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martes, 17 de octubre de 2017

Rajoy y la continuidad de España

Columna de opinión publicada también en Estrella Digital.
"España va a seguir siendo España y lo va a seguir siendo durante mucho tiempo", Mariano Rajoy Brey, presidente del Gobierno, en entrevista para El País de 8 de octubre del año de nuestro Señor 2017.
La frase se produce necesariamente en un momento en el que peligra la unidad nacional, si no carecería de sentido, y la pronuncia quien es presidente del Gobierno desde hace cinco años del país donde se produce una amenaza seria a la unidad nacional.
El autor pretende ofrecer seguridad al lector, control sobre la situación y continuidad, ese gerundio y la repetición de "seguir siendo" trasladan una idea de que las cosas van a permanecer más o menos como hasta ahora durante un plazo prolongado.
Tranquilos, que estoy yo al mando y la cosa no va a cambiar, se nos viene a decir como en un dogma de fe. Confianza y duración.
"Seguir siendo" es una perífrasis verbal, en la que el verbo principal tiene forma no personal y es el infinitivo "seguir", ahí está el significado; la segunda parte "siendo" es auxiliar y no añade demasiado.
Cuando Amaral canta "salir corriendo" el gerundio sí añade información, en el caso de Rajoy "seguir" y "España" son los que llevan la carga de la frase.
A partir de aquí todo son dudas.
Rajoy no explica a qué España se refiere, la que va a continuar. Reconozcamos que el nombre tiene dos milenios de historia, pero es un referente que más allá de la geografía tiene un contenido diferente si lo analizamos hace 2.000, 1.000, 500 años, 200 ó 40 años, porque entendemos que no se refiere a un nombre geográfico, sino a una entidad política con personas dentro.
Personalizando el asunto, la idea de España es absolutamente diferente en las cabezas de Viriato, Adriano, Recaredo, Abderramán tercero, Alfonso octavo, el décimo, Felipe segundo, Carlos segundo, Felipe quinto, Alfonso trece, Azaña, Franco, Fraga, Suárez primero, Felipe González, Pablo Iglesias el segundo..., ideas diferentes entre sí y diferentes entre las de ellos y sus porqueros.
Se puede prever que dentro de unas décadas la España que sea será en algo diferente a la actual, como ésta ha cambiado sustancialmente en comparaciones digamos con la de 1974 ó 1977.
En los últimos cuarenta años España ha cambiado tanto que entonces te podían fusilar por tus ideas políticas. En ese plazo el PIB se ha más que duplicado, el gasto público en sanidad o educación se ha multiplicado por diez (también la deuda pública); el porcentaje de población con estudios universitarios se ha multiplicado por ocho. Todo eso ha cambiado el país y la mentalidad política de sus habitantes.
Que va a existir algo llamado España en el futuro es una obviedad, que sea exactamente como hasta ahora es improbable; y dependerá principalmente de los españoles y su voto, del acierto de sus responsables políticos y de circunstancias que hoy ni imaginamos porque serán nuevas, como la llegada de la informática, de las palomitas para microondas, del teléfono móvil, los aerogeneradores o Trump.
Con perspectiva histórica, se dice que el principal factor de construcción de naciones han sido las guerras y el azar de las decisiones de sus gobernantes absolutos; la violencia y el poder hoy están más repartidos que en el pasado.
Tan sorprendente como la frase objeto de análisis es que el presidente Rajoy apunta a Europa como el proyecto político ilusionante, de futuro, al que todos los españoles deberíamos dedicar nuestros mejores esfuerzos, incluidos los catalanes independentistas.
Se entiende por tanto que trabaja en ese objetivo, también podría decir que "Europa va a seguir siendo Europa y lo va a seguir siendo durante mucho tiempo", pero tampoco sabemos a qué Europa se refiere el presidente. Europa existe geográficamente como península occidental de Asia desde hace 50 millones de años, desde los griegos clásicos viene a referir el territorio al norte del Mediterráneo, sin mucha concreción, políticamente desde Carlomagno hace un milenio, interpretando de forma generosa la larga lucha por controlar la Cristiandad, que era el concepto político.
Desconocemos la opinión del Gobierno, del Partido Popular y de su doble presidente sobre la necesidad o no de que la UE refuerce un pilar social sin el cual el edificio es políticamente inestable e increíble para el ciudadano; desconocemos la opinión de los tres sobre la viabilidad de un ejército y una defensa europeos, avanzando necesariamente a costa de una cesión de soberanía en unos tiempos en los que triunfa el populismo y el nacionalismo ultra y excluyente.
Por concluir, España y Europa podemos decir que seguirán dando nombre geográfico a una parte del planeta durante mucho tiempo, tiempos geológicos que se miden en millones de años.
En ocasiones, y éste es el caso, utilizamos las mismas etiquetas para referirnos a la geografía y a la política.
Políticamente España no es difícil aventurar que no va a seguir siendo la misma no ya a largo, sino a medio y a corto plazo, y en este sentido va la reforma constitucional cuyo proceso acaba aparentemente de arrancar por iniciativa política del PSOE.
Si este proceso de reforma transcurre según lo previsto la España política no va a seguir siendo la misma en el futuro, sino que va a ser mejor, pues su estructura institucional va a estar mejor adaptada al momento actual y a lo que piensan hoy los ciudadanos.
Por tanto Rajoy se quedó corto con la frase de la entrevista, no en el tiempo que durará España, sino corto en el contenido político y en el optimismo.

