lunes, 14 de febrero de 2022

Preguntas sobre Defensa

Artículo publicado también en Blog IDAPS.

La seguridad, la defensa, los asuntos militares revisten tanta importancia que muy a menudo las decisiones y actuaciones pierden el contacto con el ciudadano defendido -a veces incluso con el país protegido-, se desconoce qué opina y cuáles son sus inquietudes, como mucho se critica a ciudadanos y sociedad por su desconocimiento de los asuntos geoestratégicos, se echa en falta una sociedad con el sentimiento patriótico de la República Popular Socialista de Albania de Enver Hoxha (1946-1992), la querencia hacia el himno nacional de los franceses con la Marsellesa (ligada al antifascismo y al cine, todo sea dicho); no logra comprender mucho especialista cómo es posible que los españoles no planten mástil y bandera en el jardín como hacen nuestros aliados norteamericanos, o en la maceta del balcón de su piso; no se entiende que el ciudadano no respalde acríticamente, sin debate público ni información, el multimillonario presupuesto destinado a seguridad interior y exterior.

Afortunadamente traemos aquí una excepción. La Fundación Alternativas ha presentado este mes de enero el estudio ‘¿Qué amenazas enfrenta la seguridad de España y quién la protege? Cultura de la defensa en España’, en el marco de una colaboración estable con el Ministerio de Defensa y realizada por la empresa 40db que dirige la socióloga Belén Barreiro, quien fue presidenta del Centro de Investigaciones Sociológicas allá al comienzo de siglo, por su segundo lustro. Esta encuesta se realizó entre diciembre de 2021 y enero de 2022, entrevistas asistidas por ordenador a 800 ciudadanos.

La encuesta es novedosa por existir y por su contenido.

Uno de los asuntos que los encuestadores destacan de la investigación es que seis de cada diez españoles se consideran poco o nada informados sobre asuntos de defensa y de seguridad nacional. Este grupo poblacional representa el 61,4% de la ciudadanía, mientras que el 36,7% opina estar bastante (31,2%) o muy (5,5%) informado en este apartado. Las mismas cifras se pueden interpretar en sentido contrario, que más de un tercio de los españoles se considera informado y por tanto interesado sobre asuntos de defensa (la información a uno le llega, y también se busca si le interesa), porcentaje similar al de población que en otros estudios aparece como interesada e informada sobre asuntos internacionales y política exterior, lo que supone una parte de la ciudadanía bastante considerable.

En cuanto al contenido, cabe interpretar -entre otros muchos- tres aspectos de la percepción ciudadana y la cultura de defensa en España: europeísmo, transversalidad de las amenazas y diversidad de enfoques.

Europeísmo

En lo que se refiere a las instituciones, una cuarta parte de los ciudadanos (24,9%) opina que la UE es el organismo con más capacidad de protección frente a las amenazas, con un 39% ente los jóvenes de 18 a 24 años y un 34,7% entre los de 25 a 34 años; mientras que la OTAN obtiene un 17,8% de las respuestas y los recursos exclusivamente nacionales alcanzan un 12,6%.

Existe un amplio apoyo a la creación de una brigada común europea (First Entry Force): dos tercios están a favor. En la misma línea, una mayoría amplia (68,1%) se muestra a favor de la idea de una mayor autonomía estratégica de la UE con respecto a EEUU. Asimismo, un 74,4% está de acuerdo con que España abogue por una Europa de la defensa.

Transversalidad

Los riesgos y amenazas saltan las fronteras de los organismos clásicos destinados a estos menesteres e incluso en ámbitos tradicionales ya no pueden actuar en solitario.

Entre las principales amenazas para la seguridad de España, la propagación de enfermedades infecciosas ocupa el primer lugar, con un 44,4%, seguida del terrorismo internacional (42%); el cambio climático y los desastres naturales (40,8); los ciberataques a sistemas (32,8%); los flujos migratorios (31%); y la desinformación y la polarización política a nivel nacional. El poder y la influencia de Rusia y Estados Unidos no son percibidos por los españoles como una amenaza, ya que menos del 6% así lo considera.

En lo que respecta a los actores internacionales, más de la mitad de los encuestados (53,5%) cree que el ISIS y los grupos yihadistas del Sahel representan un riesgo alto para España. Sobre una hipotética amenaza de China, el 20,2% ve un riesgo alto; el 33,9% medio; el 33,3% bajo. Acerca de los países del norte de África, el 40,6% de los encuestados cree que el riesgo de sufrir un ataque procedente de esa zona es medio; el 25,5% bajo y el 21,4% alto. Si la ofensiva llegara desde Rusia, el 37,4% ve un riesgo medio, mientras que un 19,7% opina que es alto y un 29,1% bajo. Por su parte, un supuesto ataque de Estados Unidos a España se valora en la encuesta con 55,3% de riesgo bajo, 22,8% medio, y tan sólo el 9,5% ve un riesgo alto.

