- Este 2013 es el peor año desde 2008
- La APM pone cifras y datos a la precariedad laboral del periodismo en España
- Destaca el cierre o reducción drástica de plantillas de televisiones autonómicas en Valencia, Madrid y Murcia
- El paro fuerza a los profesionales a emprender proyectos periodísticos por su cuenta y como autónomos
- La creación de proyectos en la web no es capaz de absorber el personal expulsado de los medios tradicionales
- 284 medios han cerrado desde 2008, de ellos 73 sólo en 2013
Artículo publicado originalmente en Estrella Digital.
El año 2013 está siendo el peor para el periodismo en España
desde el comienzo de la crisis, con 4.434 empleos perdidos que suponen el 40%
de todos los puestos de trabajo destruidos en medios de comunicación desde
2008, un total de 11.151. La causa hay que buscarla en la suma de dos
crisis: la económica general del país más la crisis particular de la profesión
en la que el modelo tradicional de negocio ha saltado por los aires, sin
alternativa a la vista, con drásticas caídas de ingresos por publicidad y en
rentabilidad de sus empresas, la irrupción de canales digitales y los cambios
de comportamiento de las audiencias.
La Asociación de la Prensa de Madrid –APM- ha presentado en
la mañana del jueves su Informe Anual de la Profesión Periodística 2013,
estudio que combina una encuesta a 1.700 profesional de toda España con otros
datos estadísticos del Centro de Investigaciones Sociológicas –CIS- y
resultados de balances empresariales, que ofrece las cifras y datos que
ilustran la precariedad laboral del periodismo en España. “Cómo y dónde está el
periodismo en España”, en palabras de la presidenta de la APM, Carmen del
Riego.
La mitad de los encuestados por la APM coloca el paro y
la precariedad laboral como el principal problema de los periodistas españoles,
seguido de lejos por la falta de independencia política o económica de los
medios y, en tercer lugar, la mala retribución del trabajo periodístico.
El 67% de los periodistas encuestados por la APM en toda
España declara que, en los últimos cuatro años, en su empresa se ha efectuado
algún expediente de regulación de empleo –ERE- con extinción de contratos u
otro recorte de personal; y hasta el 76% declara que en su empresa se ha
producido una reducción de salarios.
Sobre los ERE destacan los puestos en marcha por los
principales grupos de comunicación, como Prisa (editor de El País),
Unidad Editorial (editora de El Mundo), Intereconomía (La Gaceta), Vocento
(ABC), todos ellos en 2013, y el Grupo Zeta (El Periódico y
revistas como Interviú) en años anteriores. Tanto la presidenta de la
APM como el director del Informe, Luís Palacios, destacaron en la presentación
que los grandes grupos de comunicación en España han utilizado masivamente para
responder a la recesión la reducción de plantilla, pero no han tenido una
reacción creativa frente a la crisis y el nuevo entorno digital como ha
ocurrido con otros grupos fuera de España.
Una de las salidas que ha encontrado parte de la profesión
ha sido montarse el negocio por su cuenta. El porcentaje de autónomos,
tanto en periodistas como en profesionales de la comunicación, ha alcanzado en
2013 el 15% del total, dos puntos más que el año anterior, confirmando así la
tendencia de que en el sector de la comunicación el empleo autónomo crece. Es
significativo además que el 64,3% de estos autónomos dice haber adquirido dicha
condición forzado por las circunstancias.
Por tipo de medio, destaca durante este 2013 las reducciones
drásticas de empleo o totales en medios públicos de comunicación de difusión
regional, como el reciente cierre de la Radio Televisión Valenciana (Canal
Nou), primer caso de clausura de una televisión autonómica, con 1.680
empleados a la calle; el ERE en el ente público RTV Madrid (Telemadrid,
830 bajas), ambos en 2013; y en 7 Región de Murcia, 230 despidos en años
anteriores.
