ENTREVISTA AL EMBAJADOR EN MADRID
Diez años después de la ocupación militar, el responsable diplomático iraquí en España asegura que su país "está abierto a la empresa española". La balanza comercial fue de 2.000 millones de euros el año pasado
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Wadee Batti Hanna, embajador de Irak
en España (Foto: Carlos Penedo) |
Una década después de la retirada del contingente militar español, el viejo Irak se reinventa.
Su embajador en España habla de un nuevo Irak, el que va surgiendo tras el cambio de régimen y la ocupación extranjera, el que acaba de celebrar elecciones legislativas, un nuevo país en reconstrucción pero –insiste- con larga historia y antiguas relaciones diplomáticas con España. Wadee Batti Hanna (Mósul, 1961), físico nuclear formado en Bielorrusia, incorporado a la diplomacia tras la caída de Saddam Husein, exembajador de su país en Filipinas, anima a la empresa española a trabajar en Irak, algunas ya con contratos en infraestructuras.
Estrella Digital entrevista al responsable diplomático de Irak en España cuando aún no se conocen los resultados de las elecciones del pasado 30 de abril, las primeras sin presencia militar extranjera, una cita con las urnas que considera de gran importancia por la alta participación y el propio ejercicio democrático, desde la campaña electoral hasta la transparencia en el recuento. Al Batti recuerda la última década con una mezcla de alegría y tristeza –fin de la dictadura pero tropas foráneas sobre suelo iraquí-, y traslada la imagen de un país que hoy quiere ser factor de estabilidad y buena relación con sus vecinos.
Estrella Digital. Lleva poco tiempo en España, puede conservar una visión aún no contaminada. ¿Qué país ha encontrado y cómo le ha recibido?
Respuesta. Cumplo ahora un año en España. Este país tiene un atractivo indudable, mucha gente desea visitar España, como lo demuestra el gran número de turistas, 60 millones en 2013. A nivel personal estoy muy contento de estar aquí. España es un importante miembro de la Unión Europea, su economía y empresas son relevantes.
En Irak, como país que desea avanzar, dar un gran paso adelante en desarrollo e infraestructuras, creemos que hay factores en común para poder reforzar las relaciones bilaterales.
ED. ¿Qué hace un físico nuclear en el mundo diplomático?
R. Efectivamente, tengo un doctorado en física nuclear, he trabajado sobre los efectos de la contaminación del accidente nuclear de Chernóbil sobre la alimentación y la salud, he sido profesor universitario más de nueve años. Con la caída del régimen en 2003 surgió la necesidad por parte del nuevo Gobierno de contar con gente con experiencia para trabajar como embajadores en el exterior y mostrar la nueva cara de Irak.
La vida hoy está entrelazada de forma increíble y por tanto la política y la diplomacia han cambiado, en una embajada es muy positivo un conocimiento general de la realidad, los gobiernos se reúnen hoy en conferencias sobre contaminación, medio ambiente, ozono, también armas nucleares, esto nos aleja del concepto tradicional de la política y mi especialidad tiene que ver con muchos de esos temas.
ED. ¿Cuál es la situación actual entre ambos países, cuáles los principales asuntos de las relaciones bilaterales?
R. Las relaciones diplomáticas entre España e Irak no han empezado hoy, vienen de muchos años, son antiguas, Irak tiene representación diplomática en España desde hace décadas. Ahora creemos que podemos reforzar esas relaciones. Por ejemplo, hemos podido celebrar la reunión mixta hispano-iraquí después de un paréntesis de 12 años, además del intercambio de visitas de responsables políticos [el pasado septiembre se celebró un encuentro empresarial en Madrid organizado con el Consejo Superior de Cámaras de Comercio, con la presencia del ministro de Transportes].
La balanza comercial en 2013 ha superado los 2.000 millones de euros, aunque es favorable a Irak porque España importa petróleo iraquí, la sexta parte del petróleo en España procede de Irak, somos unos de los principales proveedores, además de que España nos exporta otros productos como medicamentos, productos agrícolas, productos de consumo, además del trabajo de las empresas españolas.
ED. ¿La vía para estrechar relaciones podría estar más en la posible contratación de empresas españolas en Irak?
R. Ahora mismo están ya trabajando, empresas españolas están construyendo estadios de fútbol en la provincia de Babilonia y en Bagdad; otra empresa ha firmado el diseño de hospitales en Bagdad. El nuevo Irak está abierto a todas las posibilidades.
