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miércoles, 23 de abril de 2014

Fomento prohíbe a los drones volar

La UE quiere tener regulado el sector en 2016, mientras que los aviones sin piloto ya operan para usos civiles en Suecia, Francia, Reino Unido o Japón


Artículo publicado originalmente en Estrella Digital.
Proyecto Fulmar desarrollado por la multinacional Thales en España.
Vacío legal. Y, por tanto, presión sobre las administraciones públicas. El Gobierno ha querido recordar en este momento que en España está prohibido el uso comercial y profesional de los aviones sin piloto para usos civiles.
El desarrollo industrial y las expectativas de negocio ya están avanzadas para el uso civil de drones, y todos miran al regulador para que establezca el marco legal. La UE también ha presentado hace pocos días sus planes: en 2016 quiere tener integrados los drones en el espacio aéreo.
El vuelo para usos civiles de aparatos controlados a distancia genera no pocas dudas sobre seguridad, protección y privacidad. Ante este panorama, el Gobierno advierte, la Comisión Europea anuncia.
Ministerio de Fomento: “no está permitido, y nunca lo ha estado, el uso de aeronaves pilotadas por control remoto con fines comerciales o profesionales”. El Gobierno, a través de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea –AESA-, acaba de emitir un comunicado tajante repleto de prohibiciones “con el objeto de evitar mal entendidos y posibles incidentes”.
El listado de usos no permitidos da una idea del potencial de esta tecnología. Fomento advierte de que no está consentido “realizar actividades consideradas trabajos aéreos, como la fotogrametría, agricultura inteligente –detectar en una finca aquellas plantas específicas que necesitarían de una intervención, como riego, fumigación, para optimizar el cultivo-, reportajes gráficos de todo tipo, inspección de líneas de alta tensión, ferroviarias, vigilancia de fronteras, detección de incendios forestales, reconocimiento de los lugares afectados por catástrofes naturales para dirigir las ayudas adecuadamente, etc.”, añade.
El argumento es que los drones son aeronaves, y por tanto están sujetos a la legislación aeronáutica general vigente en España, “que no hace posible el vuelo de los drones en la mayor parte de los casos”. Fomento dice estar preparando, sin fecha final, “la regulación específica de estas aeronaves, en la que AESA está trabajando en colaboración con la industria”, normativa que “contendrá disposiciones particulares que hagan posible su vuelo con determinadas condiciones y limitaciones”.
Quede claro que la nota de Fomento se refiere a uso civil de drones. El propio documento señala que “para uso militar existe una normativa que permite su operación exclusivamente en espacio aéreo segregado”, es decir, de utilización exclusiva para las Fuerzas Armadas.
Prohibición, por tanto, de vuelo de drones para usos civiles, circunstancia que Fomento se salta únicamente concediendo autorizaciones puntuales “para vuelos de desarrollo o de demostración, así como para los vuelos requeridos para la certificación de estas aeronaves”.
Lo que sí está permitido y recuerda la nota de AESA es “cuando el uso de estas aeronaves tiene exclusivamente un fin deportivo o de recreo”, en estos cosas “son consideradas aeromodelos”, que pueden volar por debajo de los 100 metros de altura, no sobre núcleos urbanos ni sobre grupos de población (playas, conciertos, calles de cualquier ciudad), siempre en zonas habilitadas para ello.
Remata Fomento que los recintos completamente cerrados, como un pabellón industrial o deportivo, un centro de convenciones o un domicilio particular, no están sujetos a la jurisdicción de AESA, no forman parte del espacio aéreo, y entonces los titulares de estos recintos pueden decidir si autorizan el vuelo de drones en su interior y en qué condiciones. “Un estadio de fútbol –advierte Fomento- no tiene la consideración de recinto cerrado, a menos que su cubierta cubra la totalidad de su superficie, sin abertura ninguna”.