Por su parte, los datos confirman la práctica desaparición
de la prensa gratuita que surgió con fuerza en la etapa expansiva de la
economía a comienzos del milenio y hoy tiene como único representante al diario
20 Minutos.
Sede de la APM (Foto: Carlos PND). |
Los resultados que presenta la industria española de medios
de comunicación son pésimos: la inversión publicitaria se ha reducido a la
mitad desde 2008; la publicidad institucional ha caído un 82%; los ingresos
del todo el sector se han reducido en un 31%; la difusión de los diarios de
pago ha bajado un 25% en cinco años. Frente a este panorama, el mundo digital
se comporta mejor pero sin capacidad para compensar el arrastre negativo
generalizado.
La distribución geográfica de cierres y despidos es bastante
homogénea y generalizada. Por acercarse a una zona se puede mencionar el cierre
en Castilla-La Mancha de algunas de sus cabeceras tradicionales de prensa
escrita, como El Día de Castilla-Las Mancha, La Verdad de Albacete
(grupo Vocento); más recortes de plantillas en La Tribuna de Albacete;
en años anteriores han cerrado también las ediciones provinciales de El Día
y otros periódicos como Guadalajara 2000 y Noticias de Guadalajara,
provincia ésta –junto con Cuenca- que se ha quedado con la crisis sin prensa
local escrita de publicación diaria.
Nuevo escenario digital
Dos tercios de los encuestados cree que Internet va a
fortalecer la profesión periodística, porcentaje creciente frente a años
anteriores y que alcanza el 75% entre los menos de 30 años.
La escasez de oportunidades profesionales y las nuevas
herramientas tecnológicas, que hacen posible publicaciones a un coste muy
inferior a los medios tradicionales, han promovido la aparición de nuevos
proyectos, fundamentalmente en Internet. “Periodistas metidos a editores”,
resume la presidenta de la APM, para quien éste no es el mejor escenario
posible al mezclarse dos actividades diferentes que además no favorece la
credibilidad e independencia que a menudo se censura por escasa en la
profesión.
La APM ha realizado un análisis particularizado sobre 297
nuevos proyectos empresariales puestos en marcha por periodistas desde 2008,
que son muestra de vitalidad de la profesión, con enfoques a menudo novedosos
–se destaca un amplio descontento sobre los planteamientos editoriales de los
actuales medios-, y también con carencias señaladas por Palacios como la
“confianza desmedida” de estos proyectos en la publicidad como fuente de
financiación casi única o la carencia de personal y preparación comercial en
los proyectos.
Una prueba de la situación actual de transición hacia no se
sabe dónde es que aún hoy la mayor parte de la audiencia y el negocio
periodístico se encuentra en medios tradicionales. Los lectores de la prensa
escrita aún superan a los digitales.
En cuanto al lugar donde desarrolla su labor el gremio
periodístico, el 56% de los encuestados empleados por cuenta ajena trabajan en
medios de comunicación (59% en 2012), mientras que el 44% trabaja en
gabinetes de comunicación, agencias, empresas o instituciones (41% en 2012)
Tanto en esta edición como en la de 2012, en la presentación
del Informe la sede de la Asociación de la Prensa de Madrid se abarrota de
público entre periodistas que cubren la información, periodistas en paro y
docentes e investigadores, tres grupos que acuden con el objetivo común de
encontrar luz sobre el futuro del sector y el suyo propio. Una de las escasas
tendencias positivas que se han podido llevar en esta ocasión es que 2013 está
siendo tan desastroso que la situación del sector es difícil que sea tan mala
en 2014.
Muy interesante (y triste), Carlos. Lo acabo de enlazar en mi Facebook.
ResponderEliminarUn abrazo.
La tendencia es importante. La situación es tan mala que no puede ir a peor, por tanto el futuro es más luminoso que el presente. Un abrazo.
ResponderEliminarEs evidente que en estos momentos la situación de numerosos medios de comunicación y de muchos PERIODISTAS es harto complicada. Pero, en mi opinión, si la actual crisis económica no fuera suficiente, esta profesión tiene que convivir, además, con algo que desde siempre sólo ha servido para complicar aún más las oportunidades laborales de este colectivo, y es el tremendo intrusismo que soporta, y que sería imposible en otros trabajos. ¿Quién tiene la culpa?¿Sirve para algo el título de periodista?
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