lunes, 28 de marzo de 2016

Bandazos

Columna de opinión publicada también en Estrella Digital.
Antonio López en la Gran Vía de Madrid (El País, 4-4-2010).
Hace tiempo que tomé la decisión de aplazar el infarto todo lo que pueda, para evitar la posibilidad de que pasada una semana el motivo del ataque fuera finalmente una gilipollez. Creo que la decisión fue en los alrededores de aquel Plan Ibarretxe, que nos tuvo en un ay entre 2001 y 2004.
Con este propósito de resistencia uno asiste a lo que sólo se puede calificar como bandazos.
Se lee que 35 empresas cotizadas vivieron en 2015 oscilaciones en su valor en Bolsa superiores al 100% entre sus máximos y mínimos. En esta exagerada clasificación aparecen Abengoa, Codere, Amper, Prisa, eDreams, constructoras varias, Arcelor Mittal y la papelera Ence cuya planta en la ría de Pontevedra el Rajoy en funciones acaba de autorizar hasta 2073.
El ayuntamiento de Pontevedra por tal motivo declara al presidente "persona non grata", y en desagravio la alcaldesa de Guadamur (Toledo) lo ha nombrado "persona muy grata". Bandazos.
Probablemente los departamentos financieros de tan ilustre relación de empresas anden pariendo ocurrencias para ajustar costes como limitar a la plantilla el número de fotocopias.
Mientras uno negocia con el concesionario quién paga las alfombrillas del nuevo automóvil, Volkswagen ha provisionado 6.500 millones de euros para hacer frente al coste de reparación de los vehículos afectados por el trucaje de las emisiones.
Como contraste a los movimientos de la Bolsa, el Gobierno ha revalorizado las pensiones para este año un 0,25%, una variación bastante más asumible para personas además poco aficionadas a los cambios bruscos.
Lo que parece estar detrás de los bandazos petroleros es la especulación financiera sobre contratos a futuro
En menos de dos años el precio del petróleo ha caído un 75%, de más de cien euros el barril a veintitantos. Aquí podemos especular ​sobre​ Irak produciendo cuatro millones de barriles diarios, a la salida de Irán de la cueva política internacional, a la menor demanda china, a la revolución del gas de esquisto, a la influencia de las materias primas en el auge y caída de las revoluciones bolivarianas, a la capacidad de resistencia financiera de Rusia y Arabia Saudí.
Todo lo anterior palidece ante el crecimiento de un 30% del precio del petróleo en los últimos quince días. Aunque exploten las neuronas buscando causas geopolíticas, lo que parece estar detrás de los bandazos petroleros es la especulación financiera sobre contratos a futuro.

Lo que diferencia a nuestra especie es la concepción del tiempo
Los agentes económicos apuestan nerviosamente para ganar dinero y rápido, por lo que o participas o conviene poner cierta distancia.
Algo parecido, menos exagerado, sucede en el mundo de la política, candidatos y partidos suben y bajan en sus expectativas siempre más extremas que los resultados electorales.
Lo que diferencia a nuestra especie, a cada uno de nosotros, de un cenicero, de un geranio, de una urraca, es la concepción del tiempo, ellos viven como si no existiera y en ese sentido son inmortales.
Los medios de comunicación ponen toda su capacidad en ocupar​ nuestro tiempo​. A La Sexta no le interesa informar, sino que asistamos al espectáculo Marhuenda y nos traguemos sus siete minutos de anuncios comerciales. La publicidad por su parte tiene la facultad de congelar tendencias sociales, y en eso es útil.
En el extremo hacia el que me dirijo está la Cultura, con mayúscula para asustar ("El arte, qué cosa tan abstracta", que decía Rocío Jurado) y su capacidad de parar el reloj.
Cervantes, Caetano Veloso, Ángel González, Jorge Pardo, Rodolfo Chikilicuatre, Camus, Joan Fontcuberta, Señor Chinarro, Antonio López, tienen todos la facultad de parar el minutero, bajar las pulsaciones y así poder después darle una vuelta sosegada a los bandazos de arriba.
Felices vacaciones.

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