Desde la embajada tenemos la voluntad de impulsar el trabajo de las empresas españolas en sectores como infraestructuras, construcción, salud, agua.
ED. Recientemente se han celebrado elecciones legislativas en Irak. ¿Cómo se han desarrollado, cuál es su valoración?
R. Es un paso adelante, nos sentimos muy orgullosos de cómo han transcurrido las elecciones parlamentarias del día 30 de abril, un proceso que ha sido reconocido por organizaciones internacionales y por el mismo Ministerio español de Asuntos Exteriores, que ha destacado el papel de la población iraquí y la gran participación a pesar de la situación del país.
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Entrega de cartas credenciales a S.M. el Rey
el pasado septiembre (Foto: web Casa Real). |
Se ha alcanzado una participación de entre el 60% y 70% de la población, un nivel superior al de otros países con democracias consolidadas.
Las elecciones se han desarrollado en un clima democrático pleno, un mes completo de campaña electoral, libertad completa a los candidatos para que realizaran su propaganda por cualquier medio, y así ha sido comprobado por observadores de Naciones Unidas o la Liga Árabe.
La comisión electoral independiente de Irak ha realizado un excelente trabajo y queremos destacar la labor de la empresa española Indra, que ha firmado un contrato con la Comisión para proporcionar la tecnología necesaria y procedimientos para realizar las elecciones de forma correcta.
En lo referente a los resultados, la Comisión ha dado otro ejemplo de transparencia en el proceso decidiendo tres recuentos de los votos, primero en la misma sede electoral, la segunda vez en el centro electoral de la provincia y el tercero en el centro electoral de Bagdad.
Los iraquíes residentes aquí en España, algo más de un millar, han podido participar en unas elecciones por primera vez. El Gobierno iraquí ha querido facilitar el voto de los iraquíes residentes en el extranjero y se han abierto 19 mesas en todo el mundo.
ED. Durante este 2014 e incluso en los días previos y posteriores a las elecciones ha continuado y continúa la violencia en Irak. ¿A qué causas responde? En España se hace frecuente referencia al enfrentamiento entre comunidades, se habla de shiíes, sunníes, kurdos y subdivisiones entre ellos, pero menos de iraquíes o de Irak, ¿se corresponde esto con la realidad?
R. Irak está formado por diferentes comunidades y estamos orgullosos de esta mezcla. Estas comunidades conviven en Irak desde hace siglos. Yo mismo soy cristiano asirio y tengo en la embajada kurdos, sunníes, shiies, ésa es la situación real de Irak. Muchos analistas buscan razones sencillas para explicar problemas complejos, para culpar de una situación concreta a enfrentamientos entre comunidades. Lo que yo puedo confirmar es que no hay una guerra sectaria en Irak, si la hubiera se produciría violencia continua y muertes en todas las calles de Irak. Las familias están entrelazadas entre sí, hay matrimonios de kurdos con árabes, de sunníes con shiíes, incluso de musulmanes con cristianos, y cada uno conserva sus creencias y su religión.
Por ejemplo, aquí en España hay catalanes, vascos, andaluces y todos participan en la construcción del país, como en Irak. El factor que los analistas no suelen destacar es que la violencia tiene origen en el terrorismo, Al Qaeda y otras formaciones terroristas, como Daesh [acrónimo del grupo salafista Estado Islámico de Irak y el Levante], esos grupos han encontrado un terreno fértil para sus acciones terroristas y tienen agendas internacionales, lo intentan en todas partes, en diferentes países.
Hablando con sinceridad, Irak tiene aún una capacidad limitada para luchar contra estos grupos, todavía nos faltan instrumentos para poder combatirlos, necesitamos ahora formar el ejército, la inteligencia, todo tipo de instituciones e instrumentos de seguridad, compartir información, equipos y armamento para poder combatirlos, necesitamos todo eso, un largo proceso que esperemos alcanzar en el futuro.
Además, en toda la zona la situación es grave, y nosotros somos parte de esa región. Lo que ocurre en Siria nos ha afectado enormemente, compartimos una amplia frontera y su control es complicado, lo que ha hecho que grupos terroristas como Daesh se hayan introducido y actúan en los dos países.
ED. Se cumplen estos días 10 años del regreso de los militares españoles de Irak, del fin ordenado por el presidente Rodríguez Zapatero de la participación española en una operación militar en Irak. ¿Cómo vivió y cómo recuerda la ocupación del país?