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lunes, 20 de junio de 2016

Sykes, Picot, Rajoy y Pablo Iglesias

Columna de opinión publicada también en Estrella Digital.
Se cumple un siglo del reparto entre Francia y Reino Unido de Oriente Próximo, afirmación que se deriva de la firma en mayo de 1916 de un acuerdo entre dos diplomáticos llamados Sykes y Picot, los dos con grandes bigotes.
Se adjudica al documento, secreto, filtrado por Lenin un año después a la prensa rusa y británica, el diseño de las fronteras de la zona, aunque se trate de un proceso más amplio en el contexto de la descomposición a cañonazos del Imperio otomano en la Primera Guerra Mundial.
El marco del acuerdo incluye promesas a árabes y judíos de crear una estructura política soberana y habrá que esperar algunos pocos años para que vayan surgiendo las fronteras conocidas de Palestina, Líbano, Siria, Irak, Jordania; por supuesto, fronteras todas coloniales y arbitrarias.
El gran reparto sí está ahí, el detalle tendrá que esperar al final de la guerra en 1918, incluso a la formación de la Turquía moderna que altera las previsiones por el norte.
Además del centenario, la actualidad del acuerdo Sykes-Picot se explica por la expansión en la zona del autodenominado Estado Islámico (Dáesh en acrónimo árabe), responsable parcial de haber borrado algunas de esas fronteras que, dicho sea también, nunca hubiera sido posible sin la desintegración previa del Estado iraquí por la conocida invasión norteamericana de 2003 en compañía de algún otro en la coalición de apoyo.
Luchando contra la imagen de Peter O'Toole y Omar Sharif que tanto confunde sobre la historia real, aparcando que Napoleón conquistó Egipto en 1798 o que Francia desembarcó tropas en las costas que acabarían siendo libanesas ya en 1860, no hay duda de que el acuerdo de 1916 es un referente reconocido del colonialismo occidental en Oriente Próximo y como tal es utilizado por el Estado Islámico: "este acuerdo se convirtió en un símbolo de la fragmentación impuesta a los musulmanes", dicen que ha escrito el Estado Islámico en un comunicado coincidente con el centenario, aparecido en una de las publicaciones oficiales que dicen que tiene.
"Los combatientes tumbaron las fronteras sobre el terreno después de destruirlas en los corazones y las mentes", prosigue el Dáesh, y aquí llega el nuevo Califato, "el anuncio fundamental, poniendo fin a todas las formas de la desunión y la división entre los musulmanes, ya sea creada por las fronteras artificiales, fabricada por gobernantes ilegítimos o inventada por facciones y organizaciones".
Tenemos pues la habilidad conocida del Dáesh para utilizar la historia, si bien con unos objetivos geográficos claramente exagerados dada la extensión del mundo islámico y sobre todo por la potencia de fuego de sus numerosos enemigos.
Es cierto en cualquier caso que la desestabilización de Oriente Próximo sí ha encendido algunas alarmas sobre la hipotética destrucción de las artificiales fronteras de 1916 y su posible sustitución por otras aún más artificiales.
Ante el fracaso de los árabes para gobernarse a sí mismos, especialmente los que han vivido experiencias socialistas, se nos quiere transmitir, al margen del colonialismo y las intervenciones militares foráneas, hay que decir sin embargo que las fronteras de Oriente Próximo han sido más estables en los últimos 100 años que las de Europa, pensando en las alemanias, la desintegracióin de la URSS, la partición de Checoslovaquia o la implosión de Yugoslavia, sin contar con retoques fronterizos tras las dos grandes guerras europeo-mundiales.
Aprendices de brujo siempre aparecen sugiriendo divisiones estatales por comunidades culturales, algo que solo existe al parecer en el Reino de Bután. En el planeta hay cerca de 200 estados y unos 6.000 idiomas, lo que refleja que esto de identificar Estado con una única nación es la madre de todas las ficciones, utilizando una de las formas del árabe para expresar el superlativo.
Siguiendo algunos de muchos cables que lanza José Álvarez Junco en todo lo que escribe, habría que aclarar que nación sería "un conjunto de seres humanos entre los que domina la conciencia de poseer ciertos rasgos culturales comunes y que se halla asentado desde hace tiempo en un determinado territorio, sobre el que cree poseer derechos y desea establecer una estructura política autónoma".
Por su parte, "el Estado es el conjunto de instituciones públicas que administran un territorio determinado, dotadas de los medios coactivos necesarios para requerir la obediencia de los habitantes a las normas por ellos establecidas y para extraer los recursos necesarios para la realización de sus tareas".
"La pretensión de asimilar, sin más, estados a naciones es insostenible", añade Álvarez Junco, siempre con matices que no caben aquí.
En todo nacionalismo hay un componente de voluntad política de un grupo y también una parte importante de construcción cultural, incluso fechable en el tiempo, invención de ancestros, mitos y símbolos donde se incluyen banderas, himnos y hasta idiomas; el turco, catalán, euskera, hebreo que conocemos son un resultado de laboratorio.
Parte realidad cultural y política y parte inventada, aunque estos tiempos no parecen propicios a la creación de estas cosas, se fabricaron casi todas en el siglo XIX, y los nacionalismos más exitosos se formaron en una época de cierta expansión (económica, colonial), con la ayuda inestimable de algunas guerras mundiales que siempre cohesionan al grupo.
Cabe concluir que el nacionalismo goza de buena salud, a pesar de anclarse en una homogeneidad de sociedades que no existe en la realidad, que no parece muy útil en la globalización, aunque no tenemos aún reemplazo. También mantiene el tipo la afición a dibujar y redibujar mapas, siempre con gente dentro que la escala utilizada no permite percibir.
Y con todo lo anterior llegamos a la campaña electoral de las elecciones generales hispanas de junio de 2016, con Podemos declarándose patriota para indignación más o menos sincera de quienes creen tener registrada la etiqueta.
Una primera interpretación es que el nacionalismo español aparece siempre en cualquier campaña electoral, esto es una constante y por tanto no es novedad. Rajoy envuelve con la bandera su infalible fórmula de austeridad + corrupción, Pedro Sánchez puso la bandera de fondo de mitin para indignación de militares en la reserva y Pablo Iglesias se suma al carro para limpiar sus antecedentes venezolanos y griegos (difícil tarea, más del 40% de los conservadores de EEUU creen hoy que Obama es musulmán y ni enseñando la partida de nacimiento ha convencido totalmente de que es norteamericano).
Las variantes tradicionales son el nacionalismo étnico, con un pueblo elegido detrás, una categoría algo desprestigiada por los nazis, y un nacionalismo cívico (patriotismo constitucional se hablaba en tiempos de ZP) más ligado a valores democráticos, derechos y libertades de una ciudadanía diversa en sentimientos, con alguna dosis de redistribución de los recursos.
Dice un vídeo electoral del PP: "La formación de gobiernos extremistas pone en riesgo la unidad de España. Han propiciado la división de los españoles y el ataque a nuestros símbolos constitucionales".
Dice Rafael Simancas (PSOE): "Para una persona de izquierdas, la patria está en la caja única de la Seguridad Social, que recauda cotizaciones sociales de grandes asalariados en Barcelona y paga pensiones en Parla. La patria está en la agencia tributaria que cobra impuestos a millonarios en Bilbao y paga subsidios de supervivencia en Jerez".
Dice Julio Rodríguez (Podemos): "La derecha nos ha robado la palabra patriotismo. Cuando estás cerca de la gente y la defiendes, o aspiras a hacer políticas para el bien común y no para servir a determinados intereses, hablamos de un acto de patriotismo".
Firmo al pie de los dos últimos: la patria la forman impuestos compartidos y personas como ingredientes principales, el resto es aderezo.

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lunes, 6 de julio de 2015

Un general descalifica al PSOE y Pedro Sánchez por utilizar la bandera de España

TENIENTE GENERAL RETIRADO
El ex mando militar en Canarias y exjefe de la Brunete critica el uso partidista y propagandístico de la bandera. En los últimos meses ha insultado a los ministros Trillo y Bono, con los que ocupó altas responsabilidades

Carlos Penedo. Artículo publicado originalmente en Estrella Digital.
Pedro Sánchez en el acto de proclamación como candidato del
PSOE a la Moncloa el pasado 22 de junio. | EP
Al teniente general Emilio Pérez Alamán no le ha gustado ver al secretario general del PSOE con la bandera de España a sus espaldas, "la última exhibición de este tipo de montajes por parte del hoy primer partido de la oposición en la aclamación de su candidato a presidir el Gobierno de España envuelto en su Bandera" (las mayúsculas son del general). Para este militar, recién retirado, es una muestra "una vez más que el Símbolo y lo que simboliza, por desgracia, no les importa mucho o nada salvo su explotación propagandística de partido".
En un artículo publicado en un blog llamado 'General Dávila', Pérez Alemán arremete también contra el PSOE, "partido que se ha manifestado en infinidad de ocasiones rodeado de símbolos antidemocráticos, incluso extranjeros y cuyo aspirante a ser Presidente manifiesta la posibilidad de eliminar el Ministerio de Defensa en su posible Gobierno".
Este militar ha sido mando de Canarias al comienzo de la primera legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero y previamente general jefe de la División Mecanizada Brunete en tiempos del accidente del Yakovlev 42.
El teniente general menciona otros sucesos que considera graves ofensas, "así tuvimos que sufrir todos los españoles la afrenta de la pitada al Himno Nacional y al Rey de España (en la final de la Copa) ante la falta de prevención y de posterior actuación del Ejecutivo".
Añade el militar retirado "por no remontarme a otras afrentas, solo recordaré la reciente ausencia manifiesta de las Autoridades políticas al Acto de Homenaje a los Caídos el Día de las Fuerzas Armadas, olvidándose de que la Bandera de España, a la que gobiernan o pretenden gobernar, tiene una franja gualda, color de la flor del mismo nombre, no del oro que tantas veces se ha escamoteado a los españoles; las otras dos franjas rojas, no simbolizan nada radical ni revolucionario, sino la sangre que miles o millones de hombres y mujeres derramaron a lo largo de siglos para que tengamos la España que disfrutamos y que todos debemos defender".
En su reciente libro Diario de un ministro sobre su paso por el Ministerio de Defensa, José Bono dedica a Pérez Alamán varias referencias relacionadas con el discurso del teniente general Mena en la Pascua Militar de 2006 y el sondeo de los posibles apoyos que Mena pudiera tener entre los máximos responsables de las Fuerzas Armadas.


