domingo, 12 de mayo de 2024

Logística y seguridad

De jovencillo pensaba que todo aquel que enseñaba algo al conductor del autobús y entraba sin pagar era policía secreta; y que todas las motos con un arcón detrás eran de mensajeros. Mi infancia es el recuerdo de una ciudad repleta de policías de paisano y mensajeros, casi todos falsos.

El abono mensual de transporte llegó después de aquella época, entonces se utilizaba más bonos de diez viajes de cartón tanto en autobús como en el Metro, donde los billetes reciclados admitían además otros viajes, siempre de corta y media distancia. La seguridad disimulada descubrí tiempo después que incluía servicios de inteligencia y privados. Por su parte, la revolución del transporte motorizado sobre dos ruedas ha acabado llegando a nuestras ciudades y sus usuarios pues tienen que guardar en algún sitio la tartera con el filete empanado o el sushi, el cargador del móvil y el propio casco.

La intuición primera de aquellos viajes en aquellos autobuses azules de Madrid, algunos el doble de largo con dos cuerpos unidos en el centro por una goma negra, 'articulados' los llamaban, esa primera intuición se ha confirmado bastante con el paso del tiempo: la realidad hoy está marcada por el transporte de mercancías y otras cosas; y la inseguridad está omnipresente en medios de comunicación y circunstancias personales, la seguridad camuflada de inseguridad.

Reconozcamos pues la importancia de la seguridad hoy por indicadores como el voluminoso presupuesto público destinado a estas políticas y recursos, tanto seguridad exterior como interior, y en crecimiento. Asistimos a un rosario de acuerdos del Consejo de Ministros sobre la materia, 300 millones de euros en el último, 1.200 en el penúltimo, alrededor de 15.000 millones en compromisos de gasto en el último año.

Importancia de la seguridad por indicadores como el número de empleados destinados a tal fin en España, más de 500.000 profesionales públicos de la seguridad uniformados, entre militares y policías, a los que habría que añadir los privados.

Reconozcamos el 'complejo militar-industrial' que denunciaba el presidente de EEUU Eisenhower en 1961 y algunos analistas continúan denunciando en la actualidad. Entre los artículos no escritos figura uno que analice el peso de la industria de Defensa, más el sector público dedicado en relación con el PIB en países como Estados Unidos, Arabia Saudí y España, por ejemplo.

Añadamos a la importancia de la seguridad los conflictos armados actualmente activos, principalmente en Ucrania e Israel, especialmente amenazantes cuando se nos presentan sin perspectiva pasada ni futura.

La relevancia de la logística ha llegado sorprendentemente de la globalización y la digitalización, cuando se desmaterializa la conexión física entre personas se produce una explosión de naves logísticas especialmente a una distancia cercana a la gran ciudad aunque con precios de suelo asequibles. No olvidemos además que empresas como Amazon concentran buena parte de su negocio no solo en hacerme llegar pequeña paquetería, sino almacenando datos en la nube, y acaba de firmar un acuerdo con Telefónica en este sentido. El transporte es hoy de datos. Y veremos la globalización transformada cómo transforma la logística.

Doy por acertado entonces aquel pensamiento infantil del bus, la importancia presente y futura del transporte de mercancías y datos, también su almacenamiento e interpretación; y la seguridad omnipresente en muy variadas variantes, entre ellas la activación de 300 cámaras en un partido de fútbol que no enfocan al césped. Lo que nunca he llegado a comprender es lo de culpar de toda la basura pegada a las paredes a "la empresa anunciadora", porque son muchas las empresas, porque es evidente la responsabilidad y porque no ha servido la advertencia para nada.

Siendo sinceros, lo que no vi llegar en estas últimas décadas fue la vuelta del cartón, el mismo del bonobús, del bonometro y el de las hueveras, material enviado por mi parte al rincón de la historia por anticuado e inútil cuando llegó a nuestras vidas el plástico de burbujas a ocupar su lugar (film alveolar,  nombre técnico), situémoslo hacia el cambio de siglo, como mucho alrededor de la invasión de Irak.

Ha vuelto con fuerza el cartón, y su reciclaje. Lo encontramos en pequeña y gran paquetería; lo encontramos en el transporte de contenidos digitales, lo llaman desinformación; lo encontramos en foros y políticas de seguridad y defensa, cartón es la falta de transparencia, la no rendición de cuentas, el discurso del miedo no justificado, el fantasma del ruso y del moro.

La doble moral con Ucrania y Palestina, con Rusia e Israel, es cartoncillo.

El regreso del cartón no lo vi llegar; aunque haré todo lo que esté en mi mano para que me dé de comer.


Artículo publicado también en La Hora Digital.