R. No hay ninguna duda de que Irak tenía un régimen dictatorial, violento. España es uno de los países que mejor nos pueden comprender, vivir bajo una dictadura, porque España lo sufrió. España y los españoles saben que la libertad tiene un gran coste, el ser humano hace todo lo que está en su mano para alcanzar la libertad.
Nadie está contento con la ocupación militar de su país, se ha hecho todo el esfuerzo para acabar con esa ocupación.
En estos últimos años se mezcla un sentimiento entre la alegría y la tristeza, alegría por quitarnos ese régimen dictatorial y tristeza por la entrada de tropas extranjeras. El pueblo y todos éramos conscientes de que esa presencia extranjera era algo temporal.
El fin de la ocupación ha sido una prioridad tanto para el Gobierno iraquí como para el pueblo, y gracias a Dios se ha cumplido con la retirada total de las tropas desde hace unos años [2011].
Ésa es una de las razones que nos hace sentir más orgullosos todavía de las elecciones de hace unos días, son las primeras elecciones parlamentarias que se celebran sin la presencia de ningún soldado extranjero en Irak.
ED. ¿Cuál es la relación de Irak con sus vecinos, con Siria, Irán, Turquía?
R. Irak después de 2003 se ha propuesto ser parte de la solución en la región y dejar de ser parte del problema. Por eso está abierto a todos sus vecinos e intenta construir una relación equilibrada basada en el respeto y la no ingerencia en asuntos internos, y avanzar en los intereses comunes.
Por factores geográficos no podemos dejar de vivir con nuestros vecinos, es una realidad geográfica. Además Arabia Saudí, Jordania, Siria, Kuwait son países árabes, hermanos.
Nuestro objetivo es establecer relaciones equilibradas basadas en la voluntad de construir y reforzar los intereses bilaterales comunes.
Por ejemplo, Irak ha tenido un papel importante en las negociaciones sobre el programa nuclear iraní, Bagdad ha acogido varias reuniones del 5+1 [los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU -Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido- más Alemania].
En relación con Siria, quiero recordar que Irak ha recibido 150.000 refugiados de ese país. Mi Gobierno muestra el máximo respeto a la voluntad del pueblo sirio en la construcción de una Siria democrática, pero al mismo tiempo no deseamos un nuevo Afganistán o la llegada de extremistas.
Con Turquía realmente tenemos un alto volumen de intercambio comercial y económico. Con Kuwait hemos intentado resolver todos los problemas pendientes de la invasión iraquí. Con Arabia Saudí tenemos el gran deseo de construir una relación de hermandad.
ED. Estrella Digital ha publicado recientemente informaciones sobre el grupo Muyahidín del Pueblo Iraní, durante años refugiados en Irak, sus contactos con políticos españoles en Bruselas, su labor de lobby, sus denuncias de persecución. ¿Cuál es realmente su situación?
R. Es un grupo conocido como Muyahidín Jalq, un grupo opositor al Gobierno iraní que tenía la protección del Gobierno anterior de Saddam Husein. Se les facilitó un campamento en suelo iraquí, cercano a la frontera con Irán. Este grupo logró una capacidad militar considerable, con incluso tanques, y llegó a utilizar la violencia también contra el pueblo iraquí.
Con la caída del régimen en 2003 se reconsideró su papel. Nosotros ahora queremos tener una buena relación con Irán, no podemos hospedar un grupo armado opuesto al régimen. Es como si España albergara un grupo que combatiera al Gobierno portugués, o Irán un grupo de oposición al Gobierno iraquí.
Hemos planteado este tema ante la comunidad internacional y se ha llegado a la decisión de cambiar el campamento, que estaba cercano a la frontera iraní, a otra ubicación, el Gobierno de Irak ha hecho un esfuerzo enorme con la comunidad internacional para que se pudiera acoger a estas personas como refugiados.
Su presencia en Irak como oposición al Gobierno iraní no beneficia de ninguna forma nuestras relaciones.
Ese grupo se dirige a los países europeos presentándose como víctima y la realidad es otra. Nosotros aceptamos a cualquier extranjero, pero no para hacer política o cometer actos de guerra o de combate contra un país vecino, afecta a las relaciones, eso no lo acepta ningún país.
Hemos dado protección a este grupo a la espera de que se trasladen, ver si quieren regresar a Irán o si van a pedir asilo en otros países.
Nos hubiera gustado que la gente que está hablando sobre este grupo, como víctimas, conozcan su actuación hasta 2003 y vieran lo que estaban haciendo.
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