas para actuar. Objetivo: claramente el Norte de África y Sahel. Marco: Africom. Va a comparecer en el Congreso para debate y explicaciones parlamentarias el Ministerio de Asuntos Exteriores, no el de Defensa.
La breve nota del Consejo de Ministros dice que el despliegue es temporal, que el marco es el Convenio de Defensa con EE.UU. de 1988 (es decir, gobernaba Felipe González, y fue recientemente renovado por ZP), que los efectivos norteamericanos aún están por debajo de los límites establecidos en el Convenio, y que en 2011 se autorizó un despligue aún más amplio y nadie dijo nada. Demasiadas excusas, ninguna explicación.
Al menos se agradece que no hayan utilizado el argumento económico, como que 500 militares toman muchas cañas en Morón y alrededores, pero todo llegará (aún no lo ha utilizado el Gobierno, sí el PSOE preguntando por la carga de trabajo).
Africom es el mando militar de EE.UU. que abarca todo África excepto Egipto. No confundir con el Consejo Internacional de Museos Africanos, una organización promovida por el Gobierno de Kenia, que comparte acrónimo, tiene un logo bastante más conseguido aunque menos actividad.
Creado en 2007, el Africom militar tiene su sede en Stuttgart, pero parece cada vez más claro que la plataforma de su despliegue es España, en detrimento de otras instalaciones militares de Italia y de centroeuropa.
Y en detrimento de la propia África. EE.UU. no ha encontrado en siete años base africana donde instalar Africom (se habló mucho de la construcción de una gigantesca base en Tan Tan, al sur de Marruecos; ha aparecido recientemente Níger sólo para albergar drones; EEUU tiene una gran base en Yibuti, pero demasiado al Este, a 6.175 kilómetros de Senegal).
Reparto del planeta por el Ministerio de Exteriores de EE.UU. y por el Ministerio de Defensa.
Marruecos fue el primer país en reconocer la independencia de EE.UU. allá por 1777, origen de una relación muy estrecha, aunque dicen que viven un presunto alejamiento en las últimas fechas a cuento de la vigilancia del respeto a los derechos humanos en el Sáhara, que no del respeto. Fruto de ese alejamiento temporal ha sido precisamente la anulación de unas maniobras conjuntas en el marco de Africom, que eso sí ha sido un desperdicio en dietas, 2.300 militares ya desplazados, comparándolo con otros.
En pleno giro de Estados Unidos hacia el Pacífico, a punto de trasladar su maquinaría militar y política hacia Asia, según se dice, las bases militares de utilización compartida por EEUU en España se han convertido en imprescindibles para operar en el Mediterráneo, África y como escala hacia Oriente Próximo y Medio.
Ninguna objeción, algunos incluso consideran que se trata de un avance geoestratégico para nuestro país, salvo que un hecho de esta relevancia merece un debate público, un debate parlamentario y unas explicaciones que no se han producido.
Bella rotonda en Tan Tan (Marruecos).
Un tercer ejemplo de que la crisis adormece nuestra conciencia crítica es que España redujo a la mitad la ayuda oficial al desarrollo en 2012, que ha bajado un 70% desde su máximo en 2008 (en porcentaje del PIB, ha pasado del 0,5% al actual 0,15%). Esto también es marca España.
Saltando de tema, el comité de Asuntos Exteriores del Senado de EE.UU.  ha aprobado una resolución que reconoce el derecho de Israel a atacar a Irán e insta a la Casa Blanca a que cuando eso se produzca cuente con todo el apoyo militar y diplomático de EE.UU. Es decir, que Israel puede hacer lo que quiera y que en cualquier caso contará con el respaldo estadounidense. Información la anterior necesariamente unida al anuncio de que EE.UU. va a vender 10.000 millones de dólares en armamento a Israel, Emiratos y Arabia Saudí para contener a Irán.
En ese marco, las monarquías del Golfo son y serán rocosas por su unidad de destino con EE.UU. en lo económico: ingentes inversiones de petrodólares en EE.UU., ingentes presupuestos destinados a la compra de armamento. Ahí no hay bromas ni se van a permitir.
Eugenio Merino, "Africa exists".
Acabo con un par de referencias rápidas al gremio de los opinadores de la Defensa, donde encontramos finos analistas, pintores de brocha gorda y un tercer grupo que alterna el pincel y la brocha, en este último caso normalmente cuando tratan algún aspecto relacionado con las expectativas personales no alcanzadas.
El que fue jefe de Estado Mayor del Ejército-JEME- entre enero de 2003 y junio 2004, que firma como general R (letra que suele significar reserva o retiro), calificaba recientemente los atentados del 11 de marzo de 2004 como golpe de Estado, avisaba de que recortes en Defensa ni uno más y denunciaba a los gobernantes incapaces y corruptos que han dejado al país en quiebra.
Siendo JEME dijo en relación con el accidente del Yak que “el Ejército no organiza viajes de novios a Cancún”. Años más tarde señalaría que "no resistiremos un tercer ministro ambicioso, trepa y ególatra", en referencia a los dos ministros anteriores, Trillo que lo nombró y Bono que lo cesó.
El caso es que el tal general R es vicepresidente y consejero del Gobierno del Partido Popular en el Consejo Insular de Menorca, en concreto vicepresident segon de Mobilitat i projectes. No está claro qué pesa más de su perfil biográfico cuando ahora habla de escraches, tiros en la barriga,  cristos quemados, preocupación por Cataluña y golpes de Estado.
Otro opinador del estilo es un almirante -éste sin R, pero igual de retirado del servicio activo que el anterior- que ocupó la responsabilidad de segundo Jefe de la Armada, que llama ingenuo e ignorante al presidente del Gobierno (ZP) al que sirvió al final de su mandato. Y anda muy preocupado con la supuesta mordaza que tienen los ejércitos que les impide expresar su opinión, entiéndase opinión política sobre Cataluña.
Pasma la ligereza en la palabra y falta de lealtad con el Estado de algunos militares, no por lo que opinan hoy, sino porque no se explica la alta responsabilidad que alcanzaron; cómo llegaron tan lejos.
Fin: han pasado 45 días desde que conocimos por El País que militares españoles torturaron en Irak. Esas personas o siguen dentro de las Fuerzas Armadas o andan tranquilamente por la calle. Los tiempos políticos, los de la responsabilidad y los de la reputación, nada tienen que ver con los judiciales.

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