'Patria, honor, Dios, familia'

"Soy un militar de ideas claras. Los militares somos gente con conceptos muy primarios y no damos importancia a lo complementario. Por eso, para nosotros los conceptos claves son patria, honor, Dios, familia, sin que lo demás sea importante", palabras que pone Bono en su libro en boca de Pérez Alamán.
En el ambiente de "militares levantiscos pero poco preocupantes", dice Bono, de las palabras de Mena, con el estatuto de Cataluña y las referencias a la misión última de las Fuerzas Armadas, el primer ministro de Defensa de Zapatero cuenta que viajó a Canarias y mantuvo allí una cena con el teniente general, la cena más larga de su vida para varios de los asistentes.
Antes de ese encuentro relata que "me informan de que el general Pérez Alamán, jefe del Mando de Canarias, y el general Mena hablan de que tienen 'ganas de hacer algo, una cosa colectiva, pero que van a esperar a otro momento". Tras la cita personal, Bono informa a Zapatero de que "Pérez Alamán no representa peligro, lo más que puede hacer es hablar de manera destemplada, pero no lo veo con posibilidades de realizar un pronunciamiento exitoso".
Las referencias al general que Bono reproduce en su libro las califica el aludido de "burda mentira", "demagoga palabrería", y responde al exministro, en un artículo de este mes de abril publicado en Alerta Digital, que "basado en una información falsa y sin contrastar, solo tenia que preguntarme, se lanza a la piscina, pone negro sobre blanco una mentira de bellaco y pretende ofenderme aunque sin conseguirlo, porque su demagogia no da ni sombra a mi prestigio entre mis compañeros".
"Del juicio de valor que hace después de la cena-careo, tengo que aclararle que sí, me considero una buena persona y del siglo XIX y me honro en practicar las virtudes de aquella época donde, pese a todas sus sombras, el Honor era importante entre los caballeros y un apretón de manos entre dos hombres del pueblo valía mucho más que tanta firma y papeleo tramposo que vemos en políticos y banqueros de nuestros días", afirma.
Las críticas de militares a ministros y Gobiernos que los nombraron en altas responsabilidades -o los cesaron- son frecuentes cuando pasan a la situación de retiro, normalmente a los 65 años. Hasta ese momento y desde su último destino activo permanecen en la situación de reserva, en la que se les puede aplicar el Código Penal militar, aunque se han dado pocos casos de sanciones incluso en esa etapa por militares que se han salido de la neutralidad política a las que le obligan las leyes. El propio Pérez Alamán ha criticado duramente por escrito al exministro Federico Trillo, hoy embajador en Londres, por la gestión del accidente del Yakovlev al cumplirse el 12 aniversario.
La decisión de situar la bandera como fondo de Pedro Sánchez en su reciente proclamación como candidato ha levantado suspicacias dentro del propio PSOE, en círculos conservadores y, como se ve, entre militares ya en retirada. Se suma a la utilización por Rajoy y el Partido Popular de la Marca España o la profusión de grandes enseñas nacionales en algunos ayuntamientos.
Los símbolos patrios siguen sin dejar indiferentes a muchos ciudadanos que se deben preparar para su uso intensivo en la inminente campaña electoral.

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jueves, 28 de mayo de 2015

España en la prensa extranjera: deporte, empresas y Cataluña

BALANCE DE 2014
  • La presencia de España y los españoles en la prensa internacional se centra en deportes y empresas, que copan la mayor parte del espacio
  • En 2014 destacaron también el cambio de rey, la crisis del ébola y el debate soberanista catalán

Carlos Penedo. Artículo publicado originalmente en Estrella Digital.
Más de la mitad de las noticias que se publican sobre España en la prensa internacional se refiere a deportes. Ahí destaca el fútbol, con la mayor parte de las apariciones y figuran también la Fórmula 1, las motos, la selección nacional y, por poner un ejemplo concreto, la final española de la Champions en Lisboa entre Real y Atlético de Madrid.
El Real Instituto Elcano ha presentado recientemente un informe en el que analiza la imagen de España en la prensa internacional en 2014, en el que ha manejado más de 80.000 artículos, centrado en medios de comunicación en inglés, donde aparece el peso del deporte, aunque no centra el interés ni el detalle de este think tank. La españolidad de las plantillas de los principales clubes de fútbol podría discutirse, aunque la relación más o menos directa con la imagen del país es cierta.
El segundo lugar de la proyección mediática del país lo ocupa la economía y especialmente multinacionales, grandes bancos, compañías de telecomunicaciones y del sector energético, sobre todo con menciones relativas a sus resultados económicos y sus negocios dentro y fuera de nuestras fronteras. En este capítulo destaca Banco Santander, seguido por Telefónica, Vodafone, Repsol, BBVA, Iberdrola y dos casos específicos: Google apareció en el último año relacionado por España por la tasa que le impuso el Gobierno, y que provocó el cierre de su buscador de noticias; y Bankia, por la crisis y sus consecuencias.
También es economía los datos de coyuntura, tipos, deuda y marcha financiera del país, y ahí Elcano se detiene y afirma rotundo que "la imagen exterior económica de España ha consolidado su recuperación a lo largo de 2014 y las expectativas internacionales sobre ella son positivas".
Argumenta el Instituto, vinculado principalmente al Ministerio de Asuntos Exteriores, que "pasado lo peor de la crisis", en el conjunto de las citas de España "se nos vuelve a relacionar con Francia, Italia y Alemania", en vez de con Portugal, Irlanda y Grecia como ocurría en años anteriores. "Poco a poco España vuelve a presentarse como parte del núcleo de la UE y no de la periferia pobre", afirman.
La imagen exterior de España "está volviendo poco a poco a la normalidad tras el giro hacia los temas macroeconómicos que se produjo a raíz de la crisis de los últimos años", se puede leer en el informe.
En 2014 por tanto Elcano detecta una disminución de referencias negativas a la economía española y un resurgir de noticias políticas, principalmente relacionadas con la consulta catalana del pasado septiembre, "que ha sido seguida con interés por los medios internacionales".
Excluidas las noticias deportivas y sobre empresas, dos asuntos atrajeron el año pasado la atención de los periódicos extranjeros, la abdicación de Juan Carlos y proclamación de Felipe VI como rey; y la crisis sanitaria del ébola, con el primer caso de una infectada en suelo europeo. Una curiosidad es que, además de la suerte de la enfermera Teresa Romero o la actuación del Gobierno, causó mucho eco internacional la decisión de acabar con la vida de Excalibur, el perro de la sanitaria infectada, noticia tratada seriamente desde la perspectiva de los derechos de los animales si bien Elcano cree ver también "una importante tendencia sensacionalista".
Alrededor del 5% de las noticias sobre España tratan de política nacional. Los picos del último trimestre de 2014 estuvieron relacionados principalmente con la consulta independentista catalana.
Relacionado con anterior, por comunidades autónomas, Cataluña es con diferencia la región española con más presencia en la prensa internacional y la mitad del total, el doble que la segunda clasificada, Madrid.
"Los problemas sociales españoles despiertan un interés pequeño fuera de nuestras fronteras", añade Elcano, "en cambio, las noticias sobre los problemas de un ciudadano extranjero en España reciben más titulares en los periódicos y más repercusión general".
Lo anterior se explica porque, más allá de la actualidad general o la importancia de los temas, los medios internacionales se dirigen a su público local y seleccionan asuntos que consideran que puede despertar su interés.
Llama la atención en este sentido la relevancia mediática en la prensa británica del caso Ashya King, un niño británico de cinco años con cáncer cerebral cuyos padres, testigos de Jehová, lo trajeron a España sin permiso del hospital y fueron detenidos por ello en nuestro país.

