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sábado, 29 de octubre de 2022

Abd el Krim y Ucrania

Primera página de La Libertad del 6.8.1922, con entrevista 
y nota manuscrita de Abd el Krim (periódico accesible en la 
Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional en este enlace).
"Como le he manifestado de palabra le reitero por escrito que el Rif no combate a los Españoles ni siente ningún odio hacia el Pueblo español. El Rif combate a ese imperialismo invasor que quiere arrancarle su libertad a fuerza de sacrificios morales y materiales del noble Pueblo Español" (mayúsculas en el original). Estas declaraciones resultan sorprendentes por su contenido sin duda, y aún más porque su autor es el propio líder rifeño Abd el Krim, por su fecha de agosto de 1922 y porque fue publicado con una entrevista en primera página de un periódico principal español.

En un momento de máxima tensión bélica, con parte de aquel Protectorado de Marruecos levantado en armas, tiempos de movilización, nacionalismo extremo, combates, prisioneros y muertos, la opinión del máximo responsable de la efímera República del Rif llegaba a los españoles a través de los medios de comunicación españoles, incluso a pesar de la censura imperante en la época o de las limitaciones técnicas del momento, telemáticas, de impresión, en muchas ocasiones se enviaban los negativos y las imágenes se revelaban en la península.

Es un momento que permite alguna reflexión sobre comunicación, libertad de expresión y ciudadanía informada en un entorno nacional de guerra, como los de hace un siglo o en este 2022 con motivo de la invasión de Ucrania por Rusia y la implicación a todos los niveles -excepto con tropas de combate sobre el terreno, que sepamos- por parte de España y la Unión Europea, cuando asistimos a restricciones a la información, discurso público monocorde e incluso cierre de medios de comunicación.

El calendario, que se mueve con la persistencia del goteo de un grifo mal cerrado, nos acerca aniversarios que ofrecen la ocasión de profundizar, recientemente sobre el llamado 'desastre de Anual', la matanza de unos 12.000 militares españoles y al servicio de España en el norte de Marruecos entre julio y agosto de 1921. 

La conmemoración no ha venido acompañada en España de un relectura del colonialismo, al menos un análisis crítico, presente en otras latitudes y aquí pendiente, que va afectando en diferente medida en medio mundo a estatuas ecuestres, fondos de museos y en el mejor de los casos, como en Bélgica, a informes de historiadores y comisiones de investigación; lo que lejos de un reproche es una ventana de oportunidad para escribir, un aliento. a propios y extraños. 

Las guerras consecuencia de la ocupación colonial de Marruecos no sólo marcaron cuatro lustros de combates y desastres a comienzos del siglo XX (desde la conferencia de Algeciras de 1906 que establece el Protectorado hasta después del desembarco de Alhucemas en 1925), sino que están detrás del golpe de Estado y de la dictadura de Primo de Rivera (1923), del golpe de Estado de 1936 y 38 años de dictadura de Franco. Como ha estudiado el historiador Julián Casanova, la violencia colonial europea acabó en las metrópolis, también y sobre todo en España.

El centenario del denominado 'Desastre de Anual' es buena ocasión entonces para revisitar algunos libros, tirar de referencias como las cerezas y descubrir auténticas joyas semidesconocidas.

Para empezar, un descubrimiento literario, "Imán", la primera novela de Ramón J. Sender, publicada en 1930, que transcurre sin referencias explícitas por los acontecimientos de Anual y refleja las penurias de un soldado, la degradación moral y brutalidad de la guerra y de la ocupación colonial con la fuerza que muchas veces sólo puede transmitir la literatura. El título no hace referencia a la religión, sino a la capacidad de atraer las desgracias de uno de los protagonistas. El autor fue uno de los 200 mil españoles que cumplieron servicio militar por aquellos años en Marruecos, si no se tenían recursos económicos para evitarlo.

Ramón J. Sender cultivó el periodismo además y antes que la novela, y resulta curioso también la dedicación profesional al periodismo de políticos de la época como Indalecio Prieto, que estuvo también en Marruecos como cronista de guerra por esos años veinte.

El periodista y escritor Jorge Martínez Reverte, fallecido en marzo de 2021, dejó acabado y se publicó meses después "El vuelo de los buitres. El desastre de Annual y la guerra del Rif" (Galaxia Gutemberg, 2021), crónica digamos de historia novelada con interesantes fuentes marroquíes e incluso co-autoría.

En el campo de la comunicación que nos ocupa, "El desastre de Annual a través de la prensa", de Antonio Rubio, publicado en junio de 2022, reaprovechamiento de trabajos previos del autor, es una auténtica caja de sorpresas y de referencias a partir del trabajo de una serie de periodistas que escribieron pisando el terreno en aquellos años en Marruecos a medio camino entre el periodismo de guerra y el de investigación con una profesionalidad que sorprende un siglo después. 

Por las páginas aparecen Manuel Aznar (abuelo de quien fuera presidente del Gobierno), Luis de Oteyza, Víctor Ruiz Albéniz, Rafael López Rienda y muchos otros, generaciones de periodistas que dejaron escrita su calidad profesional y cuya trayectoria en muchos casos se vio truncada tras la Guerra Civil. Gran parte de los periodistas que aparecen en el libro acabaron en el exilio.

Imagen del periodista Luis de Oteyza con Abd el Krim.
Capítulo propio merece Luis de Oteyza, director del periódico La Libertad y autor de la entrevista referida a Abd el Krim un año después de Anual, en viaje secreto en el que tras no pocos requiebros acaba encontrándose con el líder rifeño y con los más de 300 prisioneros españoles -incluidos generales- que allí seguían un año después del desastre, curiosamente alimentados por los propios españoles que dejaban el sustento en playa cercana. Oteyza se hizo acompañar de dos fotógrafos, uno de ellos Alfonso hijo, autor de imágenes icónicas de Abd el Krim; publicó la entrevista y lo contó además en extenso en el libro "Abd el Krim y los prisioneros", publicado por primera vez en 1924 y reeditado por Ediciones del Viento en 2018.

El libro de Oteyza, la novela de Ramón J. Sender, están pegados por fecha de publicación y por contenido a los acontecimientos, lo que multiplica su valor al no contar con perspectiva temporal. Como referencia ilustrativa, la mitad de la población española en aquella época era analfabeta y un periódico como La Libertad tiraba más de 200 mil ejemplares diarios.

El golpe de Estado de Primo de Rivera de 1923 apoyado por Alfonso XIII, probablemente animados en cortar las consecuencias políticas y militares de los desastres en Marruecos, investigados por el general Picasso, cambiaron las circunstancias de la prensa y del país.

Hasta ese momento la ciudadanía española estuvo bastante bien informada sobre las circunstancias bélicas en Marruecos, teorías sobre los intereses económicos que promovieron aquella experiencia colonial (explotación de las minas del Rif); la corrupción de la Administración colonial, en manos militares la mayor parte de aquellos años; el rescate de los prisioneros españoles, un naviero vasco -Horacio Echevarrieta- que aparece en todas las salsas (editor de periódicos, filo nazi y filo Franco) pagó el rescate de cinco millones de aquellas pesetas por su liberación dos años después de Anual; los intereses de la monarquía, el papel de Francia apoyando a los rebeldes rifeños hasta que la situación se hace insostenible (la participación de Francia será imprescindible en Alhucemas), todo esto aparece y se trata en los medios en tiempo real y mucho aparece también en el informe del general Picasso.

