Elsa S. Vejo / C. Penedo. Artículo publicado originalmente en Estrella Digital.

La posición del Partido Popular en esta ocasión no ha sido fácil. Su estrecha relación con Israel –sobre todo a partir de los atentados del 11S, cuando José María Aznar decidió alejarse de la posición más pro-árabe que España había mantenido hasta el momento-, y su convencimiento de que las relaciones con el estado sionista, y por consiguiente con EEUU, hay que cuidarlas; le impiden ser más contundente. Pero en esta ocasión no ha querido quedarse atrás de países también de mayoría conservadora, como es el caso de Reino Unido, y ha dado un paso al frente y también ha votado a favor de esta proposición no de ley.
El Parlamento nacional, con el apoyo y beneplácito del Partido Popular, insta al Gobierno de España “a reconocer a Palestina como Estado; sujeto de Derecho Internacional, reafirmando la convicción de que la única solución posible para el conflicto es la coexistencia de dos Estado, Israel y Palestina”. Y así lo reconoce el texto transaccional que este martes ha sido firmado por todos los grupos parlamentarios. En un principio, los ‘populares’ habían insistido en que no se instara directamente al Gobierno, sino que se “impulsara” el reconocimiento del Estado Palestino. Pero en este punto, el PP finalmente ha cedido.
Críticas al texto

Tanto para el Grupo Mixto, como para la Izquierda Plural, hubiera sido importante establecer una fecha concreta. Pero ellos también han optado por ceder. La aprobación de esta declaración ya supone un éxito indiscutible. Y pone de manifiesto que la paciencia de la comunidad internacional se está agotando. La muestra evidente es que a finales de 2011 Palestina ya fue admitida como Estado miembro en la Unesco y un año después la Asamblea General de la ONU –con el voto favorable de España- le concedió la condición de Estado observador.
Ya ha quedado más que demostrado que los acuerdos de Oslo, firmados entre el Gobierno de Israel y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), para ofrecer una solución permanente en el conflicto palestino-israelí en 1993 han sido un auténtico fracaso. Veintiún años después, Israel continúa con su política de asentamientos ilegal y este avance está acabando con las pocas posibilidades que aún le quedan a Palestina para constituirse como Estado y poner fin a este conflicto. Por este motivo, desde hace varias semanas, algunos países de la Unión Europea llevan inmersos en la lucha de reconocer a Palestina como Estado.
Algunos de manera unilateral, como ya hizo el pasado 30 de octubre Suecia. Y habían hecho otros países europeos antes de ingresar en la Unión, como Hungría, Polonia y Eslovaquia. Y otros como el Reino Unido, Irlanda o ya España a través de mociones no vinculantes emanadas de los parlamentos nacionales a través de las cuales se insta a los Gobiernos a reconocer el Estado de Palestina.
España reclama la actuación de la UE
La posición del Gobierno de España parece clara: que la Unión Europea actúe de forma conjunta a la hora de decidir el reconocimiento de Palestina como Estado. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, presente este martes en el pleno en el que se discutía esta resolución, se ha congratulado de la misma y se ha comprometido a aplicar la declaración con "prudencia y justicia". No ha querido hablar de tiempos, pero lo cierto es que Margallo lleva días alertando de que el “tiempo de agota”. La Unión Europea, por su parte, aseguró este lunes que la decisión le corresponde a cada Estado, pero que está dispuesta a tomar un papel de facilitador: es el primer socio comercial de Israel y el primer donante de ayuda a Palestina. Por lo que España deberá concretar más su posición.Una posición nada sencilla. En el Gobierno de Mariano Rajoy existen dos sensibilidades a este respecto. Desde hace meses, existe un importante pulso entre el Ejecutivo y el Ministerio de Asuntos Exteriores. El primero -encabezado por el jefe de Gabinete de Rajoy, Jorge Moragas- más partidario de una posición menos cómplice con Palestina, por temor a que las relaciones con Israel, y especialmente con EEUU, se enfríen. Y el segundo mucho más empeñado en considerar las relaciones con el mundo árabe claves en nuestra posición internacional.
Un pulso que se hizo patente cuando hubo que decidir si España apoyaba o no el ingreso de Palestina como estado observador en Naciones Unidas. Y que se ha vuelto a hacer patente esta semana, cuando ha llegado el momento de discutir un punto especialmente sensible en lo que respecta a nuestras relaciones con Israel. El tercer punto del texto original decía lo siguiente: “Si esa negociación se revela imposible o se demora indefinidamente, reconocer a Palestina será la manera de avanzar la causa de la paz en un proceso igualmente concertado con nuestros socios de la Unión Europea, que tenga plenamente en cuenta las legítimas preocupaciones, intereses y aspiraciones del Estado de Israel”. Y finalmente Moncloa decidió suprimir la primera parte, por considerarla un amenaza directa a Israel, ya que perdía el derecho a vetar el reconocimiento del Estado palestino. El Gobierno de Rajoy, con Moragas otra vez a la cabeza, ha optado por dejar claro que la posición de España es que este reconocimiento “debe ser consecuencia de un proceso de negociación entre las partes".

Sugerencias
- Palestina agradece "el gesto solidario" del Congreso (Estrella Digital, 19-11-2014).
- Palestina: reconocimiento sueco, tensión en Jerusalén (Estrella Digital, 31-10-2014).
- La izquierda israelí pide a España que reconozca Palestina (Estrella Digital, 26-10-2014).
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