martes, 10 de febrero de 2015

Rajoy incorpora la 'Marca España' a la propaganda política del PP

Rajoy, 25-1-2015: "Hablad bien de España, somos un gran país".
España cuenta desde este 2015 con su primera Estrategia de Acción Exterior, documento marco de la proyección internacional del país para cuatro años. Un instrumento destacado de esa Estrategia es la 'Marca España', adoptada por el PP como material propio

Carlos Penedo. Artículo publicado originalmente en Estrella Digital.
Mariano Rajoy, en la Convención Nacional del PP
celebrada a finales de enero. | Partido Popular
Mariano Rajoy, domingo 25 de enero: "Podéis sentir legítimo orgullo por lo que hemos hecho entre todos (...). Orgullo porque militáis en el Partido Popular (...), pero sobre todo orgullo por nuestro país. España se merece todos nuestros esfuerzos, toda nuestra energía y toda nuestra dedicación. Yo os pido hablar bien de España, como hablaba este vídeo que acabamos de ver, el vídeo de la Marca España (...). Hablad bien de España. Somos un gran país. La nación más antigua de Europa. Uno de los más importantes del mundo, con unas atenciones para la gente y un Estado de Bienestar como el de nadie. Un país a donde vienen más turistas que a ningún otro lugar del mundo. ¿Por qué vienen a España? ¿Alguien les obliga? Un país que tiene el mayor número de estudiantes Erasmus de toda Europa. Un país, como hemos visto en este vídeo, que tiene empresas que contratan por todo el mundo para las mayores obras e infraestructuras. Amigas y amigos. Hablad bien de España. Es nuestro país y para nosotros, y ya para muchos, es el mejor".
España se incorpora por la puerta grande al debate político hasta las elecciones generales, junto con el relacionado desafío soberanista de Cataluña y las iniciativas sobre seguridad impulsadas tras el atentado de París.
La 'Marca España' es una "política de Estado", dicen de sí mismos
El Partido Popular ha renovado su comunicación política con motivo de la Convención Nacional celebrada a finales de enero bajo el lema "Juntos por un gran país". Con un aire "Banco Sabadell", grafismo y estilo trabajosamente informal, en su página web han aparecido nuevos contenidos, muchos multimedia: vídeo de Rajoy agradeciendo a los españoles su esfuerzo casa por casa; vídeo de homenaje a las víctimas del terrorismo, dirigido a contrarrestar la decepción de parte de su electorado, y de referentes como la expresidenta del partido en el País Vasco, María San Gil, o la viuda de Gregorio Ordóñez, que dicen no reconocerse en el actual PP.
Entre todo el material de su página web destaca sin embargo otro contenido multimedia. "España es un gran país", rotulan la página, y encabeza un video de la 'Marca España', uno de los proyectos estrella esta legislatura del Ministerio de Asuntos Exteriores y uno de los instrumentos destacados de la Estrategia de Acción Exterior aprobada recientemente por el Gobierno. El vídeo que vieron los delegados de la Convención Nacional del PP, el vídeo al que hacía referencia varias veces Mariano Rajoy.

'Marca España', política de Estado

¿Y qué es 'Marca España'? "Es una política de Estado, cuya eficacia reside en el largo plazo -dicen de sí mismos-. Su objetivo es mejorar la imagen de nuestro país, tanto en el interior como más allá de nuestras fronteras. El Real Decreto 998/2012 creó la figura del Alto Comisionado del Gobierno para la Marca España, a quien compete la planificación, el impulso y la gestión coordinada de las actuaciones de todos los organismos públicos y privados encaminadas a la promoción de la imagen de España".
La iniciativa es también nada menos que uno, el primero, de los cuatro instrumentos diseñados por el Gobierno, no el PP, para impulsar la Estrategia de Acción Exterior del Estado hasta 2019. Aunque tiene su origen a comienzos de siglo en la segunda legislatura de Aznar, en colaboración con el Real Instituto Elcano, la 'Marca España', que pretende promocionar la imagen del país, hoy "por debajo de nuestra realidad", acaba de recibir una certificación oficial de calado al formar parte destacada de la Estrategia exterior de Margallo.
En el plazo de tres semanas del mes de diciembre -entre las reuniones del día 5 y 26-, el Consejo de Ministros decidió enviar al Congreso la Estrategia de Acción Exterior, allí se debatió -con las críticas de todos los grupos parlamentarios, excepto el Popular- y el Gobierno finalmente la aprobó en su última reunión del año. Aparentemente, ahí acabó el intento del consenso.
"El país que tiene la peor imagen de España es España", afirma Margallo
"España se salvará por la acción en el exterior o perecerá si no acierta a desenvolverse en el mundo", afirmó rotundo el ministro de Exteriores en el Congreso este mes de diciembre. Por tanto, se presenta como una cuestión de supervivencia, y para sobrevivir el Ministerio ha elaborado una guía.
El objetivo es ambicioso, aunque se presenta en el último año de legislatura su alcance pretendido es a cuatro años, y supone el último paso de García-Margallo al frente del Ministerio de Asuntos Exteriores (y Cooperación), que ha elaborado bajo su mandato una Ley de Acción Exterior (marzo de 2014), aprobada en exclusiva con los votos populares, recurrida por varias CCAA y madre legítima de esta Estrategia; ha visto la luz también en esta legislatura el Reglamento de la carrera diplomática. La actividad normativa y de documentos se le reconoce.

Cambio de modelo en política exterior

En la Estrategia se habla de tres anclas: Unión Europea, la relación trasatlántica (léase, EEUU, con abundante contenido en Defensa) y América Latina. Aparece mucha referencia a valores e intereses de España, con poco desarrollo de los valores que diferencien a España, digamos, de Portugal, y mucho más contenido sobre intereses (diplomacia económica); y tiene grandes ausencias como una postura definida sobre temas claves como Sáhara, Cuba, Palestina.
Oficialmente se define la Estrategia como "un instrumento de planificación, seguimiento y coordinación de la Acción Exterior del Estado. Consta de dos documentos: el primero se denomina Estrategia de Acción Exterior y recoge las grandes líneas y los objetivos que orientan la acción exterior, y el segundo se denomina Plan de Acción Exterior 2015-2018 y recoge las propuestas de actuación exterior del conjunto de los departamentos ministeriales, de los órganos constitucionales, de las Comunidades y Ciudades Autónomas y de las Entidades Locales". El Ministerio ha indicado a Estrella Digital que este segundo es un documento de trabajo no público.
La Estrategia, aprobada a menos de un año de las elecciones, abarca hasta 2019
Es la primera vez que España dispone de un instrumento clave en la planificación, a medio y largo plazo, de la acción exterior. Como precedente se ha mencionado un esfuerzo similar pero menor realizado por el ministro también popular Josep Piqué en 2000, con una voluntad de permanencia que el derrumbe de las Torres Gemelas en Nueva York se llevó también por delante.
Pliego de sellos de Marca España.
Señala muy contundente la Estrategia que hacia el año 2000 caducó en España el proyecto de proyección exterior de la Transición, la incorporación a Europa, también a la OTAN y otros organismos internacionales que puso fin a dos siglos de aislamiento exterior del país. El fin de ese modelo, sumadas la globalización y la crisis, hacen necesaria una nueva política exterior.