Comisión Europea: normas estrictas para regular los drones civiles

El interés por los drones, también conocidos como UAV y últimamente como RPAS (sistemas aéreos pilotados en remoto), no es exclusivo de nuestro país. En una comunicación dirigida al Consejo y el Parlamento europeos, la Comisión Europea ha propuesto en este mismo mes de abril establecer normas estrictas para regular las operaciones de los drones civiles, de aeronaves teledirigidas. Las nuevas normas abarcarán la seguridad, la protección, la privacidad, la protección de datos, los seguros y la responsabilidad.
El objetivo es “permitir que la industria europea se convierta en un líder mundial en el mercado de esta tecnología emergente”, un sector que reconoce hoy dominado por Estados Unidos e Israel, con importancia creciente de otros Estados como Brasil, China, India y Rusia; y, al mismo tiempo, “garantizar que se adopten todas las salvaguardias necesarias”.
La Comisión informa de que en la actualidad existen en el mundo 1.708 drones diferentes (566 en Europa), producidos por 471 fabricantes (176 en Europa).
Cada vez se recurre más a los drones civiles en países europeos como Suecia, Francia y el Reino Unido, en sectores distintos, pero en un marco normativo fragmentado. Aunque se aplican las normas nacionales básicas de seguridad, los requisitos en la UE varían y hay una serie de salvaguardias clave que no se tratan de manera coherente.
El vicepresidente de la Comisión encargado de Transportes, Siim Kallas, ha declarado que “muchas personas, incluido yo mismo, tienen dudas sobre la seguridad, la protección y la privacidad en relación con estos dispositivos”.
La tecnología de los drones civiles está mejorando y hay posibilidades de lograr un crecimiento y una creación de empleo considerables. Según algunas estimaciones, su valor en los próximos diez años podría representar un 10% del mercado de la aviación, es decir 15.000 millones de euros al año. El vicepresidente ha añadido que “las aeronaves teledirigidas, casi por definición, van a cruzar las fronteras y la industria todavía se encuentra en sus primeras fases de existencia. Tenemos la oportunidad de establecer un conjunto único de normas con las que todos puedan trabajar, como hacemos en el caso de las grandes aeronaves”.
Las nuevas normas que avanza la Comisión Europea pretenden regular los ámbitos siguientes:
  • Normas estrictas aplicables a toda la UE sobre autorizaciones de seguridad. “La seguridad es la primera prioridad para la política de la UE en materia de aviación”, se afirma en el documento. Las normas de la UE se basarán en el principio de que los drones civiles deben proporcionar un nivel de seguridad equivalente al de las operaciones realizadas con aparatos tripulados. La Agencia Europea de Seguridad Aérea (AESA) comenzará a elaborar normas específicas aplicables en toda la UE a las aeronaves teledirigidas.
  • Controles rigurosos sobre la privacidad y la protección de los datos. Los datos recogidos por aeronaves teledirigidas deberán cumplir las normas aplicables sobre protección de datos y las autoridades pertinentes deberán supervisar la posterior recogida y el tratamiento de datos personales. La Comisión evaluará cómo garantizar que las normas de protección de datos se apliquen plenamente a las aeronaves teledirigidas y propondrá modificaciones u orientaciones específicas en los casos en que sea necesario.
  • Controles rigurosos para garantizar la seguridad. Los drones civiles pueden ser objeto de posibles acciones ilegales y amenazas a la seguridad, al igual que las demás aeronaves. La AESA comenzará a trabajar con el fin de establecer las condiciones de seguridad necesarias para proteger, en concreto, los flujos de información y, posteriormente, propondrá las obligaciones jurídicas específicas para todas las partes interesadas (por ejemplo, la gestión del tráfico aéreo, el operador, los proveedores de servicios de telecomunicaciones), que las autoridades nacionales deberán hacer cumplir.
  • Un marco claro para la responsabilidad y los seguros. El régimen actual de seguro frente a terceros está concebido principalmente para aeronaves tripuladas cuyo peso (a partir de los 500 kilos) determina el importe mínimo del seguro. La Comisión evaluará la necesidad de modificar las normas actuales para tener en cuenta las características específicas de las aeronaves teledirigidas.
  • Racionalizar la I+D y apoyar este nuevo sector. La Comisión racionalizará las tareas de investigación y desarrollo, en concreto los fondos de la UE en esta materia gestionados por la empresa común SESAR (Cielo Único Europeo), con el fin de que el calendario de comercialización de las tecnologías para la inserción del sistema de aeronaves teledirigidas en el espacio aéreo europeo sea lo más breve posible. Las PYME y las empresas de nueva creación del sector recibirán ayudas a la industria para desarrollar tecnologías adecuadas (programas Horizonte 2020 y COSME).