UCRANIA

Volviendo del siglo XX al XXI, cabe decir que el marco material y mental entre ambos momentos no resiste comparación alguna, aunque el tratamiento informativo de la invasión de Ucrania provoque cierta reflexión asociada.

"Sólo podrá acordarse el secuestro de publicaciones, grabaciones y otros medios de información en virtud de resolución judicial", establece la Constitución Española de 1978 en su artículo 20.

Es decir, el secuestro de publicaciones u otros medios de información sólo podrá acordarse mediante resolución judicial motivada. Por otra parte, la prohibición temporal de publicación o emisión se considera una medida cautelar destinada a evitar un grave vulneración de derechos u otros bienes protegidos por el ordenamiento que igualmente sólo podrá efectuarse mediante resolución judicial motivada (STC 187/1999, de 25 de octubre), aclara la web del Congreso interpretando la Constitución.

En contradicción aparente con lo anterior, la Unión Europea ha suspendido en 2022 las actividades de radiodifusión de cinco emisoras rusas de propiedad estatal: Sputnik, Russia Today, Rossiya RTR/RTR Planeta, Rossiya 24/Russia 24 y TV Centre International. "El Gobierno ruso ha utilizado estas emisoras como instrumentos para manipular la información y promover la desinformación sobre la invasión de Ucrania, propaganda incluida, con el objetivo de desestabilizar a los países vecinos de Rusia y a la UE y sus Estados miembros.", argumenta la Unión.

En lo que afecta a los medios más conocidos por aquí, el Consejo de la Unión Europea decidió el 2 de marzo de 2022 adoptar "medidas restrictivas adicionales en respuesta a la agresión militar, sin mediar provocación y sin justificación alguna, de Rusia contra Ucrania". En virtud de estas medidas, la UE suspendía urgentemente las actividades de radiodifusión de Sputnik y RT-Russia Today (RT-Russia Today en inglés, RT-Russia Today del Reino Unido, RT-Russia Today de Alemania, RT-Russia Today de Francia y RT-Russia Today en español) en la UE, o dirigidas a esta, "hasta que cese la agresión contra Ucrania y hasta que la Federación de Rusia y sus medios de comunicación asociados dejen de llevar a cabo acciones de desinformación y manipulación de la información contra la UE y sus Estados miembros".

Según el Consejo, "Sputnik y Russia Today están bajo el control permanente, directo o indirecto, de las autoridades de la Federación de Rusia y son esenciales y decisivas para impulsar y apoyar la agresión militar contra Ucrania y para la desestabilización de sus países vecinos".

Concluye que "para justificar y apoyar su agresión militar contra Ucrania, la Federación de Rusia ha emprendido acciones de desinformación y manipulación de la información continuas y concertadas contra los miembros de la sociedad civil de la UE y de sus vecinos, distorsionando y manipulando gravemente los hechos".

Es interesante concretar qué tipo de información desea la UE impedir que circule.

EUvsDisinfo es una iniciativa del Servicio Europeo de Acción Exterior que recopila desde 2015 campañas de desinformación de Rusia que afectan a la Unión Europea, sus Estados miembros y sus países vecinos, con lo que tiene un carácter de registro y curiosamente da difusión a los contenidos que denuncia.

Primera página de La Libertad del 8.8.1922, con entrevista 
y nota manuscrita de Abd el Krim (periódico accesible en la 
Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional en este enlace).

Relacionado con España, EUvsDisinfo ha recopilado en los últimos meses varias campañas de desinformación procedentes de Rusia, y ofrece una breve respuesta para los interesados.

  • El 17 de junio varios medios publicaron a partir de Sputnik que Estados Unidos presionó a España y condicionó la celebración de la cumbre de la OTAN a Madrid a que enviara armamento pesado a Ucrania.
  • El 28 de julio la información averiada era que Estados Unidos ha decidido emplazar dos nuevos destructores en la base naval de Rota sin consultar con España.
  • El 22 de agosto la UE registra la publicación de contenidos que afirman que el interés de Alemania por la interconexión energética con España y Portugal es un ejemplo de vasallaje para estos últimos.
  • El 8 de septiembre el contenido denunciado es la respuesta a unas declaraciones de Borrell que llamó "Estado fascista" a Rusia, dicen estas piezas que el descalificado es el propio alto representante con estas palabras por apoyar a los neonazis en Kiev y duda de las credenciales democráticas del español, cuyo comportamiento le acerca a los falangistas.

¿Resultan este tipo de contenidos una amenaza para la seguridad nacional y europea? 

Una de las grandes novedades de la guerra en Ucrania es el tratamiento de la información, desde la llamada 'estrategia del megáfono' inaugurada en los meses previos, la puesta en escena, la ausencia en medios de pruebas gráficas de enfrentamientos directos, el activismo de periodistas, analistas y tertulianos que dificultan el objetivo de conocer lo que está ocurriendo, más allá de la opinión propia y de la propaganda de las partes.

El cierre de Sputnik y Russia Today fue recurrido desde Francia ante el Tribunal de Justicia de la UE, sin éxito. El Tribunal General de la Unión Europea desestimó el pasado 27 de julio el recurso que invocaba cuatro motivos, basados en la vulneración, respectivamente, de los derechos de defensa, libertad de expresión e información, derecho de empresa y principio de no discriminación por razón de la nacionalidad; también se cuestionaba la competencia del Consejo para adoptar los actos impugnados (aquí enlace a sentencia).

El último capítulo de decisiones en el marco de la Unión Europea relacionado con contenidos informativos podría ser el Reglamento de Servicios Digitales publicado este 4 de octubre de 2022. 

"En el contexto de la guerra en Ucrania y de sus consecuencias en relación con la manipulación de información en línea, se ha añadido al texto un nuevo artículo (parece ser el 36) por el que se establece un mecanismo de respuesta a las crisis. Este mecanismo permitirá analizar cómo afectan a la crisis en cuestión las actividades de las plataformas en línea de muy gran tamaño y de los motores de búsqueda de muy gran tamaño y decidir medidas para garantizar que se respeten los derechos fundamentales", nos informa el Consejo.

El Reglamento de Servicios Digitales (versión del Parlamento Europeo de 19 de octubre) dice textualmente que "en tiempos de crisis puede ser necesario que los prestadores de plataformas en línea de muy gran tamaño adopten con urgencia determinadas medidas específicas (...). Debe considerarse que se produce una crisis cuando se producen circunstancias extraordinarias que pueden dar lugar a una amenaza grave para la seguridad pública o la salud pública en la Unión o en partes significativas de la Unión. Estas crisis podrían derivarse de conflictos armados o actos de terrorismo, incluidos los conflictos o actos de terrorismo emergentes, las catástrofes naturales como terremotos y huracanes, así como las pandemias y otras amenazas transfronterizas graves para la salud pública. La Comisión debe poder exigir a los prestadores de plataformas en línea de muy gran tamaño y a los prestadores de motores de búsqueda en línea de muy gran tamaño, que inicien urgentemente una respuesta a la crisis. Las medidas que dichos prestadores pueden determinar y considerar aplicar pueden incluir, por ejemplo, la adaptación de los procesos de moderación de contenidos y el aumento de los recursos dedicados a la moderación de contenidos, la adaptación de las condiciones generales, los sistemas algorítmicos pertinentes y los sistemas publicitarios, la intensificación de la cooperación con los alertadores fiables, la adopción de medidas de concienciación y la promoción de información fiable y la adaptación del diseño de sus interfaces en línea". 