Principales críticas

La Estrategia tiene 140 páginas, habla de todo y por extenso, concreta en algunos capítulos y sobrevuela los más. Abundan las declaraciones de intenciones y los objetivos genéricos, como "una relación renovada con América Latina", la protección de los españoles en el exterior o la potencia del español. Varios diplomáticos consultados señalan que se trata de un proyecto muy personal del actual titular de Exteriores, criticado por genérico, economicista y alejado de la realidad de la política exterior del Gobierno Rajoy. La portavoz de Exteriores del Grupo Socialista en el Congreso, Trinidad Jiménez, señala que "en una estrategia tenemos que necesariamente priorizar, no es un manual, no es un documento, no es un libro blanco".
Un ejemplo de la distancia entre el documento y la realidad puede ser la cooperación al desarrollo, dibujada como esencial en la política exterior española: "Si en algo he creído desde mi formación democristiana es en la cooperación", dijo Margallo en el Congreso, "que en el fondo es la solidaridad, que en el fondo es la expresión laica del amor cristiano". Reconocía el ministro datos incontestables, que en esta legislatura los fondos de cooperación internacional han caído un 80%. La salida ha sido arrancar la legislatura con fondos anteriores no ejecutados, concentrar la inversión en 23 países prioritarios y la "cooperación delegada" con la UE: "ellos ponen el dinero y nosotros los medios y la dirección política". Dice el ministro que "estamos haciendo lo que podemos".
La Estrategia responde más a la actuación del Ministerio de Exteriores que a la proyección exterior de todo el país. Además, en algunos aspectos el documento parece el testamento político del ministro, que presume de haber elaborado el texto, gran parte, de su puño y letra, aunque en su elaboración ha participado cada uno de los departamentos del Ministerio.
Margallo sobre Cooperación: "Hacemos lo que podemos"
El diputado Nuet, de Izquierda Plural, criticaba en el Parlamento, en relación con la Estrategia, que "aquí no está el ciudadano, están las empresas, el Gobierno y los grandes intereses; 'proyectarnos como país avanzado' -dice la Estrategia-, si eso es sólo la 'Marca España, apaga y vámonos; España es mucho más, por suerte, que la 'Marca España".

Instrumentos

Web del Partido Popular, con el video de Marca España.
Como instrumentos transversales la Estrategia señala la 'Marca España', la diplomacia pública, la información diplomática y diplomacia digital; y la diplomacia parlamentaria.
"El país que tiene la peor imagen de España es España", afirmaba Margallo en su comparecencia parlamentaria, reconociendo de forma indirecta su voluntad de promocionar el país no sólo hacia el exterior.
"Les voy a regalar un libro -dijo el ministro a los portavoces parlamentarios- que acaba de ser publicado que se titula Marca España. Es un libro muy original y describe las bondades, los aciertos de España: la E es empresa; la S es sol, por turismo; la P es patrimonio; la A es arte; la Ñ es la lengua; y la A es avance". El video de Rajoy de ese domingo es otra pieza de comunicación de la misma familia, con el juego de las letras de la palabra España. Se ha elaborado también una serie de sellos de Correos con la misma idea. Márketing político, subapartado de imagen y promoción.
La virtualidad de la Estrategia dependerá del próximo Gobierno, si García-Margallo sigue de ministro de Exteriores y si la realidad, como en 2001, no fulmina en un año su contenido. Su utilidad en cualquier caso es indudable para que los partidos políticos elaboren el programa electoral -habitualmente muy reducidos en este apartado- para las próximas elecciones generales, por el método de la copia o el contraste. El Partido Popular ya ha comenzado a utilizar parte de su contenido.
***
Última hora: durante la celebración de la ceremonia de entrega de los Premios Goya 2015, en la noche de este sábado, Televisión Española ha emitido varias veces un vídeo de promoción de 'Marca España' en el que se difunde la imagen del país, así como la importancia del cine español en la 'Marca España' a través de imágenes de las películas del año. "Nuestro cine crea 'Marca España" es la frase que cerraba el vídeo promocional en el que se destacaban las fortalezas de España en aspectos como la cultura, el deporte, la investigación, la tecnología, el patrimonio histórico o los espacios naturales, entre otras.
En este caso, como ya avisaron los responsables de la campaña y el propio ministro, promoción de España entre los españoles.

Sugerencias


jueves, 13 de noviembre de 2014

Margallo cambiará una treintena de embajadores en año electoral

Exteriores pone en marcha un nuevo sistema de selección que nace viciado, porque no incluye a todas las embajadas. Los nuevos embajadores, un tercio de los jefes de misión de España en el extranjero, tomarán posesión en las cercanías de las elecciones generales