Objetivo UE: integración total en 2016

La Comisión quiere llevar a cabo este 2014 una evaluación a fondo para examinar los posibles problemas existentes y definir las mejores opciones para resolverlos. Ello se complementará con una propuesta legislativa, que deberán aprobar los Estados miembros y el Parlamento Europeo. Además, la AESA quiere empezar a elaborar inmediatamente las normas de seguridad necesarias. Otras posibles medidas podrán ser actuaciones de apoyo en el marco de los actuales programas de la UE, tales como SESAR, Horizonte 2020 y COSME. Todo este trabajo tiene por objeto alcanzar el objetivo declarado por el Consejo Europeo de diciembre de 2013, de garantizar la integración progresiva del sistema de aeronaves teledirigidas en el espacio aéreo a partir de 2016.
La publicidad, el marketing y el humor dedican esfuerzos considerables a identificar tendencias. Hace pocos meses el gigante Amazon anunció la próxima distribución de sus libros y productos a domicilio utilizando drones, posibilidad perfectamente irreal en estos momentos, pero reproducida por los medios de comunicación de medio mundo con entusiasmo y recibida por los ciudadanos con una curiosidad considerable. Conclusión: la tecnología existe, la sociedad está preparada, hay expectativas de negocio, falta la regulación.

Sugerencias


miércoles, 5 de marzo de 2014

Defensa apuesta por los drones, una prioridad sin presupuesto

La falta de regulación del espacio aéreo y de inversión pública lastran el salto de los aviones sin piloto al campo civil

Artículo publicado originalmente en Estrella Digital.