Parece ser este Reglamento otro ejemplo de restricción de la libertad de información sin intervención judicial alguna.

En tiempos de crisis, nacional, bélica, se tiende a tomar decisiones que acaban teniendo consecuencias en el tiempo y son difícil y lentamente reversibles.

La desinformación es un problema de alfabetización mediática y digital, de calidad de la democracia, es efecto secundario de la comunicación digital, es reflejo de la crisis de identidad y modelo de negocio de los medios de comunicación tradicionales, además de amenaza de seguridad militar, necesitada de probar y argumentar esta última; y en esta guerra de Ucrania anda todo el mundo desinformando, lo que no se contrarresta con prohibiciones sino con un mayor intercambio libre de opiniones y análisis.

Hoy claramente no sería posible en España una entrevista a Abd el Krim en primera página de El País; o una entrevista a Saddam Huseín en ABC (sí fue posible por Luis Mariñas en 1990 en Tele5).

La fortaleza de Europa y España frente a regímenes autoritarios como la Rusia de Putin no es imitar su comportamiento restrictivo de la libertad de información, sino reforzar la libre circulación de opiniones, ahí no tendríamos competencia.

Artículo publicado también en el blog ‘Al revés y al derecho’ de infoLibre.

Sugerencias

  • El expediente Picasso: Edición de su resumen publicado en 1931. Conmemoración del centenario del desastre de Annual (1921-2021) (BOE, 2021).
  • La guerra de Marruecos en la narrativa española (1859-1927), por Juan José López Barranco (tesis doctoral, 2003).

lunes, 25 de julio de 2022

Información, memoria y pedagogía democrática


Comisión de la Verdad de Colombia.

A seis mil kilómetros al este de Madrid, el asalto violento al Capitolio norteamericano está centrando la actualidad política norteamericana este comienzo del verano de 2022 por la celebración de una comisión de investigación parlamentaria que va dejando cada vez más claro que se trató de un autogolpe de Estado del anterior presidente Donald Trump. La información solo compite con las últimas sentencias regresivas del Tribunal Supremo de EEUU sobre el aborto, el control de armas y el cambio climático. 

El valor de la comisión sobre el 6 de enero de 2021 reside en ofrecer información sobre lo que pasó; memoria, que es débil, en año y medio los sucesos parecen de otra época, ya casi olvidados; y pedagogía democrática.
En una reciente estancia pude comprobar la coyuntura política norteamericana y también la estructura, llamémosle así, los mensajes que EEUU como Estado lanza de forma continuada  a ciudadanos propios y ajenos desde sus estructuras, por ejemplo, desde sus museos.
El presidente Lincoln vigila la capital política del país desde un partenón en un extremo del National Mall, que indica el triunfo del dórico en EEUU como en ningún otro lugar del planeta, sentado en un templo griego con enormes inscripciones talladas de su segundo discurso de investidura y su discurso de Gettysburg, ambos marcados por la guerra civil.
"Nuestros padres hicieron nacer en este continente una nueva nación concebida en libertad y consagrada al principio de que todas las personas son creadas iguales (...). Que este país, bajo Dios, pueda tener un nuevo nacimiento de libertad, y que el Gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, no desaparecerá de la Tierra", palabras de Lincoln allí grabadas.

Museo de la Guerra Civil Americana
en Richmond (Virginia).
En el recomendable Museo de la Guerra Civil Americana en Richmond (Virginia), recordemos que la ciudad fue la capital confederada, se ofrece información detallada del conflicto (1861-1865), que fue guerra de secesión (siete Estados quisieron irse de la federación), información de batallas, protagonistas; de 750.000 víctimas mortales, cifra no superada de nacionales fallecidos en una guerra, casi el doble que en la Segunda Mundial; se ofrecen mensajes políticos sobre las bondades de la Unión, de la igualdad en derechos de cualquier ciudadano y mucho contenido sobre la segregación racial de los norteamericanos de origen africano.
Sale de allí uno bien informado sobre cómo la abolición de la esclavitud fue decisión acelerada por la guerra (los padres fundadores no eran de la idea unas décadas antes) y cómo la igualdad legal de derechos fue torpedeada con éxito en la realidad durante más de un siglo, al menos hasta los años 60 del siglo XX. Tenemos aquí memoria, información y mensajes políticos democráticos.
Tres mil ochocientos kilómetros al sur, y a un clic instantáneo de distancia, este mes de junio se ha difundido el informe final de la Comisión de la Verdad en Colombia.
"Somos una Entidad de Estado que busca el esclarecimiento de los patrones y causas explicativas del conflicto armado interno que satisfaga el derecho de las víctimas y de la sociedad a la verdad, promueva el reconocimiento de lo sucedido, la convivencia en los territorios y contribuya a sentar las bases para la no repetición, mediante un proceso de participación amplio y plural para la construcción de una paz estable y duradera".
Y ¿qué han hecho? "El proceso para crear el Informe Final comenzó en noviembre de 2018 y se desarrolló dentro de un enfoque de varios niveles para descubrir, comprender y analizar el conflicto armado que se ha extendido por medio siglo”. En medio de este trabajo, se resaltan los siguientes logros:

  • La recolección de cerca de 15.000 entrevistas individuales y colectivas, tanto en el territorio nacional como a los colombianos exiliados en 23 países, lo que permitió escuchar directamente a cerca de 30.000 personas.
  • La investigación en profundidad sobre 730 casos y 1.195 informes de hechos de violencia durante el conflicto armado.
  • La creación de 28 Casas de la Verdad en municipios afectados por el conflicto armado.
  • La realización de 14 Diálogos para la no continuidad y la no repetición del conflicto armado, 10 Reconocimientos (de responsables y de dignificación a víctimas), 17 Contribuciones a la verdad (entre ellas las cinco sostenidas con los expresidentes Ernesto Samper, Andrés Pastrana, Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos), 16 Encuentros por la Verdad, 53 Espacios de escucha (de todos los sectores, incluida la Fuerza Pública), 23 escenarios de convivencia y cinco diálogos de recomendaciones.
  • La colaboración de 186 voluntarios y cerca de 800 organizaciones internacionales que apoyaron el proceso de escucha en países como España, Suecia, Reino Unido, Francia, Alemania, Suiza, Italia, Noruega, Holanda, Bélgica, Grecia, Dinamarca, Canadá, Estados Unidos, México, Costa Rica, Panamá, Ecuador, Venezuela, Argentina, Chile, Uruguay y Brasil.
  • Más de 23.000 horas de investigación y deliberación con documentos históricos, expertos multidisciplinarios y archivos nacionales, incluida la exploración en profundidad de la difícil situación de los pueblos étnicos (comunidades negras, indígenas y Rom) durante la guerra.
El objetivo de la Comisión con la presentación de su Informe Final y su legado es “que los hallazgos y recomendaciones que son el resultado de su proceso contribuyan significativamente a la dignificación de las víctimas y tengan un impacto real en las políticas públicas y en la población colombiana en general". 
El resultado es un muy recomendable e inmenso trabajo que se puede sintetizar en información, memoria y pedagogía democrática sobre un conflicto que entre 1985 y 2018 registró en Colombia al menos 450.000 homicidios.
Ocho mil kilómetros al noreste de Bogotá, y a centímetros de su sensibilidad, se acaba de aprobar este 14 de julio en el Congreso español la Ley de Memoria Democrática (aquí enlace a proyecto de ley, BOCG de 7 de julio) con 173 votos a favor, 159 en contra y 14 abstenciones; cinco de los votos favorables pertenecieron a EH Bildu, independentistas vascos, las matemáticas dicen que no fueron imprescindibles; lo destacable es cómo partidos sistémicos como el PP, de extremo centro en extinción como Ciudadanos o aparentemente de izquierdas como ERC no apoyaran la ley con entusiasmo.
Valle de los Caídos, mayo de 2022.
Valle de los Caídos (España), mayo de 2022.