Carlos Penedo. Artículo publicado originalmente en Estrella Digital.
Federico Trillo, embajador en Londres.
El Gobierno pretende cambiar un tercio de los representantes en el exterior a menos de tres meses de la fecha límite de convocatoria de las elecciones generales. El plazo para presentar candidaturas a la jefatura de misión de 26 embajadas de España por todo el mundo acabó el pasado 31 de octubre. Se trata de la puesta de largo de un nuevo sistema de selección de embajadores en teoría más aséptico y profesional, recogido en el nuevo Reglamento de la Carrera Diplomática publicado en el BOE el pasado mes de julio.
La anterior normativa que regulaba la carrera diplomática databa de 1955, con modificaciones parciales y dispersas en 1982, 1993 y 2007, por lo que la necesidad de su actualización quedaba clara. Entre las novedades, un nuevo mecanismo con el que  "se pretende conseguir una mayor profesionalización de los jefes de misión, dotando su designación de publicidad, transparencia y previsibilidad, en línea con la práctica de otros servicios exteriores de nuestro entorno, pero sin reducir, en ningún caso, la potestad discrecional del Gobierno".
La convocatoria recientemente cerrada afecta a 26 embajadas, entre ellas Perú y Portugal (clasificadas como Grupo 1 por el interés político o el nivel de relaciones con España); también se nombrará nuevo responsable en las embajadas de Australia, Eslovenia, Etiopía, Guatemala, Irán, Nueva Zelanda, Panamá, Serbia, Senegal y al número dos de la representación permanente de España ante la UE en Bruselas, destinos todos estos clasificados como de Grupo II. Un tercer grupo de embajadores a cubrir son Afganistán, Bangladesh, Bosnia, Camerún, Costa de Marfil, Gabón, Guinea Bissau, Kazajistán, Mozambique, Namibia, Pakistán, Sudán, Tanzania y Zimbabue, clasificadas como del Grupo III.
Exteriores saca a concurso 26 puestos de embajador, pero se deja fuera Roma, Moscú o Rabat
Dice el Reglamento que "antes del quince de octubre de cada año, el Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación anunciará la lista de las jefaturas de misión que se prevea cubrir en el año siguiente con sujeción al procedimiento establecido en este capítulo. En cualquier momento, la lista podrá ser discrecionalmente modificada por el Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, a fin de excluir del procedimiento una o varias jefaturas de misión". Se prevé, por tanto, el nuevo mecanismo, y al mismo tiempo su modificación discrecional por el ministro.
En contraste con las previsiones, el resultado ha sido un mecanismo muy corporativo, "puro maquillaje", lo califican diplomáticos en activo, que lejos de imponer los principios de mérito y capacidad en la selección prima la confianza política -como por otra parte ha reforzado la propia Audiencia Nacional en recursos resueltos de su sala de lo contencioso- y la discrecionalidad absoluta del ministro acompañado por el subsecretario.
El reglamento añade que "antes del 31 de diciembre de cada año, el subsecretario de Asuntos Exteriores y de Cooperación, en su calidad de jefe de personal y de la Carrera Diplomática, elevará al Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, sin carácter vinculante, una terna de candidatos, con orden de preferencia, para ocupar las jefaturas de misión que se prevea cubrir de acuerdo con el procedimiento regulado en este capítulo". Se vuelve a señalar más adelante que el nombramiento de un embajador "corresponde de forma discrecional al Consejo de Ministros a propuesta del Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, reservado, con carácter general, a aquellos miembros de la carrera diplomática que, teniendo la categoría de Ministro plenipotenciario de primera clase, se encuentren en activo y hayan desempeñado una jefatura de misión diplomática u otro alto cargo en la Administración General del Estado".
Los nuevos embajadores tomarán posesión en fechas cercanas a las elecciones generales
Imagen de Trillo meditando
sobre los dramas de Shakespeare.
El fallo por parte del Ministerio de estas 26 embajadas se producirá nunca antes de 2015 y por goteo. El nombre de los seleccionados no se hace público pues requiere en cada caso, antes de su nombramiento por consejo de ministros, el plácet del país receptor; a lo que hay que añadir más de dos meses entre salida del saliente e incorporación del entrante. El propio Reglamento prevé que estos embajadores "tomarán posesión de su puesto preferentemente a lo largo del mes de agosto de cada año". Por tanto, en agosto de 2015, a menos de tres meses de la fecha límite de convocatoria de las próximas elecciones generales, si no se adelantan, el Gobierno pretende cambiar a un tercio de los representantes en el exterior.
Las críticas al nuevo sistema se dirigen hacia la falta de transparencia y a que fuera del proceso quedan embajadas muy importantes como Roma, Moscú o Rabat, que también cambiarán de embajador en 2015 por jubilación del actual, pero sin entrar en este bombo de embajadores.
Por añadidura, en círculos diplomáticos se dan por ya embajadores in pectore algunos nombres: a Lisboa la actual directora general de relaciones bilaterales con países de la UE, María Victoria Morera; Juan Arístegui, actual director del Gabinete del secretario de Estado para la UE, dicen que ya tiene billete para la representación española ante la UE en Bruselas; Dakar o Lima parecen tener ya próximo inquilino.
"No existe un sistema objetivo de evaluación del desempeño", se quejan algunos diplomáticos con larga experiencia profesional, sistema con el que cuentan desde hace décadas países como Alemania (también Francia, Reino Unido, Holanda) en los que dice inspirarse el nuevo modelo. Sin evaluación independiente y externa, la elección se queda en antigüedad y confianza.
El próximo nombramiento de una treintena de embajadores por parte del Gobierno de Mariano Rajoy sorprende aún más recordando las declaraciones y críticas frontales del Partido Popular durante el último año del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
El Partido Popular criticó en 2011 el nombramiento de embajadores por un Gobierno en su última etapa
En septiembre de 2011, Gustavo de Arístegui, portavoz de Exteriores del PP en el Congreso de los Diputados, declaraba a este periódico que, si gana el PP, “haremos un análisis sosegado, viendo caso por caso porque hay gente de gran valía. Pero lo que está pasando ahora no es razonable”. Se refería el actual embajador de España en la India -desde abril de 2012- al nombramiento en los alrededores del verano de 2011 de nuevos embajadores en la República Dominicana, Suecia, Rusia, República Checa o la OSCE, en varios casos de personas que ocupaban previamente altos cargos de confianza política del Gobierno del PSOE. Desde el Partido Popular se criticó también el nombramiento del secretario general de la Presidencia con Zapatero, Bernardino León, como enviado especial de la UE para el Mediterráneo sur (algo parecido a un embajador comunitario para las primaveras árabes), o la designación de la ex ministra de Igualdad, Bibiana Aído, como asesora especial de ONU Mujeres.
"Ningún gobierno responsable y serio puede degradar una política de Estado y convertirla en un eje esencial de su táctica partidista, lo que ha convertido a la España bajo gobierno socialista, en un elemento excéntrico de nuestro entorno", dejó por escrito Arístegui.
Para el entonces diputado del Partido Popular, aquellos cambios constituían una “falta de respeto por parte de un Gobierno que está en funciones, que es de salida”. Daba para Arístegui “una sensación muy poco seria, como de sálvese quien pueda. No es una buena imagen del país”. Y aseguraba, “esto no es serio, ni responsable, ni estético”.
Volviendo al 2014, la treintena de nuevos embajadores en 2015 se puede interpretar, al menos, como una sospechosa indiferencia al calendario político, también la voluntad de condicionar la política exterior del próximo Gobierno.
"Una locura", afirma otro diplomático, en referencia al número global y al caso concreto del actual embajador en Lisboa, que se jubila en septiembre y será sustituido en plenas elecciones generales. "El procedimiento sigue siendo el de siempre", lejos de la evaluación permanente de países como el Reino Unido y lejos de suponer un avance en la profesionalización de la carrera, añade.
 "¿A qué proyecto de política exterior servirá la treintena de embajadores de próximo nombramiento?", se pregunta un diplomático actualmente en servicio en el Ministerio. "Pues al del nuevo Gobierno salido de las elecciones de 2015", se contesta. Pero habrán sido nombrados por los actuales responsables de Exteriores.

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viernes, 9 de mayo de 2014

Cabreo diplomático

De FAES a embajador en Viena. De gritar “catalanes de mierda” a cónsul en Australia. Una carta de ocho embajadores veteranos alerta de la deriva partidaria que está tomando la política de nombramientos diplomáticos en Exteriores en un momento clave política y económicamente para nuestro país

Carlos Penedo. Artículo publicado originalmente en Estrella Digital.
 