El sector industrial, de seguridad e institucional afectado por los vehículos no tripulados se reúne esta semana en Madrid en el III Congreso UNVEX’14, marco elegido por el Ministerio de Defensa para presentar las primeras líneas de su estrategia en relación con los drones: a falta de presupuesto, Defensa apuesta por mejorar y expandir las capacidades propias en materia de certificación, ensayos y formación. La industria se ha lanzado a desarrollar productos tanto para el campo militar como el civil, y pide al sector público la regulación normativa del espacio aéreo.
El Ministerio de Defensa se encuentra elaborando un plan director de sistemas aéreos sin piloto, que espera presentar a mitad de año y pretende establecer las directrices al menos desde este departamento –hay otros afectados- para la industria y los usuarios.
El secretario de Estado de Defensa, Pedro Argüelles, inauguraba este martes UNVEX y destacaba que los sistemas no tripulados, “sin duda, son el futuro”, recordando “la evolución muy notable del sector en los últimos años” y “cómo se van segregando tecnologías y aplicaciones muy concretas orientadas al uso civil y al mundo militar”.
Futuro y también presente: “la utilización de sistemas no tripulados en las misiones internacionales ha sido determinante”, señala Argüelles, “la capacidad de tener ojos avanzados da una seguridad en las operaciones increíble”. El secretario de Estado se refiere principalmente a Afganistán, donde las Fuerzas Armadas han estrenado esta capacidad tecnológica que hoy se considera ya irrenunciable. “Hoy no podríamos contemplar una operación como Afganistán si no fuera con la utilización de los UAV”.
Hasta aquí el interés. Sobre los próximos avances, el Ministerio de Defensa apunta a un plan director que está elaborando la Dirección General de Armamento y, sobre todo, al INTA, organismo público de investigación especializado en la investigación y desarrollo tecnológico aeroespacial, que lleva dos décadas experimentando con prototipos pero al que se confía una función importante en cuanto a certificación de aparatos e instalaciones de ensayo para industria y Gobiernos de toda Europa.
“Ahora el INTA está destinado a convertirse en el gran actor del proceso de certificación, prueba y uso de todos los sistemas que vayan saliendo al mercado”, señala Argüelles, quien opina que “pocos países podrán ofrecer instalaciones como las que el INTA va a poner en marcha”, en referencia al desarrollo de infraestructuras específicas para la experimentación de vehículos no tripulados en El Arenosillo (Huelva) y en el aeródromo de Rozas (Lugo). “Pocos países podrán ofrecer una capacidad de regulación y de investigación como las de España”, afirma optimista el secretario de Estado.
Sobre el plan director, Defensa busca recursos en otros ministerios y vías de financiación externas. A corto plazo el plan contempla el desarrollo normativo, la colaboración público-privada, el impulso a la formación de operadores y la explotación de instalaciones.
Hasta aquí el interés, las áreas de avance y quedan las limitaciones, relacionadas con el encefalograma plano que presentan las inversiones de Defensa durante los últimos ejercicios, sin perspectivas de reanimación a corto plazo para nuevos proyectos, no contando el pago religioso de los compromisos pasados con los grandes programas de armamento. Lo más afectado en este campo es la adquisición, mediante desarrollo probable con otros socios de la UE, de un UAV estratégico, de tamaño considerable y, en algunos casos y ejércitos, armado.
Argüelles: “España ha tenido una experiencia muy positiva en el uso de UAV tácticos en Afganistán, tenemos ahora la necesidad de alcanzar el nivel estratégico, es lo que falta en el Ejército del Aire español y es donde tenemos puesto nuestro punto de mira; naturalmente eso es ya una inversión de mayor envergadura pero está en el orden de prioridades del Ministerio de Defensa en los lugares mas altos”.
Más claro: “Evidentemente en el presupuesto del Ministerio de Defensa actual no cabe la adquisición de una capacidad de este tamaño, eso no impide que sigamos planeando y desarrollando nuestro conocimiento del sector y del uso de estos sistemas. Es una prioridad y tan pronto como el Gobierno reinicie un nuevo ciclo de inversión el UAV estratégico estará en primera línea de salida”.
El secretario de Estado reconoció ante la prensa que el Ministerio mantiene algún tipo de compromiso –sin mencionar fechas o aportación- con el sistema de vigilancia de la tierra AGS, un ambicioso proyecto de la OTAN que prevé en el horizonte de 2017 contar con cinco aparatos Global Hawk, al que ya se han sumado 14 países y donde España podría ser socio secundario comprando horas de vuelo. Ésta podría ser una solución intermedia hasta la participación española en un proyecto europeo que requerirá una aportación financiera elevada.
En UNVEX 2014, Estrella Digital ha escuchado intervenciones, ha visitado stands de empresas y ha descubierto, entre otras cosas, lo siguiente.
Nombre y tamaños. La terminología más utilizada hasta el momento ha sido la de UAV (Unmanned Aerial Vehicle, vehículo aéreo no tripulado) o drone (abejorro en inglés), que hacen referencia al aparato. La tendencia ahora es hablar de UAS (Unmanned Aerial System) y RPAS, sistemas aéreos pilotados en remoto, sistemas porque la plataforma que vuela puede no ser ni lo más costoso ni más complejo tecnológicamente que los equipos en tierra que gestionan la información. Sobre los tamaños, se comparte con la OTAN la clasificación de los UAV en tres tipos, según su máxima altitud, peso y autonomía: los más pequeños, de uso táctico en operaciones, los de menor tamaño se lanzan por impulso manual, pueden llegar hasta 150 kilos de peso y realizan misiones de hasta 50 kilómetros (Clase 1); los de tamaño medio, con capacidad de aterrizar, hasta 600 kilos y alcance de 200 kilómetros (Clase 2); y aviones ya considerables (Clase 3), por ejemplo con los que EE.UU. realiza ejecuciones extrajudiciales en Afganistán, Pakistán, Yemen y Somalia, al menos.