El proyecto de ley irá en septiembre al Senado para su previsible aprobación definitiva.

La ley, continuidad de la norma aprobada bajo la presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero en 2007, "profundiza en la política de Estado en favor de la verdad, la justicia, la reparación y el deber de memoria como garantía de no repetición", según argumenta el Gobierno en nota informativa, de gran utilidad para quien no tenga tiempo o interés en leerse el texto completo de la ley.
La norma incluye la recuperación, salvaguarda y difusión de la Memoria Democrática, centrada en el conocimiento de la reivindicación y defensa de los valores democráticos y los derechos y libertades fundamentales a lo largo de nuestra edad contemporánea. Por primera vez se condena de manera expresa el golpe militar de julio de 1936 y la dictadura franquista.
La norma profundiza en el reconocimiento de quienes padecieron persecución o violencia durante la Guerra Civil de España y la dictadura franquista, hasta la promulgación de la Constitución Española de 1978 y homenajea a todas las víctimas de la contienda. También reconoce la Ley de Amnistía como un logro de todos los demócratas y pone en valor la importancia de la Transición y de la Constitución de 1978, como pilar fundamental de la democracia.
La ley se fundamenta en los derechos humanos y en los principios fundamentales del derecho internacional humanitario (verdad, justicia, reparación y deber de memoria) y da respuesta a las recomendaciones de los organismos internacionales, como Naciones Unidas.
Respecto a la verdad
  • Declara el derecho de los familiares y la sociedad a conocer la verdad de lo ocurrido.
  • El Estado asume el liderazgo en la búsqueda e identificación de desaparecidos y el impulso de las exhumaciones.
  • Establece la elaboración de un censo de todas las víctimas de la guerra y la dictadura y se garantiza la preservación de documentos y el acceso a los archivos.
  • Impulsa la creación de un banco nacional de ADN de víctimas de la guerra y la dictadura y un registro y censo de víctimas.
  • Recoge un reconocimiento explícito del papel del movimiento memorialista y crea una estructura estable de participación a través del Consejo de la Memoria Democrática.
Respecto a la justicia
  • Declara la ilegalidad de los tribunales franquistas de excepción y la nulidad de sus sentencias y pone en el centro de la acción pública a las víctimas.
  • Declara el derecho a la investigación de las violaciones de derechos humanos de la guerra y la dictadura hasta la promulgación de la Constitución de 1978.
  • Impulsa la creación de una Fiscalía de Sala de Derechos Humanos y Memoria Democrática en la Fiscalía General del Estado como instrumento de la investigación.
Respecto a la reparación
  • Avanza en la necesidad de realizar una auditoría y un inventario de bienes incautados y sanciones económicas durante la Guerra Civil y la dictadura franquista.
  • Se incluyen dos nuevos supuestos de adquisición de nacionalidad española para quienes sufrieron el exilio.
Respecto al deber de Memoria como garantía de no repetición
  • Los contendidos de Memoria se han incluido en las enseñanzas de ESO y Bachillerato.
  • Se fomentará la investigación en materia de memoria democrática.
Además, la Ley reconoce expresamente el papel desempeñado por las mujeres en su lucha por la conquista de derechos y libertades que ocupan un lugar transversal y singular a lo largo de la norma. También establece la obligación de retirar vestigios franquistas, dispone la extinción de fundaciones que hagan apología del franquismo o actividades que supongan menosprecio y humillación de la dignidad de las víctimas y establece un régimen sancionador que garantiza el cumplimiento de la ley con multas que van desde los 200 a los 150.000 euros.
La norma establece dos días oficiales de memoria: el 31 de octubre, para el recuerdo y homenaje a todas las víctimas, y el 8 de mayo, para el recuerdo y homenaje de las víctimas del exilio.
Finalmente, incluye una regulación exhaustiva de los supuestos contrarios a la memoria democrática, avanza en lo relativo al patrimonio documental, regula los lugares de memoria y modifica el régimen jurídico del conjunto del Valle de los Caídos como paso previo a su resignificación.
La Ley de Memoria alcanza hasta el año 1978, año de aprobación de la Constitución española, y contiene una disposición adicional que permitirá la creación de una Comisión de expertos que pueda investigar posibles vulneraciones de derechos humanos a personas que lucharon por la libertad y la democracia desde la entrada en vigor de la Constitución hasta 1983, informa Presidencia.
Disfrazado de bisonte
Estos procesos de memoria democrática, justicia transicional, comisiones de la verdad, que en España han tenido su traducción en las leyes de memoria de 2007 y 2022 (aquí enlazo un artículo propio sobre este tipo de iniciativas), siempre encuentran resistencia y no resultan sencillos en ninguna geografía, son incómodos para muchos e imprescindibles para sus respectivas sociedades.
La tramitación parlamentaria de la ley española ha generado rechazos múltiples entre muchos hoy más ocupados en defender su biografía que las ideas que la inspiraron; abundan también quienes no aprovechan ninguna oportunidad de condenar la dictadura y sus efectos, nostálgicos del franquismo, de su juventud o de otro planeta distinto al actual; la ley se ha visto además marcada por el peregrino argumento de haber sido casi redactada por el terrorismo independentista vasco a los 12 años de haber desaparecido la organización terrorista bajo un Gobierno del mismo partido socialista que ha redactado la ley.
Se da la circunstancia de que en la España de 2022 florece el antiterrorismo sin ETA, como hay más anticomunistas sin la URSS que comunistas quedan, falta de argumentos políticos y repesca de estrategias que funcionaron para algunos en el pasado.
Monumento a Lincoln en Washington.
Si Lincoln se levantara de su asiento de mármol dórico firmaría al pie el informe colombiano y la ley de memoria democrática española, y seguiría aterrado por televisión, emitido en horario de máxima audiencia, las comparecencias sobre el asalto al Capitolio y la deslegitimación de los resultados electorales por parte del Partido Republicano, indistinguible de Trump.

"Hay futuro si hay verdad", han escogido en Colombia como lema para presentar su trabajo y conclusiones; que se podría traducir en que la democracia es uno de esos asuntos que hay que trabajarse todos los días, porque nunca está el proceso finalizado, hay que mantener cierta tensión continuada, como sucede en algunos ejercicios de respiración.
En caso contrario en cualquier momento se puede uno encontrar en la cocina a un tipo disfrazado de bisonte y con los pies encima de la mesa. Al conocido como "chamán de QAnon" le han condenado a tres años y cinco meses de cárcel; hay otros 600 imputados. Esos 41 meses de cárcel también son pedagogía democrática.


Artículo publicado también en el blog 'Al revés y al derecho' de infoLibre.



sábado, 7 de mayo de 2022

Ucrania, del gris al negro

Angela Merkel habla ruso y Vladímir Putin, alemán. Las capacidades lingüísticas de ambos algo aportan sobre diversidad europea, vecindad, experiencias personales, Guerra Fría, algo añaden de complejidad ante un panorama informativo simplificado hasta el límite tras la invasión de Ucrania.