S.M. el Rey recibe al alto comisionado para la Marca España,
Carlos Espinosa de los Monteros, en julio de 2012 (Foto: web MAEC).
Exteriores se enfrenta a no pocos desafíos en un momento en que crece la disensión interna entre el cuerpo diplomático. El caso del veto reiterado al diplomático Juan Pablo de Laiglesia, los nombramientos sorprendentes o la vacuidad de Marca España (sin presupuesto), se juntan a la campaña por una silla en el Consejo de Seguridad de la ONU y los retos políticos y económicos de nuestro país en el exterior.
El cuerpo diplomático anda revuelto. La causa: una política de nombramientos de puestos diplomáticos con claros indicios de discriminación ideológica y evidente discrecionalidad no argumentada. El caso más reciente afecta al diplomático Juan Pablo de Laiglesia, ex alto cargo en Gobiernos PSOE, vetado en dos ocasiones directamente por el ministro para puestos profesionales en Roma y Buenos Aires. A lo anterior se suma una nueva ley de acción exterior discutida, junto con iniciativas discutibles como la Marca España o el abandono del Plan África. En este marco, el Gobierno está en plena campaña de promoción para lograr una silla en el Consejo de Seguridad de la ONU para el bienio 2015-16.
En los primeros seis meses tras la toma de posesión de Rajoy, el Consejo de Ministros cambió a 46 embajadores, los destinados en la práctica totalidad de organismos internacionales y en las principales capitales europeas. Aunque el nombramiento de embajador entra dentro de la absoluta discrecionalidad del ministro, es menos normal que en algunos casos se quedaran países sin embajador, por cesar al titular antes de pedir el plácet sobre su sucesor al país anfitrión (ocurrió en Argentina y Bélgica), que se cesara a embajadores con escasos meses en el puesto (Roma) o a punto de la jubilación.
Las alarmas saltan cuando se trata de puestos no catalogados por el propio Ministerio como de alto perfil político, que en las últimas tres décadas se han venido cubriendo por los requisitos de cada destino, por méritos de los candidatos, experiencia acumulada y casi en exclusiva con el criterio de la Junta de la Carrera Diplomática, que emite un dictamen –preceptivo pero no vinculante- al ministro con los diplomáticos más adecuados a cada puesto.
En dos años consecutivos el ministro García-Margallo ha vetado directamente el nombramiento de Juan Pablo de Laiglesia, como así proponía la Junta por su antigüedad y experiencia, para los puestos de cónsul general en Buenos Aires en 2014 y en Roma en 2013. De Laiglesia es uno de los diplomáticos españoles con más experiencia –cuatro décadas-,  que ha ocupado también cargos de responsabilidad política como secretario general de la cooperación española –AECID-, secretario de Estado para Iberoamérica, de Asuntos Exteriores y embajador en Naciones Unidas, de donde fue cesado a la llegada del PP al Gobierno.
Imagen utilizada por Exteriores para promocionar la
candidatura de España al Consejo de Seguridad de la ONU.
El afectado tiene presentados tres recursos ante la Audiencia Nacional por el veto del ministro, alegando la violación de derechos fundamentales.
ESTRELLA DIGITAL ha hablado con diversos diplomáticos en activo -prefieren el anonimato para evitar consecuencias-, que trasladan descontento y desconcierto en la carrera, y hablan de “purga” tanto de embajadores como de otros niveles inferiores como subdirectores, ocupados por diplomáticos y por funcionarios de otros cuerpos.
Sin riesgo para su presente y futuro profesional, un grupo de ocho experimentados embajadores ya jubilados -Pedro Bermejo, Fernando Perpiñá-Robert, Nicolás Martínez-Fresno, Juan Antonio Yáñez-Barnuevo, Carlos Miranda, Francisco Villar, Eudaldo Mirapeix, Juan Manuel Romero de Terreros y Jorge Dezcallar-, con responsabilidades profesionales y políticas tanto bajo Gobiernos del PSOE como del PP, han hecho pública esta semana una carta de protesta por el caso De Laiglesia –“un veto injustificado”, lo han calificado-, que consideran además que “afecta al Servicio Exterior, la buena marcha de la Administración y la propia imagen de España”. “Con este veto reiterado –añaden-, se violenta y desnaturaliza el sistema instaurado durante la transición con el propósito de deslindar los nombramientos para cargos que requieren también criterios políticos de los demás puestos”.
El principal responsable de la política de personal del Ministerio es el subsecretario, Rafael Mendívil, alto cargo en la época de Aznar y también nombrado por el socialista Moratinos embajador en Polonia, embajador en Misión Especial para Afganistán y embajador en Bulgaria.
Una segunda derivada de la actual política de nombramientos en Exteriores es la salida de numerosos diplomáticos al servicio europeo de acción exterior, el nuevo cuerpo diplomático de la UE, fenómeno que tiene una faceta positiva, el incremento de españoles en organismos internacionales, y la negativa de su motivación, la falta de perspectivas profesionales en la diplomacia española por criterios discutibles en los nombramientos.
Con la casi única excepción de Federico Trillo en Londres como embajador ajeno al cuerpo diplomático, los puestos de responsabilidad se cubren mayoritariamente por miembros de la carrera, aunque con ejemplos de afinidad política que lleva a saltarse la antigüedad y experiencia admitida como principal criterio de nombramiento.
El diplomático Alberto Carnero, ocho años en la Fundación FAES del PP entre 2004 y 2012, pasó con el nuevo Gobierno a la dirección del Gabinete del ministro y es hoy embajador en Viena, donde participó en julio de 2013 en una oscura operación que retuvo el avión del presidente boliviano Evo Morales por la sospecha de que pudiera esconder a Edward Snowden, ex analista norteamericano y filtrador. El embajador Carnero intentó entrar en el avión y el presidente boliviano le cortó el paso.

Marca España, operación de imagen

A finales de marzo el Boletín Oficial del Estado publicó la ley de la Acción y del Servicio Exterior del Estado (sic), aprobada exclusivamente con los votos del Partido Popular, que ha limitado la proyección exterior de las Comunidades Autónomas y está por ver su efectividad sobre la dependencia y coordinación del personal de Exteriores y Comercio en el exterior. La nueva ley cuenta con un hecho insólito como fue durante su tramitación la carta de oposición firmada por 363 diplomáticos en contra de su contenido.
Probablemente la iniciativa estrella de la política de Margallo es la llamada Marca España. “El Objetivo Marca España 2020 es afianzar una imagen de España como potencia económica y política entre los primeros países del mundo; una visión de país tradicional y moderno al mismo tiempo; sólido y solidario; diverso; flexible y abierto al cambio”, se autoproclama.
Recientemente desde Moncloa se difundió un comunicado autocomplaciente sobre la marcha de esta iniciativa, informe en cualquier caso reservado porque no se ha hecho público. Marca España es una operación criticada desde fuentes internas como exclusiva operación de imagen, como caso de publicidad previa al producto, imagen sin contenido. De hecho, no tiene presupuesto.
La Marca España fue noticia hace ahora nueve meses por causas ajenas a su contenido, concretamente porque  su número dos –adjunto al alto comisionado-, Juan Carlos Gafo, insultó a los catalanes por Twitter: “Catalanes de mierda, no se merecen nada”, escribió como reacción a los pitos al himno nacional escuchados en la inauguración de los campeonatos del mundo de natación.
El ministro Margallo respondió con aparente indignación, aunque luego ha nombrado a Gafo cónsul general en Melbourne (Australia), donde quizá se encuentre con algunos de los siete millones y medio de españoles a los que descalificó.
La política de imagen con la Marca España tiene su continuidad y complemento con otra campaña de imagen, en este segundo caso con el objetivo concreto de que España sea elegida el próximo octubre para ocupar un asiento no permanente en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para el bienio 2015-2016.
Con ese fin el Gobierno Rajoy ha elaborado documentación y argumentos donde utiliza la participación española en operaciones de paz de Naciones Unidas como Líbano, puesta en marcha por Moratinos en 2006 y reducida a la mitad durante el mandato de García-Margallo y Pedro Morenés; y también se utiliza la ayuda española al desarrollo, reducida en un 70% desde su máximo con Zapatero hasta el actual 0,16% del PIB, lo que sitúa el esfuerzo a niveles de 1990.