Diversidad

Destaca en la encuesta la diferente opinión del ciudadano que se sitúa a izquierda o derecha, con lo que se percibe claramente que como cualquier otra política pública, existe variedad de visiones y opiniones sobre seguridad y defensa, diversidad en el enfoque por supuesto ideológica, también generacional e incluso entre mujeres y hombres. 

Sobre amenazas, los desastres naturales preocupan a una amplia mayoría de votantes de UP (el triple que a los simpatizantes de la derecha extrema). Por su parte, los votantes de VOX se muestran muy sensibilizados hacia la hipotética amenaza que proceda de los flujos migratorios o de países del norte de África y la zona al sur del Sáhara.

Que se reclame como política de Estado un área de la actuación del Gobierno, sea la Exterior, Defensa u otra, puede tener dos explicaciones: que estemos haciendo frente a una emergencia nacional y se requiera unidad de acción (conflicto armado con un vecino; o imaginemos una situación disparatada como una pandemia que llegara hasta a la reclusión de los españoles en sus casas), en cuyo caso podría estar justificada; o la segunda opción, que se exija unanimidad para aislar al discrepante. 

La realidad es diversa incluso sobre asuntos de defensa y seguridad, y existen diversos enfoques y matices, más allá de la defensa del atlantismo o la reclamación de mayor presupuesto sin mayor explicación de estrategia y medios necesarios.

CIS aparcado

En relación con su existencia, esta encuesta de Alternativas-40db se trata del mejor acercamiento (conocido) entre opinión pública y demoscopia y seguridad desde que el Centro de Investigaciones Sociológicas preguntaba a los españoles sobre Defensa y Fuerzas Armadas, costumbre abandonada hacia 2017 (cuando el CIS no era criticado). 

El CIS ha venido realizando una encuesta cada dos años, en coordinación con el Ministerio de Defensa, desde 1997. Aquellas encuestas permitían hacer comparaciones y evolución de la opinión pública en un plazo prolongado.

El CIS / Ministerio de Defensa incluía en aquellas encuestas preguntas sobre la cantidad de orgullo de ser español, la emoción del encuestado al contemplar la bandera o escuchar el himno, con resultados bastante elevados, referencias simbólicas de la conciencia nacional (una determinada conciencia nacional), que con mucha frecuencia se mezclan interesadamente con la seguridad. No sabemos si no gustaron las respuestas de los españoles, si el cuestionario había quedado algo desfasado u otro motivo, el caso es que aquellos estudios (clicando aquí, artículos propios glosando estas encuestas) revelaban que lo que más valora la sociedad española de sus Fuerzas Armadas es la profesionalidad de sus integrantes y actuaciones, más allá de valores difusos de gran éxito interno como la disciplina o el espíritu de sacrificio.

El estudio de Alternativas revela hoy ciertas inercias del presente (pandemias), del pasado (Estado Islámico, hoy objetivamente a la baja) y probablemente la opinión ciudadana sobre Rusia sería en este momento diferente y aparecería con mayor preocupación, por el clima de opinión creado durante las últimas semanas por todas las partes (excepto la amenazada Ucrania, que ha hecho varios llamamientos a evitar la sobreactuación).

Seguridad objetiva y subjetiva

Cabe destacar también que en asuntos de seguridad influyen factores objetivos (asesinatos por habitante, plantillas de la Guardia Civil y Policía, ahora recuperando los niveles de 2008) y subjetivos (cómo nos sentimos de seguros), y en las decisiones a veces se busca incidir en una variable más que en otra.

Por mencionar un ejemplo, el ayuntamiento de Majadahonda (70.000 habitantes, periferia residencial de Madrid, Gobierno de coalición PP-VOX) acaba de anunciar la instalación de 118 cámaras por las calles del municipio, con una inversión de cuatro millones de euros, despliegue que muy probablemente se dirija a la sensación subjetiva de seguridad de los vecinos y al negocio de los proveedores, más que a reducir los índices de criminalidad. Se persigue controlar incluso la entrada y salida de ciudadanos del municipio para detectar posibles delincuentes, de donde se induce lectura generalizada de matrículas e incluso reconocimiento facial.

El ciudadano interesado en seguridad, defensa, Fuerzas Armadas o política exterior, debería estar alerta sobre esta distinción entre seguridad objetiva y subjetiva; reclamar de sus responsables públicos (también privados) debate y explicación sobre decisiones y recursos (hace pocas semanas se aprobó en Consejo de Ministros cerca de dos mil millones de euros en un programa de drones que no mereció una simple rueda de prensa); y exigir que sea consultado cada cierto tiempo. Porque la seguridad es un instrumento público al servicio del ciudadano, no una fe que deba ser catequizada entre una feligresía descreída.

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