Reflexiona algún filósofo político (Innerarity) que lo más difícil de alcanzar ante un problema es la visión de conjunto, los argumentos suelen ser de parte, abundan los especialistas con gran conocimiento sobre un área muy limitada de la realidad y a menudo con posiciones enfrentadas.

Utilicemos para hacernos una idea aproximada del conflicto en Ucrania la fórmula de tratar de iluminar cuatro ingredientes que recibimos mezclados, cuatro enfoques o fogonazos que arrojen algo de luz: conflicto militar, comunicación, energía y globalización.

El objetivo es identificar tendencias que se hayan disparado por la crisis, los conflictos no suelen crear fenómenos de la nada, sino que hacen crecer asuntos ya en germen (y no todas las tendencias se desarrollan).

CONFLICTO MILITAR

Las guerras producen muertos y violaciones de mujeres, todas las guerras, las justas, las elegidas, las injustas y las injustificables, lo que algunos parecen estar descubriendo ahora. De ahí que todo esfuerzo para evitarlas resulte obligado, a pesar del creciente número de humillados por las cesiones reales o inventadas al contrincante, la nostalgia en dirigentes propios de la voluntad y firmeza que tanto se alababa de Putin en muchos ámbitos, hasta el 24 de febrero. Sorprende en cualquier caso la frivolidad con la que se trata la implicación propia en un conflicto armado.

La guerra, esta guerra, es un fracaso de la disuasión y el peor escenario posible.

Parecía extendida la idea de que los conflictos bélicos tradicionales iban a la baja -al menos entre grandes potencias, y en Europa- y los países competían en el terreno de la economía y en la difusa zona gris, espacio intermedio en el conflicto político que separa la competición acorde con las pautas convencionales de hacer política (blanco), del enfrentamiento armado directo y continuado (negro).

La realidad es que desde Cuba y Vietnam no se ha estado más cerca de un enfrentamiento entre grandes potencias que pensábamos aparcado.

En el terreno militar podríamos apuntar que al menos a partir de la Guernica arrasada en 1937 durante la Guerra Civil que recordaba el presidente ucraniano en su alocución al Parlamento español -aquella Legión Condor nazi se empleó a fondo en la zona oeste de Madrid meses antes-, las guerras del último siglo se caracterizan por la omnipresencia de bombardeos aéreos de mayor o menor precisión, principal causa de las víctimas de todo conflicto armado, en su inmensa mayoría civiles, y esta circunstancia no se está produciendo hasta la fecha en Ucrania.

Algunos analistas califican este conflicto casi como una guerra civil, dados los estrechos lazos de todo tipo entre rusos y ucranianos, culturales, familiares, históricos, a lo que habría que objetar que las guerras civiles suelen ser aún más cruentas que lo que nos llega de Ucrania; podríamos calificarlo de un conflicto entre primos hermanos, por buscar una explicación a la escasez de bombardeos aéreos masivos sobre población civil.

Otro apunte no menor es que las guerras crean identidad nacional, el nacionalismo ucraniano saldrá reforzado de este conflicto. La historiografía tiene bastante estudiado que los nacionalismos son una construcción política -nada inmutable de dos milenos de trayectoria-, la identidad nacional es construida y cambiante, y nada como una guerra con el vecino para reforzarla.

Resulta también destacable que la reacción militar de Estados Unidos, la Alianza Atlántica y la Unión Europea ha sido coordinada e indistinguible hasta el momento.

La Unión Europea se encamina a incrementar los más de 200.000 millones de euros que suman los presupuestos de Defensa de los 27, el triple que Rusia; como novedad, el mantra del objetivo de destinar el 2% del PIB a gasto militar pasará de la abstracción a concretarse en breve en qué se decide impulsar, programas y sistemas de armas específicos, algunos ya se estarán probando sobre el terreno ucraniano.

COMUNICACIÓN

Estrenamos nuevas formas de comunicación, “estrategia del megáfono”, ha sido denominada, disuasión por exceso informativo, que tampoco ha sido efectiva.

Pedro Biden, Pedro Johnson y Pedro Stoltenberg avisaron desde finales de 2021 en una veintena de ocasiones de que venía el lobo y en realidad acabaron acertando, pero se equivocaron en 19; y podemos preguntarnos si Pedro o nosotros podíamos haber hecho algo más que esperar en el proceso, por aquella razón de evitar muertos y violaciones.

Se intenta aquí apuntar que la comunicación ha desarrollado tendencias en este conflicto, quizá sacando conclusiones de lecciones estudiadas -más que aprendidas- de la estrategia rusa de desinformación en el pasado reciente o remoto. Se puede afirmar con poco margen de error que en toda esta crisis Rusia ha ido a remolque desde el punto de vista comunicativo, y ha perdido claramente la batalla de la opinión pública en territorio EEUU-OTAN-UE, no así en territorio ruso; en este sentido, convencer a los propios, como ha sucedido en cada bando, es un logro no fácil, aunque deja trabajo pendiente en el área del contrario y en zona neutra donde podríamos situar a medio planeta.

Noticia real: un bloguero ucraniano ha sido recientemente detenido en Tarragona y puesto a disposición de la Audiencia Nacional por una orden internacional emitida por el Gobierno de Ucrania por sus posiciones prorrusas. Ésta es otra importante novedad en el ámbito de la comunicación como consecuencia de la invasión de Ucrania: la restricción de las libertades de prensa y opinión se ha acentuado en la propia Rusia, con larga tradición de perseguir periodistas, empresas periodísticas y nueva legislación que amenaza con cárcel a quien no publique la versión oficial; restricción novedosa de la libertad de prensa en Europa y España, con la decisión de prohibir medios de comunicación como Russia Today o Sputnik sin autorización previa de juez alguno. Recordemos aquí entrevistas hasta del demonio Saddam Huseín en televisiones españolas en alguna de las tres guerras del Golfo.

Un último apunte sobre comunicación puede ser la aparición de periodistas/tertulianos/analistas en  el papel de activistas, mayoritariamente con un rechazo acrítico contra Putin, que no sorprende por el posicionamiento, sino porque no parece la función de un periodista o un analista apoyar acríticamente nada.

Seguiremos la invasión de Ucrania, con decenas de periodistas desplazados, sin imágenes de combates, sin partes de bajas, sin líneas de frente, sin objetivos claros, sin información fiable, sin contexto y sin opiniones del bando agresor.

ENERGÍA

Muchos focos se dirigen a la dependencia energética de gran parte de centroeuropa del suministro ruso, y se vuelve a simplificar con expresiones del tipo "Alemania financia la guerra de Putin".

El mismo argumento podría haber sido utilizado durante la existencia de la URSS, cuando nunca dejó de fluir el gas, "Alemania financia el comunismo soviético", cosa que jamás se dijo porque resulta una reducción engañosa; del mismo estilo sería afirmar que Francisco Franco financió la revolución socialista argelina por la compra de gas (el primer metanero llegó en 1974) y la Yamahiría Árabe Libia Popular Socialista de Muammar el Gaddafí (acuerdo en 1969); que quien compre petróleo saudí financia sus penas de muerte, quien importe algo de EEUU las ejecuciones capitales desde la silla eléctrica o la invasión del Capitolio.

Se nos llena hoy la boca de soberanía energética sin reconocer el avance de las renovables en España de las últimas dos décadas, impulso político claramente identificable y criticado o directamente torpedeado con impuestos al sol.