Tecnología dual. Todo lo que vuela sin piloto, o se maneja a distancia, puede tener usos militares y civiles. La tendencia al uso en defensa de tecnologías de origen civil, a usos civiles de desarrollos militares, a la integración de componentes con los dos orígenes para multitud de usos, es imparable. Los destinos civiles de los drones son tan amplios como la imaginación: incendios forestales, vigilancia de infraestructuras, cosechas, tráfico, control de fronteras, localización de bancos de atún...
Urgencias operativas. La necesidad a menudo es lo único que consigue saltarse las penurias financieras. El desarrollo de la operación de la OTAN en Afganistán, en la que España ha participado durante más de una década, creó la necesidad y se respondió con la compra a partir de 2008 de dos sistemas de UAV de pequeño tamaño (Raven y Searcher). La utilización de estos sistemas en Afganistán y ahora en Malí ha supuesto una experiencia operativa acumulada de gran valor para las Fuerzas Armadas. Los contingentes españoles en Afganistán gestionaron también otros UAV de propiedad norteamericana.
INTA. Junto con su papel como certificador y la explotación de sus instalaciones para ensayos por terceros, el Instituto está viviendo un proceso de reconversión que pasa por un incremento de su presupuesto (del 20% en el último año) y de concentración bajo su tutela de toda la infraestructura tecnológica de Defensa, con la integración del Instituto Tecnológico de la Marañosa y el Canal de Experiencias Hidrodinámicas de El Pardo, ambos en la Comunidad de Madrid.
Espacio aéreo. Hasta ahora los UAV sólo pueden volar en espacio aéreo segregado, con restricción de uso militar. No por casualidad el gran desarrollo de los UAV se ha producido aprovechando la existencia de espacios aéreos de nadie, sin normativa aplicable, muy especialmente en Afganistán. Ese aire de nadie que ha favorecido el desarrollo de los drones puede ser desde el punto de vista militar uno de sus principales obstáculos aún no resuelto: los drones no entienden de resoluciones de Naciones Unidas, derecho internacional humanitario, soberanía nacional ni está clara la responsabilidad penal de las operaciones realizadas con ellos.
La regulación normativa del espacio aéreo es una reivindicación generalizada de la industria, requisito imprescindible para que los UAV puedan volar en usos civiles.
Formación. El Ejército del Aire ha establecido la escuela para adiestrar a los pilotos y operadores de sistemas no tripulados en la Base Aérea de Matacán (Salamanca), que ofrece desde 2012 la titulación aeronáutica de operador de UAV.
Alfa Bravo. La comercializadora en España del Raven, de la norteamericana Aerovironment, el UAV más asequible, utilizado y numeroso a disposición de las Fuerzas Armadas, se publicita con la frase “Más de 20.000 horas de vuelo en zona de operaciones protegiendo a las Fuerzas Armadas españolas”, en referencia al uso de este aparato por el contingente español en Afganistán. La empresa informa de que las Fuerzas Armadas españolas cuentan ya con 60 de estos aparatos, principalmente el Ejército de Tierra y desde hace un par de meses el Ejército del Aire (unidad paracaidista).
Indra. La empresa tecnológica española cuenta con prototipos avanzados de aparatos no tripulados de ala rotatoria, helicópteros, aunque presenta también otros productos de ala fija. En su stand brillaba con luz propia el modelo Pelícano, cuatro metros de largo y 200 kilos de peso, desarrollado con apoyo financiero del Ministerio de Industria, ofrecido a la Armada como vehículo embarcable de despegue y aterrizaje vertical. En UNVEX se presenta también como novedad el modelo Cóndor, algo más pequeño y muy versátil para usos civiles.
Thales. La multinacional francesa (accionista de la española Amper) cuenta con la experiencia operativa de un UAV táctico de gran tamaño en servicio en Afganistán para Francia y Reino Unido (programa Watchkeeper). Como gran empresa tiene un amplio catálogo de aparatos para usos civiles y militares. Una de las estrellas de la feria es un sistema multipantalla, desarrollo franco-español, para el seguimiento y control de hasta tres UAV simultáneamente que identifica y responde a los movimientos oculares del operador.
Airbus. La multinacional europea, EADS hasta comienzos de año, presenta el modelo Atlante, desarrollado con apoyo financiero del CDTI con especificaciones del Ejército de Tierra, con la peculiaridad de que su fabricante quiere conseguir certificaciones y permisos para utilizar aeropuertos civiles. Pesa más de 500 kilos y su radio de acción supera los 200 kilómetros. El Atlante ha volado en la Escuela de Matacán, donde también se dispone de un simulador para el adiestramiento de opera
dores de UAV desarrollado por Airbus.
UNVEX 2014 es la tercera edición del Congreso de Vehículos No Tripulados, se desarrolla entre martes y jueves en el Hotel Auditorium de Madrid y se cierra en Segovia el viernes con una demostración en el aeródromo de Marugán de estos UAV que nunca es fácil verlos volar. La novedad en próximas ediciones podría ser el desarrollo avanzado de vehículos no tripulados terrestres y marítimos, todavía a distancia de los parientes aéreos, aunque llegado ese caso habrá que eliminar la letra a de todas las siglas.

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