Columna de opinión publicada también en Estrella Digital.

Hablamos de exmilitares, en la reserva o retiro, que acumulan una formación y experiencia profesional valiosa, en muchos casos habiendo tenido responsabilidades de alto nivel y experiencia internacional, que deciden cambiar de profesión y dedicarse a la política.
El nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acaba de nombrar a un militar retirado como ministro de Defensa, James Mattis, apodado "Perro loco" cuando estaba en activo y dirigía la presencia militar de su país en Oriente Próximo y Asia central entre 2010 y 2013.
Trump ha tenido que saltarse la ley que prohíbe que un militar retirado pueda ser nombrado ministro hasta pasados siete años, como es el caso de Mattis; ha sido necesaria una especie de indulto presidencial para colocarlo.

Se observa también que el PP en España o el Partido Republicano en EEUU se muestran más favorables a nombrar militares en altos cargos de sus ministerios de Defensa que la izquierda suele ocupar con civiles, como el actual secretario general de Política de Defensa, almirante Juan Francisco Martínez, número tres en el Ministerio español.
En España los cuatro principales partidos políticos tienen o han tenido muy recientemente militares en sus filas en cargos electos o de gestión, normalidad que contrasta con la sobreactuación pública y publicada de muchos con un fichaje de Podemos en 2015.

Por su parte, Ciudadanos tiene entre sus padres fundadores a un exmilitar, Matías Alonso se llama, que ha sido desde 2009 y hasta este mes de enero nada menos que secretario general del partido. Sigue en la Ejecutiva de Ciudadanos ahora como responsable del área de Defensa. Oficial de Artillería, nos cuenta la formación política de su paso por el Ejército, sin mucho detalle, es desde 2012 diputado autonómico por Tarragona en el Parlamento de Cataluña.
En relación con el Partido Popular tenemos, entre otros reservistas voluntarios, a Luis Alejandre, exgeneral que llegó por nombramiento de Federico Trillo a jefe de Estado Mayor del Ejército (de Tierra), donde estuvo año y medio escaso pero intenso, con el Irak invadido y el accidente del Yak-42 ("los militares no organizamos viajes de novios a Cancún", dijo pocos días después). Menos conocido es que Alejandre ha sido entre 2011 y 2015 consejero de Movilidad y Proyectos (?) en el Consell de Menorca por el Partido Popular, responsable de transportes podríamos decir, y actualmente se le puede leer en La Razón o escuchar como tertuliano en Radio Nacional de España lanzando sus opiniones sobre asuntos de actualidad, por ejemplo el renacido Yak-42.

Cuatro casos, seis contando con los dos norteamericanos, símbolo de normalidad democrática de militares que deciden cambiar de profesión cuando acaba su carrera profesional o la abandonan por diversos motivos.
La normalidad militar española ha llegado hasta las llamadas puertas giratorias, la industria de Defensa está llena de exmilitares que gestionaron estos asuntos desde el otro lado de la barrera, el público.
Es importante destacar que un exmilitar en primera línea política ejerce funciones de dirección política, no militares ni de defensa de intereses corporativos.
Y un segundo aspecto de interés es que los primeros jefes de los tres ejércitos y de la Defensa ocupan una responsabilidad militar y son militares en activo, pero están encuadrados en un equipo de dirección política, cosa que nunca ninguno ha reconocido a excepción del mencionado Julio Rodríguez.

Todos los que en esta columna han aparecido tienen el mérito de haber roto barreras, se han expuesto a la crítica sin la protección del uniforme y la bandera, han superado obstáculos como los legales de Mattis, Powell rompió las fronteras que limitan a veces la violencia, Julio Rodríguez parece convencido de que puede haber una reunión de vecinos sensata, Alonso lucha por patentar el sentido común como ideología política, Alejandre se rebeló contra la insularidad de una isla, Cantera se impuso al corporativismo que en ocasiones tapa hasta el delito.
Bienvenidos todos.
Sugerencias
- Por qué defiendo a Franco, por Juan Chicharro (La Razón, 2.1.2019).
- La espinosa relación de Trump y sus militares (El Espectador, 21.12.2018).
- Fulgencio Coll: "Estoy con Vox porque son los más claros defendiendo la democracia" (El Mundo, 19.12.2018).
- Jair Bolsonaro anunció a otro general para su gabinete, que ya tiene seis militares (Infobae, 26.11.2018).
- Un grupo de 181 militares retirados firman un manifiesto en defensa de Franco: "Su figura ha sido vilipendiada hasta el extremo" (El Diario.es, 31.7.2018).
- El Gobierno de Donald Trump: entre los generales y los ideólogos (El País, 9.12.2016).
Me temo que no conoces a Mattis ni a Rodriguez.
ResponderEliminarMe parece muy importante que plantees este asunto. Sólo una crítica: no campares a EEUU con España. Y no hace falta que te diga por qué.
ResponderEliminarNaturalmente que hay que normalizar la vida de quien sale de cualquier profesión. Pero (si somos realistas) en España no son iguales las culturas de todas la profesiones.
Muy complicado y fácil de criticar.
Pero es que en España las profesiones y los enterramientos todavía no hemos logrado hacerlas iguales.
Luis Solana
Propongo normalizar el presente, que no es el mismo de hace tres décadas, aunque arrastremos herencias no deseadas. Un saludo y gracias por el comentario.
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