Un tercio de la energía eléctrica producida en España en 2021 procedió de parques eólicos o solares, que sumado a la hidráulica alcanza el 46% de la electricidad generada el último año. Esto es autonomía estratégica, soberanía energética y ha tenido quienes lo han impulsado en los últimos años y quienes no.

Ni Alemania financia la guerra de Putin, ni Europa, ni la solución va a llegar por importar carbón sudafricano o uranio nigerino. La realidad es que la invasión de Ucrania ha acelerado la necesidad de desarrollar energías verdes, tendencia ya presente en las prioridades políticas de la UE antes de esta crisis, junto con la transformación digital.

España afronta esta crisis europea en unas circunstancias mucho más favorables que otros socios del club europeo, con un suministro energético diversificado, nula dependencia de origen ruso, capacidad de distribución de gas y creciente generación de origen renovable.

GLOBALIZACIÓN

El orden internacional se ha desordenado, aunque ya dada síntomas previos de fatiga de materiales, el sistema internacional, político y de seguridad, diseñado en la Guerra Fría tras la 2GM, renqueante desde la caída del muro, ya no daba más de sí, con la ausencia de China como país ya emergido.

La invasión de Ucrania ha alterado el orden mundial económico, energético, militar, la producción y distribución de mercancías, el sistema financiero internacional.

La crisis de Ucrania ha provocado el bloqueo quizá ya definitivo del Consejo de Seguridad de la ONU, algo previsible porque ocurre siempre que el conflicto afecte a uno de sus miembros permanentes con derecho de veto, lo que ha llevado a recurrir a la Asamblea General con resoluciones no vinculantes que en esta ocasión tienen relevancia máxima, no así en otros casos y geografías.

Y hemos descubierto que la globalización es un sistema menos globalizado de lo que creíamos, al menos con una dirección no globalizada. La expulsión de Rusia, que no de Putin, de organismos internacionales, del sistema bancario, de Eurovisión, de la Organización Mundial del Turismo, de foros culturales o competiciones deportivas, revela que el mundo globalizado tiene un control no globalizado.

La consecuencia no es menos globalización, sino distinta y esperemos mejor regulada. El grado de apertura de la economía española -peso del comercio exterior sobre el PIB- seguirá rondando el 60% del movimiento económico del país.

CIERRE

Parece claro el error estratégico de Putin con la invasión de Ucrania por sus consecuencias: aislamiento internacional (en su parte europea y norteamericana); la resurrección de la OTAN (en muerte cerebral antes de ayer, según Macron), Finlandia y Suecia llaman a su puerta, lo que llevará la Alianza hasta la frontera norte; la UE ha despertado desde el punto de vista estratégico; sanciones, muertos.

Putin con Ucrania ha pasado la confrontación del gris al negro, del enfrentamiento no abierto al intercambio de obuses.

Se puede identificar el error estratégico como propio de una autocracia, categoría de régimen político en el que una sola persona gobierna sin someterse a ningún tipo de limitación y con la facultad de promulgar y modificar leyes a su voluntad; estos regímenes no son capaces de procesar bien la información, principio aplicable a norte y sur de esta península.

Recurriendo al sistema de estandarización de colores de Pantone, el stanag cromático, Putin ha situado las relaciones internacionales en el negro, que se identifica con seis ceros; de ahí cuesta imaginar ganancias estratégicas para Rusia o para sí mismo.

La gama de grises entre el blanco y el negro, que es donde reside el análisis, no parece hoy interesar en exceso, y va a hacer mucha falta en la posguerra.


Artículo publicado también en infoLibre, Blog 'Al revés y al derecho'.