Plan África abandonado con África como prioridad

Imagen utilizada por Exteriores para promocionar la
candidatura de España al Consejo de Seguridad de la ONU.
El continente africano se ha convertido en una prioridad política para España principalmente como consecuencia de la crisis de los cayucos de 2006, una presión migratoria que llevó sólo en ese año a 40.000 inmigrantes a nuestras costas. Pese al alarmismo actual con Ceuta y Melilla, la llegada de inmigrantes en situación irregular hoy es la décima parte que entonces.
El Gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero impulsó en aquel momento el denominado Plan África, que movilizó recursos económicos –presupuestados y reservados-, abrió nuevas legaciones diplomáticas y estableció una actividad española en el continente desconocida.
El Plan África fue aparcado por Rajoy recién llegado a la Moncloa, no así el interés por el continente, que continúa aunque aparentemente centrado ahora en la participación militar en operaciones. El protagonismo ha pasado en esta legislatura de Exteriores a Defensa: con la reducción del contingente en Líbano a la mitad y el repliegue mayoritario de Afganistán, la participación militar de España en operaciones en el exterior se centra ahora mayoritariamente en Senegal-Malí, Gabón-República Centroafricana, Yibuti-Somalia, con medios aéreos de apoyo en los primeros países y contingente en los segundos, en total alrededor de 600 militares que alcanza el millar cuando se concentran, como en la actualidad, medios embarcados en el Cuerno de África por operaciones de la UE y de la OTAN.
Pese a la clara decisión política de intervenir en esos escenarios, en el Plan Anual Exterior de la Marca España 2014 Exteriores menciona únicamente como países prioritarios de actuación a Argelia, Marruecos y Sudáfrica. Fuentes diplomáticas indican que, tras dos años perdidos, Rajoy ha vuelto a ordenar que se elabore un nuevo Plan África que sirva de paraguas a lo que ya se hace sin Plan.
Al margen del corporativismo de todo gran gremio profesional, las últimas decisiones de personal del Ministerio de Exteriores, en opinión de algunos diplomáticos, puede mandar el mensaje equivocado a la carrera de que los criterios profesionales son más débiles que los de afinidad política, que la asunción de cargos de responsabilidad política pueden tener consecuencias negativas futuras, que la discrecionalidad del ministro alcanza al destino del millar de diplomáticos españoles.
José Manuel García-Margallo es un político de larga trayectoria, diputado ya por Melilla en los 70, que cuenta con la absoluta confianza de Mariano Rajoy, presidente nada aficionado hasta el momento a hacer cambios en el Gabinete. El ministro ha tenido intervenciones polémicas en los últimos meses por su implicación en el contencioso soberanista de Cataluña –llegó a proponer una reunión bilateral con Mas-, por el símil de este asunto con Crimea, por el conflicto de Gibraltar, activado periódicamente sin que se conozcan avances políticos durante su mandato. El cabreo añadido del colectivo de funcionarios que gestiona añade tensión a su ejercicio en el cargo, lo que distrae esfuerzos en favor de la relevancia política de España a nivel internacional.
Cuentan en el Ministerio que en enero de 2012, en un acto de toma de posesión del nuevo equipo, el ministro García-Margallo presumió de que “el mérito y la capacidad son valores burgueses que rescato. Cualquiera que trabaje será recompensado”. La realidad de algunos casos concretos parece contradecir su disposición inicial.

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martes, 6 de agosto de 2013

Cuando despertaron, los catalanes, Hezbolá y los Hermanos Musulmanes aún estaban allí

La ciencia ficción inventa una realidad futura o un escenario distinto sobre los que normalmente operan sentimientos y comportamientos muy actuales. Por ejemplo, imaginemos que aviones sin piloto y sin guía directa puedan aterrizar autónomamente sobre un portaviones. Un inconveniente de la ciencia ficción es que se ve superada fácilmente; lo anterior ocurrió la semana pasada y era ciencia ficción hace un mes. La Armada de EE.UU. ha destinado 1.400 millones de dólares a convertir la ficción en realidad.
Aparte de inventársela, otra forma de escapar de la realidad es simplificarla eliminando lo que nos estorba, por ejemplo los catalanes independentistas, los musulmanes egipcios hermanados o los libaneses shiíes seguidores de Hezbolá.
"Yo confío en España", lema publicitario del centro
comercial Gran Plaza 2 en Majadahonda (Madrid).
El adjunto al alto comisionado para la Marca España, embajador de España sin embajada, tuiteó tras escuchar pitos al himno en la inauguración de los campeonatos mundiales de natación: “Catalanes de mierda, no se merecen nada”. Claramente la mercantilización del sentimiento nacional no está funcionando, sea Marca España o la Ley de unidad de mercado, no están consiguiendo modernizar el nacionalismo español. El caso es que al señor embajador y vicealto comisionado de la Marca España, exrepresentante de España en Líbano y exresponsable de Protocolo en Moncloa, le sobran siete millones y medio de catalanes que deberían formar parte de la España de la marca que promocionan.
Otro ejemplo lo hemos vivido en Egipto, donde la presidencia y el Gobierno de los Hermanos Musulmanes ha sido suprimido de un plumazo, mejor dicho, de un golpe de Estado militar de los de toda la vida, de manual. No gustaban. Aquí hemos asistido al intento –fallido- de crear el golpe de Estado democrático, hasta el ministro de Asuntos Exteriores de EE.UU. acaba de decir que los militares han intervenido en Egipto para traer la democracia. No ha colado. Nada creíble ni legítimo sucederá en Egipto si no se cuenta con la hermandad. A mayor represión, mayor radicalización.
Y el tercer caso es que la Unión Europea acaba de incluir a Hezbolá en su listado de organizaciones terroristas, en su rama militar, que no la política, un matiz que nadie ha entendido.  
Estos listados, como las barajas de enemigos, surgieron tras el 11-S, y con buen criterio la UE no entró al juego ni hizo su propia baraja durante 12 años, hasta ahora. Se insiste en que Hezbolá recibe apoyo iraní (todas las facciones libanesas, todas, tienen apoyo exterior, la injerencia extranjera en Líbano tiene al menos 180 años de vida), que por miles andan por Siria apoyando al dictador Al Asad (no parece que puedan aportar militarmente gran cosa).
Los Hermanos Musulmanes, Hezbolá y también Hamás son movimientos principalmente nacionalistas, islámicos y nacionalistas, actores políticos y sociales de primer orden en un territorio del que forman parte, con un respaldo ciudadano importantísimo, consecuencia del fracaso de otras opciones políticas más o menos laicas durante las últimas décadas, todas autoritarias, todas militares, todas tratando de buscar legitimidad social en otro conservadurismo religioso. Antiguas y actuales potencias coloniales tienen su cuota de participación en dicho fracaso, la otra parte es autóctona. El brochazo de identificarlas como terroristas es una muestra de incapacidad política.
En la interpretación que nos hacemos de la realidad aparecen ahora liberadas dos cooperantes españolas secuestradas en Kenia durante 700 días, y nadie nos cuenta las circunstancias del secuestro ni las gestiones realizadas para su liberación, en claro contraste con otros secuestros de tiempos recientes, relacionados o no con las latillas de atún.
Y una última referencia se la merece por derecho propio que el consejo de ministros haya aprobado un crédito extraordinario de 877 millones de euros para financiar programas de armamento. Por favor, a cambiar todo el mundo las presentaciones de power point, sus gráficos y porcentajes de gasto en Defensa, que un viernes de julio el presupuesto del Ministerio se ha incrementado un 15%. La decisión, que supone 145 mil millones de aquellas pesetas, no ha merecido ni una nota de prensa de Moncloa, Hacienda o Defensa; y el crédito ha compartido Real Decreto con ayudas al vehículo eficiente y al Servicio Público de Empleo.
Fin: han pasado unos 140 días desde que conocimos por El País que militares españoles torturaron en Irak. Esas personas o siguen dentro de las Fuerzas Armadas o andan tranquilamente por la calle. Los tiempos políticos, los de la responsabilidad y los de la reputación, nada tienen que ver con los judiciales.
*****
Cuando despertaron el embajador Juan Carlos Gafo, el general Abd al Fatah al Sisi, el ministro John Kerry y la vicepresidenta Catherine Ashton, los catalanes, los Hermanos Musulmanes y Hezbolá todavía estaban allí.

Disculpa, Monterroso, por manosear la frase hasta el infinito.

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