martes, 16 de enero de 2018

Comisiones de la verdad, versión española

Artículo de opinión publicado también en infoLibre / Blog Al revés y al derecho.
Retirada de la estatua ecuestre de Franco que presidió hasta 2006
la entrada de la Academia General Militar de Zaragoza (EFE).
En el paso de un régimen autoritario a una democracia, de una situación de violencia y represión a un Estado de derecho, que resulta tremendamente complicado en cualquier geografía, algunos países deciden mirarse en el espejo como paso necesario para recuperar su dignidad.
Ésta es una fase que España ha vivido y se ha dado en llamar Transición (1975-1982, plazo más prolongado en muchos ámbitos, como el militar), con mayúscula inicial crecida en proporción directa a la idealización que siempre genera el paso de los años y el recuerdo de los logros de la primera madurez de sus protagonistas.
Lo difícil de ese primer recorrido -periodos de cambio político, como el fin de un régimen autoritario o la resolución de un conflicto armado- otorga un especial valor a las iniciativas de reconocimiento a las víctimas y análisis de la represión, que incluyen comisiones de la verdad como un elemento de lo que se ha dado en llamar justicia transicional -extraño nombre, probable traducción directa del inglés, en español son escasos los adjetivos acabados en ele, como peatonal y precisamente español-.
Estas comisiones de la verdad han surgido en un número mucho mayor de lo comúnmente conocido -alrededor de 40 registradas desde los años setenta-, que contrastan con la escasa presencia que merecen en medios de comunicación, siempre más generosos con la violencia que con su desactivación, desde Argentina en los primeros ochenta, la Sudáfrica de los primeros noventa, y tres casos que revisten un interés especial por su cercanía temporal, geográfica y/o sentimental para un observador español: Marruecos con el cambio de siglo y en la actualidad Túnez y Colombia.
"Las comisiones de la verdad son organismos oficiales, no judiciales y de vigencia limitada que se constituyen para esclarecer hechos, causas y consecuencias relativos a pasadas violaciones de los derechos humanos. Al brindar especial atención al testimonio de las víctimas, las comisiones aseguran su reconocimiento; con frecuencia después de largos periodos de recibir estigmatización y ser escuchadas con escepticismo", define el Centro Internacional para la Justicia Transicional -ITCJ-, organización internacional especializada en la justicia en periodos de transición.
En síntesis, este tipo de comisiones tienen iniciativa pública, no sustituyen a la justicia penal, ponen el foco en las víctimas y en las violaciones de los derechos humanos, y suelen recopilar un gran volumen de datos, con miles de víctimas, y a menudo durante un periodo de tiempo muy amplio que puede contemplar décadas. Entre sus objetivos figuran afrontar la impunidad y obtener una imagen más o menos clara de sucesos violentos que permanecen en disputa o son negados, proteger y reconocer a las víctimas y supervivientes, proponer políticas y promover cambios también sociales.
Tras el acuerdo de paz firmado por el Gobierno y las FARC en noviembre de 2016, y recogido entre sus compromisos, la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la no Repetición fue creada en Colombia por un decreto presidencial en abril de 2017, un mecanismo entre otros -como la búsqueda de desaparecidos-, contempla un periodo de seis meses para entrar en funcionamiento y tres años de mandato que culminarán con la elaboración de un informe final.
"Satisfacer de manera oportuna los derechos de las víctimas", insiste el decreto de creación, además de "garantizar el derecho a la verdad como un pilar fundamental para la consolidación de la paz".
Entre los objetivos se mencionan "contribuir al esclarecimiento de lo ocurrido", "el reconocimiento de las víctimas como ciudadanos que vieron sus derechos vulnerados y como sujetos políticos de importancia para la transformación del país" y "promover la convivencia en los territorios y la creación de un ambiente transformador que permita la resolución pacífica de los conflictos y la construcción de la más amplia cultura de respeto y tolerancia en democracia".
"La CEV deberá aportar a la construcción de una paz basada en la verdad, el conocimiento y reconocimiento de un pasado cruento que debe ser asumido para ser superado".
En noviembre de 2017 el Comité de Escogencia ha seleccionado a los 11 integrantes de la Comisión, que incluye religiosos -la preside un sacerdote jesuita-, periodistas, sociólogos y militares entre sus perfiles.
Estas comisiones dan voz y protagonismo a las víctimas de la represión y audiencia que en algunos casos se produce en la televisión pública en horario de máximo impacto, como está ocurriendo actualmente en Túnez.
El Gobierno tunecino creó la llamada Instancia de la Verdad y la Dignidad (IVD), en diciembre de 2014, con las funciones de identificar y juzgar a los responsables de los abusos cometidos durante los régimenes de Habib Burguiba (1957-1987) y Zine el Abidine ben Alí (1987-2011).
La comisión cuenta con activistas pro derechos humanos, opositores a Ben Alí, jueces, abogados, y representantes de colectivos de víctimas de la represión.
También se trata de un mecanismo entre otros, como la Comisión Nacional de Investigación sobre los Temas de Malversación y de Corrupción; y la Comisión Nacional de Investigación sobre las Violaciones y los Excesos cometidos hacia el final de la dictadura.
Creada en 2013, la Instancia tunecina ha recopilado más de 62.000 denuncias presentados por víctimas de todo tipo de abusos, y realizado más de 48.000 audiencias.
Cartel de la película de Álex de la Iglesia "Balada triste
de trompeta" (2010), comedia negra que se desarrolla
en parte en el mausoleo del Valle de los Caídos.
Unos años anterior a las dos mencionadas es la comisión de la verdad creada en Marruecos en los primeros años de reinado de Mohamed VI para investigar nada menos que los denominados "años de plomo" del reinado de su padre Hasán II, llamada Instancia Equidad y Reconciliación. Fue instaurada en enero de 2004 y entregó un informe final al rey en diciembre de 2005 con el balance de unos trabajos desarrollados con el objetivo de arrojar luz sobre las graves violaciones de los derechos humanos entre 1956 y 1999, determinar las responsabilidades institucionales, indemnizar y rehabilitar a las víctimas y proponer reformas.
Como resultados más directos, la comisión marroquí consiguió determinar las circunstancias de la muerte de alrededor de 800 víctimas (desaparecidos forzosos), se abrieron 17.000 investigaciones individuales y se indemnizó a más de 10.000 víctimas.
Una peculiaridad de la comisión marroquí fue que contempló la reparación comunitaria, la represión de ciertas regiones y comunidades (por ejemplo el Rif y grupos de víctimas como las mujeres), para lo que recomendó programas de desarrollo socioeconómico y cultural.
Las organizaciones de derechos humanos de Marruecos se preocupan desde entonces en seguir el cumplimiento de aquel informe final de una comisión que cuenta con una web algo congelada en cuatro idiomas, entre ellos el español.
Tres casos diferentes los de Colombia, Túnez y Marruecos: el final de una guerra civil, la caída de un dictador, la reinvención de una monarquía autoritaria.
"Una comisión de la verdad puede verse como la ruptura con un pasado violento, una restauración de los cimientos morales de la sociedad que merece el nivel más alto de reconocimiento y apoyo", nos dice el ITCJ.
La reconciliación no es una consecuencia directa de este tipo de comisiones de la verdad, aunque ayudan a crear un nuevo clima político y a recuperar la dignidad de las víctimas y de la sociedad en su conjunto.
En España no se celebró en el paso de la dictadura a la democracia iniciativa comparable a las tres comisiones de la verdad reseñadas.
La equidistancia, hoy convertida en un insulto en el marco de la crisis independentista en Cataluña, fue una marca de fábrica de la transición política española, en lo referido al franquismo y sus delitos, o al abandono de sus víctimas aún mal enterradas por millares en cunetas y barrancos.
Lo más parecido vivido en España a una comisión de la verdad, por su contenido y objetivos, es la llamada ley de la memoria histórica que acaba de cumplir diez años desde su entrada en vigor tras la publicación en el BOE de 27 de diciembre de 2007, con el largo nombre de Ley 52/2007 por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución y violencia durante la guerra civil y la dictadura; la ley recibió el apoyo de todos los grupos (PSOE, IU-ICV, CiU y PNV) salvo PP y ERC; los partidos ya emergidos entonces no existían.
Además de contribuir a generar un debate público, son indudables los logros de una ley en cuyo articulado se incluye el fomento de la memoria democrática, proclama el carácter injusto de todas las condenas, sanciones y expresiones de violencia por motivos políticos o ideológicos durante la guerra civil y la dictadura posterior; se declara la ilegitimidad de sus tribunales, sanciones y condenas; se establece el reconocimiento de diversas mejoras de derechos económicos de las víctimas (orfandad, años de cárcel); se concede la nacionalidad española a descendientes de exiliados y los miembros de las Brigadas Internacionales; la creación del Centro Documental de la Memoria Histórica y Archivo General de la Guerra Civil Española de Salamanca, el derecho de acceso a los fondos de los archivos públicos y privados...
Capítulo especial y polémico mereció la retirada de más de medio millar de símbolos y monumentos conmemorativos de la guerra civil o de la dictadura (más de 400 de instalaciones militares o dependientes del Ministerio de Defensa).
Entre las críticas hay que mencionar la moderación de la ley en cuestión de fosas comunes (anima  a las administraciones públicas a que faciliten a los interesados su localización, y se hizo un mapa) y una serie de recomendaciones en relación con el mausoleo del Valle de los Caídos sin resultado una década después.
Monumento con las huellas del dictador Franco
retirado en 2010 del Monte Hacho en Ceuta.
Todas estas iniciativas fueron recogidas en una página web, de la que han desaparecido los enlaces desde los organismos públicos aunque sigue viva en el ciberespacio, también congelada, porque el actual gobierno del Partido Popular se ha dedicado a congelar su aplicación y hasta el presidente Rajoy ha llegado a presumir de no destinar un euro a su cumplimiento, caso sólo similar a la Ley de Dependencia y nunca equiparable a la pedagogía pública necesaria con la Ley General Tributaria, por poner un ejemplo.
La Ley de la Memoria Histórica aprobada en 2007 por iniciativa del Gobierno socialista del presidente José Luis Rodríguez Zapatero fue un ejercicio positivo con un exceso de prudencia que como ocurre a menudo no es reconocido ni por los propios porque se queda corta ni por los extraños a quienes cualquier paso les parece excesivo. Lo peculiar de este asunto es la distinción entre propios y extraños en la defensa de la democracia.
Los últimos coletazos parlamentarios sobre esta Ley han sido la aprobación en el Congreso, con ánimo reformista, de una proposición no de ley promovida en septiembre por el Grupo Socialista y de una proposición de ley el pasado noviembre impulsada por el PDCat.
Se habla últimamente con frecuencia de brechas generacionales, que haberlas haylas, aunque en este y otros casos (violencia machista) se puede interpretar también que las sociedades evolucionan y hacen inadmisible lo que se aceptaba hasta ese momento.
En el 40 aniversario de la Constitución española de 1978 aún existen iniciativas que pretenden impulsar una comisión de la verdad en España sobre los crímenes del franquismo (aquí, enlace la Plataforma que agrupa a muchas de ellas, y aquí un post publicado al respecto). Independientemente de su recorrido, sería positivo en cualquier caso en el corto plazo la aplicación completa de la Ley de memoria histórica, reformada o no; y podría ser aconsejable que el Gobierno español se implicara con su apoyo material y político en procesos de transición como los mencionados, aprovechando el reciente asiento conseguido en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU para el periodo 2018-2020.
En su mensaje navideño el rey Felipe VI animaba a recuperar el protagonismo internacional de España, de donde se deduce que lo tuvo y se ha perdido.
Como ocurre cuando se estudia una lengua extranjera, que te ayuda a conocer mejor la propia, la implicación española en procesos de carpetazo a la violencia en Colombia, Túnez, Marruecos u otros lugares apoyaría a los ciudadanos de esos países y al tiempo aumentaría la sensibilización de nuestros responsables políticos hacia las víctimas nacionales de un pasado que se resiste a abandonarnos.

Sugerencias

Marruecos
Túnez
Colombia
España
Comisiones de la verdad

martes, 27 de junio de 2017

Refugiados al raso legal

Columna de opinión publicada también en Estrella Digital.
Refugiados españoles cruzando la frontera con Francia
en la Guerra Civil (BuzzFedd / Getty Images).
Cuando caen bombas se recomienda buscar refugio subterráneo, para lo que históricamente ha sido muy útil el Metro y sótanos de todo tipo; y entre bombardeos, si tu vida peligra, conviene desplazarse de ubicación.
Se ha celebrado el 20 de junio el Día Mundial del Refugiado, buena idea esto de dedicar una jornada a una causa, con la única pega que se sobrecarga ese día de contenidos, hasta el año siguiente.
Aquí ya fuera de fecha un acercamiento a los refugiados, fenómeno frecuente en la historia de la Humanidad.
Dejo aparte métodos efectistas de llamar la atención porque no está demostrada su utilidad en materia de comunicación (ahogados, moscas y niños desnutridos, el refugiado medio se parece más a nosotros que la imagen tópica del Domund). Los cálculos por minuto o por segundo impresionan pero ni informan ni se retienen.
En cualquier caso, tanto el interés como la memoria son limitados, por lo que propongo una reducción del tema a algunos elementos fundamentales, en algunos casos reducción al absurdo.
Inmigrantes / Desplazados / Refugiados
La inmigración se mueve tradicionalmente por motivos económicos, que la crisis ha rebajado y que la recuperación económica es previsible que reactive.
Otra cosa distinta, aunque aparezca mezclada con mejor o peor voluntad, son los desplazados forzados por cuestiones políticas y conflictos, que solemos denominar refugiados, aunque no lo estén.
ACNUR, agencia de Naciones Unidas, calcula en 65 millones los desplazados en todo el mundo -el doble que en 1997-, la mayor parte internos, dentro de su país (40 millones). Por economía de esfuerzos retengamos los que han cruzado fronteras: 17 millones, a éstos se refiere el resto de la columna, más otros 5,3 millones de refugiados palestinos en países cercanos, pero éste es otro problema enquistado desde hace medio siglo, al menos.
La mitad de los refugiados son menores de edad, es decir, se huye de la violencia para que tus hijos tengan un futuro.
La mitad de los refugiados viven en alojamientos individuales, no en los grandes campos de acogida que tanto atraen a los medios fotográficos, las catástrofes humanitarias son muy fotogénicas.
De dónde vienen y adónde van
Barco con refugiados españoles llegando a Southampton
en la Guerra Civil (BuzzFedd / Getty Images).
La mayor crisis de refugiados por número la provoca Siria, 5,5 millones de nacionales huidos sobre todo a Turquía, Líbano y Jordania.
La cercanía es proporcional al interés. Hay otras grandes crisis de refugiados que nos quedan más lejos.
Afganistán sigue siendo un problema de seguridad y de desplazamiento de nacionales (2,5 millones) sobre todo hacia Pakistán e Irán, lo que demuestra el fracaso de lo que allí se ha intentado desde comienzos de siglo, incluida la operación ISAF de la OTAN en la que España participó con presencia militar y en menor medida civil.
Sudán del Sur es el tercer gran foco de emisión de refugiados (1,4 millones), que se desplazan hacia Uganda y Etiopía.
Por su parte Somalia emite refugiados hacia Kenia, aunque bien es cierto que el problema de la piratería ha desaparecido, a pesar de que continúa una variada presencia militar en las aguas del cuerno de África, con objetivos por tanto diferentes a la suerte de los somalíes y de los piratas.
Conclusión: los países más afectados por la llegada de refugiados son sus vecinos, por lo que conviene que le vaya bien a los estados con los que compartimos frontera (incluida marítima).
España
Nuestro país no tiene tradición de asilo... ni voluntad política, los extranjeros acogidos con bastante éxito en los últimos años han sido inmigrantes económicos.
Resulta que la Unión Europea se comprometió en 2015 a reubicar refugiados y nos tocaron 15.000, de los que apenas ha llegado el 10%.
Según cifras de ACNUR en España hay 12.000 refugiados reconocidos y 20.000 solicitantes de asilo (casos pendientes).
Hay que reconocer su esfuerzo a un par de socios europeos. 181.000 personas llegaron en 2016 a Italia a través del Mediterráneo, mientras que la presión en Grecia ha bajado tras el acuerdo de la UE con Turquía, que retiene a los desplazados en ese país y les impide de hecho solicitar asilo en la UE. Alemania ha recibido sólo en 2016 más de 700.000 solicitudes de asilo, Italia más de 100.000.
Refugiados españoles en Francia (BuzzFedd / Getty Images).
Seguridad
La falta de seguridad en origen es la que provoca el desplazamiento de personas, mientras que en tránsito y destino es un problema principalmente humanitario.
La visión euro-española es la contraria, un problema de seguridad en nuestro suelo y humanitario en origen.
La principal respuesta al asunto es con inadecuados medios militares: la Unión Europea tiene en marcha una operación militar en el Mediterráneo -que España comandará en breve- con grandes buques de guerra que persiguen teóricamente las grandes mafias que se aprovechan del contrabando de personas, sin resultados en este aspecto conocidos, la realidad es que se dedican a rescatar náufragos a la deriva.
Los medios militares son muy caros. En Afganistán la proporción entre gasto en despliegue militar y ayuda civil fue de diez a uno.
En Oriente Próximo y Medio, las intervenciones militares occidentales y orientales, con alguna contribución local, han provocado en los últimos tres lustros la desestabilización de países, la proliferación del terrorismo internacional y las grandes crisis humanitarias que vivimos.
Refugiantes
El refugio es un objetivo que no han encontrado millones de personas desplazadas, por lo que habría que hablar de refugiantes, más que de refugiados. La mayor parte de los desplazados no ha podido siquiera presentar los papeles para solicitar asilo.
Conceder refugio no es un acto de buenismo, es una obligación legal. Queda recogido como derecho humano fundamental en el artículo 14 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y desarrollado en la Convención de Ginebra de 1951 y su Protocolo de Nueva York de 1967. El Estado español lo reconoce en su Constitución y lo regula a través de su Ley de Asilo, y está incluido en la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea de 2007.
Refugiados españoles en Francia
(BuzzFedd / Getty Images).
No todo es negativo: buena parte de los refugiados y desplazados tienden a volver a su casa cuando se tranquiliza (medio millón en 2016); la situación en Colombia, gran escenario de desplazados internos, solo puede ir a mejor con el proceso de paz en marcha; y Europa tendrá que reaccionar con más contundencia ante la presión pública creciente y en línea con el mayor compromiso internacional que pretende y escribe en sus documentos.


Sugerencias